Titulo original: Searching
Año: 2018
Duración: 101 minutos
País: Estados Unidos
Director: Aneesh Chaganty
Guion: Aneesh Chaganty, Sev Ohanian
Música: Torin Borrowdale
Reparto: John Cho, Debra Messing, Joseph Lee, Michell La, Srah Sohn
Después de que la hija de 16 años de David Kim desaparece, se abre una
investigación policial. Pero 37 horas más tarde y sin una sola pista,
David decide buscar en el único lugar donde nadie ha buscado todavía y
donde se guardan todos los secretos hoy en día: el ordenador portátil de
su hija. David debe rastrear las huellas digitales de su hija antes de
que desaparezca para siempre. Un thriller que se desarrolla en la
pantalla del ordenador.
A la hora de ponerme a ver esta película tenía yo
sentimientos encontrados. Por un lado, el formato me parecía muy interesante,
una forma nueva de ver cine; además John Cho era el protagonista, un actor que
conocí en la revisión de la saga ‘Star Trek’ y que me llamo aún más la atención
en la segunda temporada de ‘El Exorcista’ (serie de la que tengo pendiente
hablar, por cierto), y poco a poco me esta empezando a gustar más, así que eran
dos poderosas razones. Por otro lado, yo soy contraria a la forma de grabar ‘cámara
en mano’, me parece una rayada, no me deja ver claro las imágenes y sobre todo
disfrutar de la película. Se que para ciertas cintas le viene ni al pelo, pero
oye, eso de sentirme mareada cuando estoy viendo algo, pues como que me
descoloca un poco. Se que este no es exactamente el caso, pero las formas son
un poco primas hermanas, y no sabia yo si me iba a convencer. Sopesando pros y
contras, y como yo no hago caso a nadie, me puse con ella.
Hay que tener en cuenta que este formato no es que se
haya visto demasiado en el cine. Vigalondo ya nos tanteo un poco con ‘Open
Windows’, que dentro de lo que cabe, era una película la mar de interesante, y
estos señores decidieron hacer algo parecido, solo que un poco mas cuidado y
logrado. Es posible que la historia también sea mas interesante, y el guion
este bastante mejor pulido, sea como sea, es una sorpresa en toda regla.
Al principio puede que te sientas un poco desorientado,
porque al fin y al cabo todo está rodado y plasmado con imágenes a través de
las cámaras (móviles, ordenadores, tablets, cámaras de tráfico, cámaras de televisión…),
multitud de soportes que, si te paras a pensar detenidamente, puede llegar a
sorprenderte, más que nada te das cuenta de que estamos rodeados de tecnología,
y vigilados por todos los flancos, y es un poco desconcertante. Cuando ya te
ubicas en la manera en la que está rodada (y créeme, no vas a tardar nada), esa
manera es la que hace que te sumerjas en la trama de manera instantánea, y ya
no consigas despegar los ojos de la pantalla (de cualquiera de ellas, porque
hay muchas).
La parte más interesante de esta cinta, y sobre todo la
que consigue que desde el primer momento te metas de lleno en la historia, es
su guion. Todo esta muy bien cuadrado, y mirad que es complicado el equilibrar
el material que les viene de tantos soportes, y desde luego hacerlo de una
forma real y verosímil, sin saltos extraños o cortes desagradables; es como un
plano secuencia que dura 100 minutos, sin cortes, sin distracciones, solos tu y
lo que está pasando en la cinta. En este genial guion también hay hueco para
giros que te pillarán del todo desprevenido, para una intriga perfecta que no
te permitirá apartar los ojos de la pantalla, y para hacernos un poco reflexionar
sobre como estamos supeditados al mundo de las redes sociales y como preferimos
volcar nuestros sentimientos en ellas antes de en las personas que nos rodean y
en las que podemos confiar. Internet no es segura y eso lo deja mas que claro,
aunque no en forma de moralina, si no de advertencia.
Y si hay otro punto que destacar de esta película son sus
actuaciones, en especial la de John Cho, porque si, hay más gente en ella, pero
él solito se echa toda la película a la espalda, y consigue con su
interpretación hacerte sentir todo lo que él está viviendo. En muchas ocasiones
no le hacen falta ni palabras: solo con sus gestos lo dice todo.
La película en si no deja de ser una crítica al mundo en
el que vivimos actualmente, un mundo dominado por la tecnología y en el que cada
vez estamos mas inmersos y, sobre todo, consumidos por ella. Es muy triste ver
como las relaciones sociales se han quedado relegadas a una pantalla y el
contacto se queda en tus dedos tocando una pantalla. Una nueva forma de hacer
cine que, sin duda, es todo un acierto, sobre todo si lo haces bien y consigues
que el espectador sea parte de tu proyecto. Critica social con un poco de
intriga. Muy recomendable.
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