sábado, 30 de junio de 2018

Hereditary








Título original: Hereditary
Año: 2018
Duración: 126 min.
País: EEUU
Dirección: Ari Aster
Guion: Ari Aster
Música: Colin Stetson
Reparto: Toni Collette, Gabriel Byrne, Alex Wolff, Milly Shapiro, Ann Dowd.











Cosas extrañas comienzan a suceder en casa de los Graham tras la muerte de la abuela y matriarca, que deja a su hija Annie en herencia su casa. Annie Graham, una galerista casada y con dos hijos, no tuvo una infancia demasiado feliz junto a su madre, y cree que la muerte de ésta puede hacer que pase página. Pero todo se complica cuando su hija menor comienza a ver figuras fantasmales, que también empiezan a aparecer ante su hermano.





Moría de ganas por verla, pero a la vez temía hacerlo. Ha tenido muy buena campaña de marketing y todos los medios expertos en cine de terror la alababan. Su tráiler prometía mucho sin contar nada, y lo mismo pasaba con su sinopsis oficial. Así que acudí al cine sin saber bien que esperarme y con un pelín de reticencia, preparada para que no fuese tanto como decían. Especialmente porque sabía por dónde iban a ir los tiros (dirán lo que quieran, pero siempre sé por dónde van estas películas que esconden demasiada psicología bajo su faceta de ‘peli de terror’).
¿Qué me pareció? Pues me gustó mucho, pero de ahí a peliculón del año y revolucionara en su género, no sé yo…



Sus grandes puntos fuertes son su ambientación: tensa y desesperante. Hay unos ruidos continuos, a modo de BSO, pero camuflados, que producen ese malestar que te acompaña durante todo su metraje y que va creciendo a medida que la locura se va desatando. La verdad es que está logradísimo y consigue oprimirte y darte la sensación de que va a ocurrir algo malo, de que las cosas no van como deberían (ya sabéis, esos malos presentimientos que en ocasiones te oprimen).
Y su otro gran acierto son sus actores, que están excelentes. Toni Collette y su viaje a la esquizofrenia y la demencia es impactante. Pero hay que destacar también a Alex Wolff, que se aleja de sus personajes de adolescente típico para dar una estupenda actuación (cuesta creer que es el mismo chico que hizo la infumable Death Note). En cuanto a la debutante Milly Shapiro, que decir, sobrecogedora. Entre su extraño rostro y esos sonidos que hace con la boca, van a hacer que no la olvidemos nunca.


Si os preguntáis en que parte de la rama familiar del terror se sitúa, sus abuelas son clásicos como: “Amenaza en la sombra”, “El quimérico inquilino” o “La semilla del diablo”, que son sus más notorias inspiraciones. Realmente, todas aquellas en las que la psicología afecte al desarrollo de los personajes. Y a raíz de eso, se describa una atmosfera malsana, viciada y enferma. Y si es con dramas familiares, mejor que mejor. Pero ojo, dramas familiares con descenso a los infiernos, y enfermedades mentales, no cualquier drama.
Sus hermanos mayores forman parte de ese terror independiente, de personajes profundos y trabajados, que lleva desde hace unos años acompañándonos, como son: Déjame Salir, It Follows, La bruja o Babadook, por mentar algunos.
Pero desde luego, las comparaciones con “El exorcista” no las comparto en ningún sentido. Aquella mostraba muchísimo más terror que esta. No termino de considerar que “Hereditary” sea tan terrorífica, más bien, inquietante y perturbadora. Verla es como padecer lo que siente alguien con ansiedad. O mejor, alguien con problemas mentales. Que carga con la desgracia de saber que puede desarrollarlos y la espiral en la que se entra al perder el control. 


Y por todo esto, no la considero apta para aficionados al ‘terror de multisala’. Ya sea al de sustos fáciles con monstruos terroríficos o a clásicos como el slasher o el gore. La encontrarán, seguramente, lenta y decepcionante. Especialmente por estar vendiéndola como ‘la mejor película de terror de la década’ (del año, o de lo que queráis) y cosas así.
No se puede obviar que es una película lenta, que durante su primer tercio desarrolla a sus personajes poco a poco y nos va metiendo en materia, el drama de la perdida para cada uno de ellos, los problemas que tienen… hasta que llega el mazazo que te pilla completamente por sorpresa. Y ahí es cuando la cosa empieza a tomar otro camino, uno mucho más enfermo y opresivo que te atrapa hasta el final. Con muchas lecturas y que estoy segura de necesitar un revisionado para hilar mejor y fijarme en detalles. 


Es increíble y cuesta creer que su director sea debutante. El guion (que también escribe él), los detalles visuales de su ambientación, la construcción de personajes… todo está medido hasta el último detalle y parece muy maduro, de alguien ya curtido. De sobresaliente.
Y antes de terminar me gustaría destacar dos escenas clave: la escena de la muerte de la hermana, dividida en 4 fases; la fiesta, los frutos secos, la decapitación y el descubrimiento. Increíble cuando el hermano entra en shock y la aparición al día siguiente del horror: la cabeza separada del cuerpo y las hormigas devorándola. Y el brutal desconsuelo y dolor de la madre posterior.
Y la otra, es la escena final. Cuando el hermano descubre a su padre calcinado y tú comienzas a darte cuenta de todo lo que hay detrás. La mujer poseída, los seguidores de la secta desnudos, la madre cortándose el cuello y el horrible final que espera en la casita del árbol, secta incluida y plan de la abuelita concluido. 



La disfruté bastante, pero aun así no es mi género predilecto dentro del terror, al igual que me pasó con todas las obras con las que la compara. Seguramente porque el terror psicológico nunca ha sido de mis favoritos. Yo soy mucho más visceral (vaya, que me gusta que la sangre me salpique, que le voy a hacer…) digamos que este tipo de subgénero del terror es el hermano serio y maduro, con toque intelectual. Pero yo siempre he sido más del macarra bizarro.
Eso sí, aun doy gracias a que en la sala de cine solo estaba yo y mis acompañantes (¡todo el cine para mí!). Ver esta película con gente ‘normal’ hubiese sido un suplicio. Dudo mucho que la disfrute alguien que es esporádico viendo películas de terror, ni las manadas de adolescentes que suelen acudir a verlas (ya me pasó con La bruja). En esta película hay que meterse, dejar que te ‘posea’. Desde luego, es toda una experiencia. Una película que da de que hablar y pensar una vez se sale del cine.









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