Titulo original: Bohemian Rhapsody
Año: 2018
Duración: 134 minutos
País: Reino Unido
Director: Bryan Singer
Guion: Anthony McCarten
Música: John Ottman
Reparto: Rami Malek, Joseph Mazello, Ben Hardy, Gwilym Lee, Lucy Boynton, Aidan Gillen, Tom Hollander, Mike Myers, Allen Leech, Aaron McCusker, Jess Radomska, Max Bennet, Michelle Duncan, Ace Bhatti, Charlotte Sharland, Ian Jareth Williamson, Dickie Beau, Jesús Gallo, Jessie Vinning
'Bohemian Rhapsody' es una celebración de Queen, de su música y de su
extraordinario cantante Freddie Mercury, que desafió estereotipos e hizo
añicos tradiciones para convertirse en uno de los showmans más queridos
del mundo. Bohemian Rhapsody plasma el meteórico ascenso al olimpo de
la música de la banda a través de sus icónicas canciones y su
revolucionario sonido, su crisis cuando el estilo de vida de Mercury
estuvo fuera de control, y su triunfal reunión en la víspera del Live
Aid, en la que Mercury, mientras sufría una enfermedad que amenazaba su
vida, lidera a la banda en uno de los conciertos de rock más grandes de
la historia. Veremos cómo se cimentó el legado de una banda que siempre
se pareció más a una familia, y que continúa inspirando a propios y
extraños, soñadores y amantes de la música hasta nuestros días.
Siempre he sido una rockera de pro, y aunque de vez en
cuando escucho otros géneros (algunos por obligación, ya se sabe la música que
ponen en los garitos…) y me gustan, llevo el rock en las venas. A pesar de
esto, Queen nunca ha sido mi debilidad. Admito que me gustan, y cada vez que
ponen sus canciones por la radio o las escucho en algún sitio, las canto y las
disfruto al máximo, pero de ahí a que sienta debilidad por la banda, como que
no. Aun así, tenia muchas ganas de ver esta película, porque siendo sinceros,
Queen y mas concretamente Freddie Mercury, han supuesto un hito en la historia
de la música: son una leyenda andante, y merece mucho la pena el ver como se
formo esta banda tan trascendental en la música, y sobre todo, conocer a su carismático
líder.
Ocho años ha tardado en llegar esta película a nuestras
pantallas. Muchas idas y venidas de actores y directores han ido pasando por
este proyecto hasta que finalmente ha podido ver la luz. Sacha Baron Cohen sonó
en su día para dar vida a Mercury, pero las diferencias creativas hacen mucho: él
quería contar la historia tal cual, sin tapujos, todo lo ‘malo’ que ocurrió en
la vida de Mercury, pero Brian May quería algo más familiar, así que el bueno
de Sacha salió por patas. El proyecto quedo en suspenso hasta que en 2016 se
supo que se había vuelto a poner en marcha, esta vez con Rami Malek en el papel
de Mercury y con Bryan Singer como director. Éste tampoco duro demasiado (ya no
solo por todo lo relacionado con abusos sexuales y demás que se supo en torno a
su persona, si no por lo complicado que era en el set, llegando incluso a
arrojar cosas a Malek), pero Dexter Fletcher se hizo cargo inmediatamente del
resto de la producción, y consiguió llevarla a buen puerto. Y menos mal.
Antes de nada, hay tres cosas que hay que tener en cuenta
antes de verla: se trata de un biopic; es algo que se ha hecho en Hollywood; y se
trata de una figura icónica. ¿Por qué digo todo esto? Porque esta claro que se
ha hecho para todos los públicos. Es obvio que Brian May ha tenido también un
poco de mano en ello, pero todos sabemos que Hollywood suaviza siempre los biopics
de la gente, para enseñar siempre la parte buena de la persona, el bien que
hizo por y para los demás, y que, después de todo, quede bien para todo el
publico en general. Todos tenemos luces y sombras en nuestra vida, y está muy
claro que Freddie Mercury tuvo muchas sombras en la suya: abusos, locura y
descenso a los infiernos. La fama es lo que tiene, y muchos no saben cómo
administrarla, o simplemente se dejan llevar por la gente equivocada).
En esta adaptación de su vida se ve todo lo bueno que
supuso Freddie, no solo para la música, si no para todo lo que había a su alrededor.
¿No se ve la parte negativa? ¿Esa vida de excesos y locuras varias? Bueno, pues
un poco, quizás demasiado por encima, y dejando en un segundo plano todo lo
relacionado con su sexualidad y con el SIDA, aunque si que habla sobre ello, y
creo que, si tiene su importancia en la trama, aunque como ya he dicho, un poco
de puntillas.
En esta parte es donde la crítica se ha cebado con ella, tildándola
de todo menos de bonita (con excepciones, claro está) y es aquí donde también choca
con la opinión pública, que la alaban como se merece (algunos diciendo eso de ‘obra
maestra’ por el camino…). Y es que nadie esta contento nunca con lo que se nos
enseña, parece una norma habitual en el cine de ahora. Aunque también tengo que
decir que cuando salió ‘Bohemian Rhapsody’ las criticas fueron horribles, y
mirad ahora, considerada como la mejor canción, lo que nos viene a decir que
nunca te fíes de las críticas: solo te puedes fiar de tu criterio.
A pesar de todo esto, de lo suave que pueda parecer todo,
y de lo poco arriesgada que probablemente ha resultado ser (no hay que pensar
tanto en lo que pudo haber sido, si no en lo que es), creo que es una película muy
interesante y muy bien construida. No echo de menos en ningún momento que
intenten arriesgar, o mejor dicho, que cuenten toda la verdad; me sirve la
verdad a medias, por así decirlo, y me basta con conocer el ascenso de una
leyenda, porque es lo que Freddie Mercury llego a ser. Es bastante fiel a su
vida, al menos hasta donde yo sé, y no te deja en ningún momento apartar la
mirada de la pantalla, y no perderte nada de la trama. Los números musicales
son estupendos, y están muy bien mezclados con la vida de los personajes. Y decir
también que, el final, me parece el perfecto.
Pero si hay que destacar algo en esta película, que se ve
que ha sido cuidado hasta el más mínimo detalle, son las caracterizaciones de la
banda. Para empezar, creo que Rami Malek es una bestia parda: no he seguido yo
mucho a este chaval, pero después de verle en la película, lo haré. Sus gestos,
sus movimientos, la mirada, todo se ve cuidado al detalle, con mucho mimo, y se
nota el cariño (y el miedo también) con el que está hecho. No os extrañéis verle
en las próximas nominaciones, porque sin duda el tío lo merece, y mucho. Pero tampoco
podemos dejar de hablar del resto de la banda, en especial Gwylim Lee, que
parece el mismísimo Brian May. Una maravilla.
Y bueno, ¿Qué podemos decir de la música? Que es inmortal,
es magnífica, y esta película ha hecho que me enamore de esta banda como nunca
lo había hecho nadie ni nada antes, cosas curiosas que le ocurren a una. La parte
musical es una pasada, mezclando las canciones con la voz original de Freddie
Mercury, con el propio Malek cantando, y, sobre todo, con la voz del cantante
canadiense Marc Martel (que se le parece un poco en timbre vocal, hay que
admitir). Canciones míticas que todos conocemos y que hacen que cantes en la
sala de cine, que te muevas al ritmo de la música, y vibres con todos esos
himnos que son pura magia. La escena final, la que recrea el concierto del Live
Aid, es emocionante hasta el extremo.
Creo que, dentro de todos los pequeños fallos que pueda
tener, de los mínimos defectos que hay en ella, y de ser un poco ‘happy’, es
una buena película, con una factura muy cuidada, y que, sin duda, no desmerece
para nada a la figura inmortal de Freddie Mercury, y le alza, una vez más, a lo
más alto, (re)convirtiéndolo en un ídolo de masas, porque si, porque lo era, y
porque siempre lo será.
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