Titulo original: The Strangers: Pray at Night
Año: 2018
Duración: 85 minutos
País: Estados Unidos
Director: Johannes Roberts
Guion: Bryan Bertino, Ben Ketai
Música: Adrian Johnston
Reparto: Christina Hendricks, Bailee Madison, Martin Henderson, Lewis Pullman, Leah Roberts, Emma Bellomy, Damian Maffei, Lea Enslin, Preston Sadleir
Cindy (Christina Hendricks) y Mike (Martin Henderson) se embarcan en un
viaje por carretera y planean pasar una temporada en un campamento de
remolques antes de dejar a su problemática hija Kinsey (Bailee Madison)
en un internado. Pero el viaje se ve interrumpido por la llegada de tres
psicópatas enmascarados que atacan y matan sin piedad.
Hace unos diez años, llegaba a nuestras pantallas ‘Los
extraños’ (aunque realmente yo la vi la semana pasada; además de que ni sabía
que existía…), una cinta que, a pesar de no ser gran cosa, lograba sorprender
al espectador, gracias al uso del terror y la intriga en ella. Es gore, si,
pero no del extremo, si no del gore en su justa medida, lo perfecto para
resultar interesante y no tanto para resultar desagradable. Una cinta
interesante del género que, aunque no aportase nada demasiado original, si que
llegaba a engancharte. Es extraño que, debido a esto anterior, la secuela haya tardado
tanto en llegar; pero ya está aquí, y la verdad es que, después de su
visionado, puedo decir que no era para nada necesaria.
Antes de empezar a ‘desgranar’ la película, he de decir
que para mí no ha resultado nada nuevo, y que, además, me recordó en muchos
aspectos a ‘The Purge: la noche de las bestias’. Ya hora vosotros diréis ‘pero
eso no sirve, porque ‘Los Extraños’, se estreno antes y esta es una secuela’, y
si, tenéis muchísima razón, pero la verdad es que al haber visto primero ‘The
Purge’, y siendo tan buena, llegar y ver esta…pues como que no me sorprende en
absoluto. Además, esta secuela me parece del todo innecesaria, además de no
hacerle ningún bien a su predecesora, que como he dicho antes, dentro de lo que
es, no deja de ser interesante.
En esta nueva entrega, la historia no varia demasiado con
respecto a la primera parte: un grupo de enmascarados se dedica a entrar en las
casas de las personas y matarlos de las maneras mas crueles posibles. Nuestros protagonistas
tienen la mala suerte de estar en el sitio equivocado en el momento equivocado;
fin, poco mas que contar. En esta ocasión varía el escenario, y es que no están
confinados en una casa, sin salida (como en ‘The Purge’), si no que deambulan
por el exterior, en un coto de caza aun más amplio que el anterior, y con mas
posibilidades de escapar (como en ‘Anarchy. La noche de las bestias, vamos).
Creo que aquí es donde radica uno de los errores de esta
secuela. Quiere abarcar demasiado y no sabe controlar lo que tiene entre manos,
y mirad que no es complicado, pero comenten el error de caer en lo simple y en
lo repetitivo, y evita salirse de la norma, de lo establecido, y resultar
interesante para el espectador.
Otro de los errores que podemos ver en ella es lo idéntica
que es a su predecesora. Parece repetir los mismos esquemas que ya vimos antes,
los mismos sustos (que de susto tienen poco, la verdad), y encima echa mano de
la violencia por la violencia, sin sentido, simplemente para llamar la atención
del espectador que esta cerca de dormirse en su butaca debido al poco interés
que muestra en ella. No hay momentos tensos o intrigantes, no hay situaciones lo
suficientemente interesantes como para sobresaltarnos, y además no le hace ningún
favor el hecho de que, desde el principio, nos digan que esta basada en hechos
reales. Y esto lo digo con conocimiento de causa, porque realmente las cosas no
ocurrieron como se dice en las películas, si no que han cogido varios sucesos
que ocurrieron y lo han mezclado todo para dar lugar a esta historia.
Y luego tenemos a la familia, que es tan típica que solo
te permite jugar a ver quien va a morir primero. En serio, ¿tan difícil es ser
original y no caer en lo de siempre? O nosotros estamos ya curados de espanto o
es que ellos no quieren jugársela y darnos un productor que podamos llegar a
disfrutar al 100%. Es el típico estereotipo de familia disfuncional, con
adolescente supuestamente rebelde y que buscan reformar (llevar una camiseta de
los Ramones e ir de dura por la vida fumando y no haciendo caso a los papás no
es ser rebelde, por cierto). No consigues empatizar con ninguno de ellos, y eso
puede ser algo malo, porque no consigues hacerte con la película ni disfrutarla
como se merece; solo deseas que le den un hachazo en la cabeza a la chavala que
sale en ella (poco subjetiva en esta parte, y es que no soporto demasiado a la
actriz que han escogido para el papel, y realmente no se por qué…). No destacan
por sus actuaciones ninguno de ellos.
En fin, una cinta que no merecía ni hacerse, y no porque
sea malísima, que tampoco, si no que no aporta nada nuevo, es repetitiva y
cansina en ciertos puntos, y que además empaña un poco el ‘éxito’ que podría tener
la primera parte. Viendo cintas como esta te lleva a pensar si realmente ya
está todo hecho o es que estamos tan acostumbrados a este tipo de cine que ya
nada nos sorprende.
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