martes, 15 de abril de 2014

Noé - 'La epopeya bíblica de Darren Aronofsky, que no dejara indiferente a nadie'








Titulo Original: Noah
Año: 2014
Duración: 138 minutos
País: Estados Unidos
Director: Darren Aronofsky
Guión: Darren Aronofsky, Ari Handel
Música: Clint Mansell
Reparto: Russell Crowe, Jennifer Connelly, Emma Watson, Logan Lerman, Anthony Hopkins, Ray Winstone, Douglas Booth, Marton Csokas, Nick Nolte, Mark Margolis, Leo McHugh Carroll, Kevin Durand, Madison Davenport, Dakota Goyo







En un mundo asolado por los pecados humanos, Noé, un hombre pacífico que sólo desea vivir tranquilo con su familia, recibe una misión divina: construir un Arca para salvar a la creación del inminente diluvio. Todo comienza cuando, cada noche, Noé tiene el mismo sueño: las visiones de muerte provocada por el agua, seguidas de nueva vida en la Tierra. 


Llevo mucho tiempo esperando para ver esta película, exactamente desde el momento en que se anuncio que se haría. Y por muchas razones. Primeramente, porque Russell Crowe es el protagonista, y a estas alturas tenéis que saber que me encanta; además tenia curiosidad en verle en esta tesitura, en un papel en el que no le veía para nada, en el que no era capaz de imaginármele (vete tu a saber por qué). Otra de las razones poderosas para ver esta cinta era ver como Darren Aronofsky contaba una historia de estas características, siendo su cine tan peculiar. A muchos nos sorprendió cuando se supo quien iba a ser el director de esta epopeya bíblica, y es que a Aronofsky no le pegaba demasiado el hacer una película de estas dimensiones, con tanto presupuesto, y con una historia tan universal. Algo que ya hemos visto en muchas ocasiones, y que en Semana Santa volveremos a ver. Creo que este era, para la mayoría, la razón principal por la que querían ver la película, y es normal. Podíamos hacernos mas o menos una idea de lo que se podía ver, e intentar averiguar por donde iba a tirar la cosa, pero creo que, aun así, nos ha sorprendido a todos. Puede que no sea la mejor película de su filmografía, pero si que es una de las mas interesantes, por la manera en que se aleja de su ‘zona de confort’, por decirlo de alguna manera.

En un principio Dios creo el mundo, y todo iba bien, hasta que la humanidad poco a poco fue desmoronándose, cayendo en el pecado una y otra vez, y haciendo del mundo que Dios creo para ellos un total Infierno de pecado y maldad. Noé tiene entonces una misión, encomendada por el Creador: construir un arca y salvar a todos aquellos inocentes que no han sucumbido al pecado, a los animales, para empezar de nuevo la vida. Pero las cosas no serán fáciles, y es que el mal esta en todas partes, amenazando la paz de Noé y su familia.

Todos conocemos la historia del Diluvio, todos sabemos que Dios mando una lluvia torrencial durante
cuarenta días y cuarenta noches para purgar la Tierra de todo mal. Todos sabemos que nadie sobrevivo, solo los animales, y por supuesto Noé y su familia. No es una historia nueva u original. Es una historia que todo el mundo conoce, seas religioso o no. Yo he ido la mayor parte de mi vida a Religión, y no es que sea muy creyente; tampoco soy atea. Aun así la conozco, ya sea por lo que en esas clases me contaban o por las películas que en Semana Santa no paran de pasar por la televisión. La tarea de Darren Aronofsky era mostrárnosla de tal manera que nos resultase interesante. Ya de partida para mí lo era, por ver como nos la iba a plasmar. Aronofsky la ha llevado a su terreno, no se ha centrado tanto en la construcción del Arca en si (como muchos, me temo, creían, de ahí su decepción), sino en Noé, su familia y el drama que hay en ellos. Y es en ahí donde Aronofsky hace suya la película, centrándose en Noé, dándole forma, haciéndole humano por todos los costados, mostrándonos su lucha interna por hacer lo correcto, y no por lo que su corazón o la lógica dice, intentando sobrevivir en un mundo desecho, superando las dificultades, ahondando en su persona, en su ‘cabezonería’, en la manera de hacer las cosas bien. Son los personajes que siempre vemos en las películas del director (‘Cisne Negro’, ‘The Wrestler’). Como una persona se desenvuelve en el mundo, sus decisiones, sus errores, sus aciertos. Punto para él.

Hay que tener en cuenta, ante todo, que a pesar de ser una película que cuenta un suceso bíblico, no es tanto un pasaje calcado de la Biblia. De ahí viene todo el revuelo que se esta formando por parte de los mas creyentes. Desde un primer momento se sabia que no era un retrato fiel de lo que aparece en las escrituras (aunque muchas cosas son como las muestran: los Vigilantes, el problema alcohólico de Noé), incluso hay personajes inventados por el bien del guión, así que no hay que poner el grito en el cielo por eso. Hay que verla no como una cinta religiosa, sino como una película fantástica, un drama familiar con todas las de la ley. No hay que ser tan cerrado de mente. No estamos viendo ‘Los Diez Mandamientos’ de Cecil B. DeMille, estamos viendo ‘Noé’, por Darren Aronofsky. Nuestro protagonista no es un héroe, es una persona, de carne y hueso, con una misión. Además que nos ha demostrado que también sabe manejarse en historias más grandes, en escenarios monumentales, y salir airoso. Visualmente esta muy bien llevada, recreada con precisión (sobre todo el arca, que es real, no maqueta) con un guión bastante correcto, con unos personajes mas o menos redondos (algunos mas que otros), pero al fin y al cabo, un entretenimiento.

No puedo dejar de hablar de Russell Crowe, y no solo porque sea mi actor predilecto, sino porque es el protagonista indiscutible de esta historia. Una de las interpretaciones que mas me han gustado del actor, y es que hace suyo el personaje. No piensas que sea Noé, piensas que es un padre, que se preocupa por su familia. Un personaje que desde luego le ha costado sudor y lagrimas al actor, no solo por lo duro de las condiciones en las que se encontraba, rodando con agua, día si y día también, durante casi 40 días (curioso, como la historia original), sufriendo hipotermia incluso; también estaba el componente personal (su mujer le dejó por aquel entonces) y eso le afecto con mucho, hasta llegar el punto de romper a llorar en medio del rodaje. Una serie de ‘calamidades’ que hicieron que el personaje se fuese moldeando, humanizando. Un personaje al que odiamos a veces, otras no entendemos, pero que al fin y al cabo, por el que sentimos empatía, a algún nivel. Es lo que destaco, por encima de todo lo demás.
El resto del elenco esta más que correcto, con una Jennifer Connelly muy convenciste, un villano a la altura (Ray Winstone) y con el placer de ver siempre a Anthony Hopkins. Lastima que Marton Csokas salga apenas cinco minutos, porque es un actor con gran potencial.


Una película que sirve al propósito por el que esta hecha, entretener al publico, con unas buenas actuaciones, visualmente muy competente, y que, a pesar de no ser la mejor película del director, cumple con las expectativas que muchos de nosotros teníamos.




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