Titulo Original: The
Bourne Supremacy
Año: 2004
Duración: 108
minutos
País: Estados
Unidos
Director: Paul
Greengrass
Guión: Tony
Gilroy (Novela de Robert Ludlum)
Música: John Powell
Reparto: Matt Damon, Franka Potente, Joan Allen, Brian
Cox, Julia Stiles, Karl Urban, Gabriel Mann, Oksana Akhinsina, Michelle
Monhagan, Marton Csokas, Tom Gallop, Chris Cooper.
Jason Bourne
pensaba que había dejado atrás su pasado dos años antes. Durante ese tiempo,
atormentado por ciertas pesadillas y por un pasado que no consigue recordar,
Bourne y Marie se trasladan de una ciudad a otra, viviendo de manera anónima y
clandestina. Tratan de huir de una amenaza confusa y desconocida que creen
percibir en la mirada de cualquier extraño, en cada llamada telefónica
"equivocada". Cuando un agente aparece por la tranquila villa en la
que se alojan, la pareja huye precipitadamente: cuando su pasado asoma por la
puerta, es la única opción que le queda. Pero el juego del ratón y el gato ha
vuelto a comenzar, obligando a entrar en acción a Bourne para enfrentarse a un
grupo de implacables asesinos profesionales. Hace dos años Bourne abandonó ese
ambiente letal y anónimo en el que todo intento de entrar en contacto con los
que mueven los hilos se castiga severamente. Pero son ellos los que han venido
a llamar a su puerta, y Bourne va a cumplir las reglas: deberían haberle dejado
en paz...
Secuela de ‘El Caso Bourne’ que sin duda supera a la primera
en muchos aspectos, cosa que no siempre pasa en trilogías o sagas. Lo que suele
ocurrir con segundas partes es que el guión quizás no es tan redondo como puede
ser en la primera, que ahonden demasiado en cosas que no interesan al
espectador o bien que se les vaya tanto la pinza enrevesado al trama que no te
enteras de nada. O la más normal en estos tiempos: explotar una historia que ha
funcionado.
No es el caso de ‘El Mito de Bourne’, ya que el guión es más
perfecto incluso de lo que ya lo fuera el primero. Es cierto que la estética de
la película y a la ambientación es la misma que la que vimos en la primera, no
ha perdido esa seña de identidad, así que no volveré a hablar de ello aquí,
porque ya lo hice en mi reseña de ‘El Caso Bourne’
La historia en realidad sigue siendo la misma: Jason Bourne
sigue intentando descubrir su pasado, quien era, que hacia, y porque le
persiguen. La trama comienza en La India, donde Jason y Marie viven tranquilos,
alejados de todo aquello que dos años antes les causo tanto conflicto. Pero esa
paz no durara siempre, y han sido descubiertos: un letal asesino (Karl Urban)
va en su busca para acabar con ellos. Tendrán que volver a vivir todo lo
anterior, pero para Bourne hay algo diferente esta vez: también busca venganza.
El guión es redondo, no me cansare de decirlo, porque de una
manera muy sencilla hila una historia muy interesante que no te deja apartar la
mirada de la pantalla, porque quieres ser cómplice de Bourne, quieres ir donde
él va y descubrir quien es. Es incluso mejor que la historia de la primera película
(y eso mejorará en la tercera, de la que ya hablare). Un 10 para el guionista
porque es un guión sin trabas, ni cosas innecesarias.
En esta historia también entra en juego un nuevo personaje:
Pamela Landy. Ella intenta descubrir de que va todo el rollo de Treadstone,
algo que se creía zanjado en la primera parte, nadie quiere saber nada mas de
ese programa, pero ella quiere saber todo, que paso, porque se cerro, quien es
Bourne (pregunta que nos hacemos todos los telespectadores durante toda la trilogía),
y eso hará que toca las narices a los mandamases. Pam descubrirá que Bourne no
es el que le dicen que es. Tiene un papel muy importante en la trama, que se crecerá
en la tercera parte, donde tendrá el protagonismo absoluto.
Una de las cosas que caracterizan a esta película (y a sus
hermanas) son las persecuciones espectaculares que se producen y las luchas
cuerpo a cuerpo que el personaje usa. Se nota la mano de Paul Greengrass en la dirección,
en sustitución de Doug Liman, no porque éste haya rodado una mala película,
sino que Paul sabe captar mejor las escenas de persecuciones, dándoles ese
toque de ‘cámara en hombro’ que te hace sentir mas toda la acción trepidante, y
siendo todo mucho mas claro (no como en la ultima entrega). Esta cinta tiene
una de las mejores persecuciones de toda la trilogía, la de Moscú, es
simplemente espectacular la mires por donde la mires, y te hace de preguntarte,
¿Cómo puede huir de tantos que le persiguen y seguir con vida después de tanto movimiento?
Bueno, es un ‘supersoldado’, por decirlo de alguna manera.
Otra de las cosas que explotan en esta son las luchas, me
encantan, creo que de todas las películas de acción que he visto, y son
bastantes porque me encantan las pelis de acción, estas son las mejores que he
visto, porque era un arte marcial que jamás había visto, y es brutal, sin
necesidad de pistolas, cuchillos o algo así, con una revista puede hacerlo
todo. En esta película esta mi lucha cuerpo a cuerpo favorita, la que mantiene
con Jarda, otro agente como Bourne, destinado en Munich, y que esta
interpretado por mi adorado Marton Csokas (no puedo ser objetiva, lo siento),
porque es una escena relativamente corta en comparación con otra, pero esta
perfectamente filmada, tanto la coreografía como la tensión que se respira
durante todo el tiempo que dura. Brutal.
En cuanto a los personajes, como he dicho hay nuevas
incorporaciones a las que ya teníamos. Podemos ver a dos nuevos agentes, Jarda
(Csokas) que no tiene excesivo protagonismo, y Kirill (Karl Urban), que es el
que persigue por medio mundo a Bourne. Karl es otro actor que me encanta, y no
necesita texto para expresar lo que quiere, que tampoco es que su personaje
exprese demasiado, recordar que a estos agentes los entrenan para no sentir
nada, y él lo hace a la perfección. Por otra parte tenemos a Pamela Landy (Joan
Allen), papel que para mi resulta clave en la trama y ella se desenvuelve como
pez en el agua en su personaje, la querrás o la odiaras, pero lo que es cierto
es que no te dejara indiferente. Y queda hablar de Matt Damon. Ya nos hizo
quererlo en la primera parte, pero esta segunda profundiza aun mas en su papel,
le acechan aun mas fantasmas del pasado a medida que va recordando quien es, y
eso lleva a una escena que me gusta mucho: cuando va a visitar a la hija de
alguien que él mato. Por eso me gusta este personaje mas que el de Bond, porque
es más humano, más cercano, un personaje por el que sientes una tremenda
empatia nada mas verle. James Bond empezó a ser mas humano después de que
saliera esta trilogía y decidieran darle una vuelta de tuerca a las historias
al poner a otro actor. Es así, lo siento por los fans de James Bond, pero es lo
que yo pienso. En definitiva, uno de esos personajes que recordaras siempre.
En cuanto al resto del reparto, pues en general es perfecto,
es de esos repartos que hacen crecer una película.
Y queda por ultimo hablar de la música de John Powell, una
de mis BSO preferidas, porque es perfecta para cada escena y cada momento.
En conclusión, perfecta continuación de una película que ya
de por si era buena, y que abra camino para el gran final que nos esperaba
algunos años después y que cerraría (¿?) el problema y la historia de Jason
Bourne. Recomendable para todo aquel que sea amante del buen cine de espías.
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