domingo, 15 de diciembre de 2013

Frozen. El reino del hielo (Frozen)







Título original: Frozen
Año: 2013
Duración: 108 min.
País: EEUU
Director: Chris Buck y Jennifer Lee
Guion: Jennifer Lee (Novela de Hans Christian Andersen)
Música: Christophe Becke
Reparto: animación.
Premios:
2013: Globos de Oro: 2 nominaciones: Mejor película de animación y canción.
2013: Premios Annie: 10 nominaciones, incluyendo Mejor película.
2012: Satellite Awards: Nominada a mejor película de animación y canción original.







Elsa nación con el don (o maldición) de convertir las cosas en hielo. Un día, cuando era pequeña y jugaba con su hermana Elsa, la congeló sin querer y casi muere. Por ello, los padres decidieron que la ocultarían y alejarían de todo, para que no hiciese daño a nadie y poder ocultar su misterioso poder. Pero cuando Anna y Elsa se hace mayores y celebran en su castillo la coronación de Elsa como reina, ocurre un incidente y se descubren sus poderes. Elsa huye asustada y sume al reino en un invierno permanente.
Anna deberá ir a buscar a su hermana y ayudar a su pueblo, pero no estará sola, contará con la ayuda del joven montañero Kristoff, su reno Sven y el entrañable muñeco de nieve Olaf.




Antes de la película se proyecta el corto “Mickey Mouse, get a horse!”. Llegad pronto al cine y no os lo perdáis, porque es una joyita. Esa mezcla de animación tradicional y moderna en 3D, me enamoró completamente. Original y chulísimo.

Y ya hablando de la cinta, de nuevo Disney hace la magia necesaria para crear una maravilla de película. Visualmente, es simplemente impresionante. Los detalles de los decorados o los personajes, la grandísima calidad del dibujo, la imaginativa… sólo los copos de nieve (que se hicieron todos diferentes) merecen mención aparte por el gran esfuerzo que, seguro, supusieron. Pero además, el genial movimiento, el gran abanico de colores… un trabajo impresionante y que te hace meterte en su mundo, que parece hasta real. Disney siempre se ha destacado por su gran diseño y animación, pero en cada película se va superando.
El tipo de dibujo de los protagonistas repite el ya empleado en “Rapunzel”, que personalmente, me parece muy chulo.



¡Hola! Me llamo Olaf y me gustan los abrazos calentitos.

La cinta cuenta, como es habitual en Disney, con los típicos personajes secundarios entrañables, pero para esta ocasión, matrícula de honor para la compañía con el diseño de Olaf, el muñeco de nieve. Carismático, adorable, gracioso… vaya, que es una autentico amor. De lo más gracioso que he visto en una película de animación en años (¿alguien me compra el peluche de Olaf de la tienda Disney?) y que se podía ver lo mucho que caló en todos, porque tanto adultos como niños se reían bien agusto en la sala (¡yo la primera!). Su peculiar sentido del humor, su ambición de querer que sea verano (sin saber las consecuencias). Un gran carisma y una delicia de personaje.


¿Nos casamos ya?


Otro gran punto de la película es la “caricatura” que se hace de las típicas princesas Disney, que se enamoraban del primer tío bueno que aparecía, y con el que ya se querían casar. En este caso, Anna, nada más conocer a Hans ya piensa en el matrimonio, cosa que escandaliza primero a su hermana Elsa, y después a Kristoff, que la tildan de loca por querer un matrimonio con alguien a quien apenas conoce. Cosa que siempre me había impactado a mí también…
Pero otra de las grandes rupturas de la película con el Disney más clásico (y machista, es así, sé que era la época, pero lo han mantenido demasiado tiempo) es ‘el acto de amor que rompe el hechizo’. ¿Quién dice que debe ser un beso de amor verdadero? Eso es algo que Anna asume, y que incluso el público que la vemos pensamos que será así al final, como siempre, ¿no? Un auténtico placer descubrir que no, que el amor no es sólo eso.



Hablando de los personajes, y no sólo de Olaf, son todos muy bonitos y entrañables. El reno Sven que parece un perrito (muy del estilo del caballo de “Rapunzel”) es muy cuco él, luego tenemos a las protagonistas: Anna, como la chica dulce e ingenua, Elsa, la mayor, la más adulta y responsable y el entrañable y boñachón leñador Kristoff.
Además, la historia (adaptación muy libre de un cuento de Andersen) me pareció preciosa y original, con momentos inesperados y su toque diferente. No es tan previsible, aunque sepamos que todo acabará bien, lo se… y eso la hace mucho más entretenida y que te mantenga en vilo.



Uno de los puntos más débiles, para mí, son las continuas canciones. Cuando era pequeña adoraba esos momentos musicales y me los sabía (y se) de memoria, como sé que muchos de vosotros. Pero con los años, se me hacen un poco pesados (con “Rapunzel” me desesperaba y no suelo soportar los musicales) aunque admito que aquí, para esta ocasión, si ha habido un par de canciones que me gustaron, bastante pegadizas. Las de “Suéltalo” o “Por primera vez en años” eran bonitas, además de lo graciosa que era la de Olaf sobre el verano. Para mí, sería prescindible, pero sé que es la marca de la casa y que a mucha gente le encanta.
Las voces, muy bonitas y muy Disney, hay que decirlo.



En definitiva, id al cine, es totalmente recomendable para grandes y pequeños. Todos disfrutaran mucho, supera a “Rapunzel” por mucho (que me pareció flojita y clasicona) y sinceramente, me gusta mucho más que la, en mi opinión, sobrevalorada “Brave” (para mí, siempre será un bajón para Pixar, no es que me disgustase, pero me pareció típica y poco original).
Desde luego, Disney se está poniendo las pilas, “¡Rompe Ralph!” y esta lo demuestran.
Personajes entrañables, diseño muy cuidado, una historia muy atractiva y emotiva… lo tiene todo para enamorar y hacerte pasar una tarde genial.


1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, es una película muy entrañable y divertida. Y lo mejor es que me sorprendió varias veces por lo que salí encantada del cine.
    Y si tu quieres un Olaf yo quiero a Merengue el muñeco ese monstruoso que tira del castillo a los protagonistas, estaba tan mono en la escena final de los créditos XDD

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