domingo, 1 de diciembre de 2013

¡Menudo fenómeno! (Delivery Man)








Título original: Delivery Man
Año: 2013
Duración: 103 min.
País: EEUU
Director: Ken Scott
Guion: Ken Scott
Reparto: Vince Vaughn, Cobie Smulders, Chris Pratt, Britt Robertson, Jack Reynor, Erin Gerasimovich, Bobby Moynihan, Camille Kitt, Ben Bailey, Glenn Fleshler.











David (Vince Vaughn) descubre que el semen que donó a los 20 años se usó, por error, para fecundar a 533 mujeres. Y que ahora, 130 de esos niños han puesto una orden judicial para poder conocerle… y no es precisamente el mejor momento de su vida, su novia acaba de quedarse embarazada y tiene deudas que es incapaz de pagar.
Pero la idea de que es padre, y de tantos niños, cambiará radicalmente la vida de David.




Si lo que quieres es ir al cine y divertirte, pasando un rato ameno, con una película que despida buen rollo y humor por todos los lados, ¡esta es tu cinta! Y es que, te hace olvidar todos los problemas y pensar en lo bonito que es la familia y que el dinero no da la felicidad. Llegas hasta a pensar que todos los humanos son buenos, o pueden llegar a serlo, (hasta los políticos, que dan ganas de estrangular cada vez que pones el telediario) y sales con una sonrisa, y el ánimo alto, de la sala.
Pero por supuesto, no esperes de ella ninguna originalidad. Todo sucede tal y como esperas, y efectivamente, el desenlace es el deseado y el que el público sabía. ¿Juega esto en su contra? Pues no… uno ya sabe perfectamente que va a ver cuando acude a una película de estas características, comedia buen rollista para todos los públicos. ¿Todos de acuerdo en que ni es una obra maestra ni pretende serlo? Mirad que luego leo cada crítica por ahí, analizándola como si fuese aspirante al premio Nobel, que me dejan a cuadros…



Uno de sus puntos fuertes, es lo llevadera y animada que resulta, para tratarse de una historia sencilla que no innova. El hilo argumental te lleva por el camino de un hombre que se da cuenta de que tiene 533 hijos, y que 140 de ellos quieren conocerle. Y como empieza a picarle la curiosidad por conocerlos, al azar, irá seleccionándolos y yendo en su búsqueda, para ver que es de sus vidas y ayudarles si hace falta. Eso sí, sin que estos se enteren de quién es en realidad, como si se tratase de un ángel de la guarda.
El planteamiento es sencillo, sí, pero muy ameno, ¡y engancha! Cada uno de sus hijos es diferente, con unos empatizas más (el cantante, el actor, la esteticista), otros son más cansinos (el intelectual o la drogadicta), otros ‘llegan al corazón’ (el minusválido). En definitiva, que dan ganas de ir conociéndolos y ver las payasadas, y lo buenazo que es Vince, con sus hijos.

Los peros, aparte de los obvios, pues deja en el aire unos cuantos puntos, historias sin cerrar (¿y los mafiosos a los que debe dinero que?), algunas cosas poco creíbles (lo de la drogadicta era increíble)… pero sinceramente, y como ya he dicho antes, no es una cinta necesaria de un análisis profundo, porque su función es entretener y punto. Lo sabe y juega a eso. 



En cuanto al reparto, tenemos a (mi querido) Vince Vaughn, mucho más comedido que de costumbre, y alejado de las comedias gamberras a las que nos tiene acostumbrados. Cosa que le va muy bien a esta película, que necesita más de un humor blanco.
Vince repite en el rol de buen chico, con gran corazón, pero un poco cabeza hueca, bastante inmaduro e incapaz de asumir responsabilidades. Como siempre, está muy bien y gracioso en su papel. (¡Es que me encanta este chico! Lo admito…)
El resto del reparto, encaja perfectamente, resaltando al amigo de Vince en la película, el actor Chris Pratt. Muy gracioso como padre agobiado de familia numerosa y abogado de poca monta, muchos momentos divertidos nos los brinda él.



Como conclusión, es una película cuya máxima aspiración es hacerte sonreír, que pases un buen rato, y destacar los valores familiares: el apoyo, el amor, la comprensión, el perdón…
Si el cuerpo te pide esto, te prometo que te lo pasarás muy bien. Si lo que necesitas es algo más intelectual y sesudo, o no soportas ver la vida de color de rosa, ni te molestes en verla, no es para ti.
Particularmente, disfruto mucho con estas cintas, tan llevaderas y sencillas, tan ‘bonitas’… que te hacen desear que la vida real sea así. ¡Que hay tiempo para todo!, para el cine gore, para el drama (aunque, a mi pasarlo mal porque si, no me llama…) y para el humor, ¡por supuesto! Que viene genial después de una semana de trabajo y clases, desconectar con estas cintas.


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