Año: 2015
Duración: 108
minutos
País: Estados
Unidos
Director: Joel
Edgerton
Guión: Joel
Edgerton
Música: Danny
Bensy, Saunder Jurriaans
Reparto: Jason
Bateman, Rebecca Hall, Joel Edgerton, Beau Knapp, Allison Tolman,
David Denman, P.J. Byrne, Tim Griffin, Beth Crudele
Premios:
2015: Festival
de Sitges: mejor actor (Edgerton)
2015:
Sindicato de directores (DGA): nominado a mejor nuevo actor
Las vidas de un joven matrimonio se verán totalmente alteradas después de que un conocido del pasado del marido comience a dejarles misteriosos regalos y se revele un horrible secreto tras veinte años.
Me
gusta mucho sentarme delante de la pantalla, ya sea del televisor o
del cine, para ver el debut en la dirección de un actor que me gusta
bastante; ya no digo un director que comienza, no; digo un actor,
relativamente conocido por todo el mundo (digo relativamente porque
no se hasta que punto la gente conoce a Edgerton, quizás por sus
papeles secundarios en películas 'grandes', con actores 'grandes'),
que se tira a la piscina y se decide a contar una historia; y si
encima es una historia de su propia cosecha, pues mejor que mejor. Vi
el estreno de Angelina Jolie con 'En tierra de sangre y miel', con su
propio guión, y salvando algunos errores, me gusto. Vi también el
debut de Russell Crowe (este no contó su 'propia' historia, pero sí
una historia real), y también me gusto. Ahora le toca el turno a
Joel Edgerton, y puedo decir que me ha convencido muy gratamente con
su propuesta. ¿Futuro como director? Puede que si.
Simon
y Robyn son un matrimonio feliz, que después de sufrir un duro revés
en su vida, deciden cambiar de aires y mudarse a una nueva casa en
Chicago. Allí la pareja se encontrará con un viejo amigo de
instituto de Simon, y es entonces cuando comenzará un juego
peligroso plagado de regalos.
Uno
de los problemas que hemos tenido en España con esta película es su
tardanza en cuanto al estreno. Siempre ocurre lo mismo con estas
películas pequeñas que, a pesar de resultar de lo más interesante,
y de traernos caras conocidas (porque si, los tres actores lo son),
al ser tan 'pequeñas' en comparación con otras grandes
superproducciones, no consiguen digamos la distribución adecuada, y
que sin ninguna duda merecen, ya que se han ido paseando por
numerosos festivales el año pasado. Sea como fuere, esta tardanza
hace que la película llegue a nuestras manos por otros medios (si,
hablo de las descargas) y que no ayudemos tampoco a que llegue a más
sitios. Este es un tema delicado y que es muy difícil de cambiar,
así que, mientras tanto, seguiremos haciendo lo que hacemos hasta
ahora: sacarnos nosotros mismos las castañas del fuego para lograr
ver cine de calidad que los establecimientos no nos muestran.
Estamos
ante un thriller muy interesante. No voy a negar que sea algo lineal
y bastante previsible, porque lo es, y es que si le coges el truco
desde el comienzo, puedes saber perfectamente hacia donde te va a
llevar su final, y quitarle gracia al asunto. Es algo común en
novatos en el mundo tanto de la dirección como de los guiones, y es
que las influencias a veces son más la copia que la propia
influencia en si. Edgerton ha cogido prestado temas y situaciones de
otras cintas de su mismo género, y con la excusa del bullying
(lamentablemente muy de moda) nos adentra en una trama que camina
entre el thriller psicológico y el terror en estado puro. Tampoco es
que su dirección sea arriesgada, ayudando a una trama lineal a ser
algo más, sino que es de manual.
¿Que
es entonces lo que la hace tan interesante? Ciertos matices en el
guión. Por un lado, y si no eres demasiado avispado y te dedicas a
averiguar que pasará al final, solo dejándote llevar, te darás
cuenta que Edgerton crea una atmósfera muy apropiada y currada para
la cinta, ayudándose de una casa que a la vez es un laberinto de
rincones y puntos muertos, y un lugar demasiado expuesto a la vista
(las cristaleras dan mucho yuyu ya de por si, yo no podría vivir en
una casa así). Puede parecer algo chocante, pero el contrapunto es
lo que la hace interesante (sin contar el hecho de crear la ilusión
de que no estas seguro ni en tu propia casa). Y por supuesto sus
actores. Las tramas de los hombres, Bateman y Edgerton, son muy
intrigantes, y están construidas de manera bastante eficaz para
seguir creando ese ambiente enrarecido y cargado de desconfianza que
hace que tu mismo llegues a dudar de todos los personajes por igual:
no se sabe quien es el bueno y quien es el malo en esta función, y
eso es gracias a la labor de Edgerton tanto el el guión como en la
creación de su propio personaje, el mejor de los tres, por otra
parte. Aunque tampoco hay que desmerecer el trabajo de Bateman (me
encanta este hombre, haga lo que haga) y de Hall.
Un
film muy interesante por parte de Edgerton, que a pesar de no ser
relativamente original, nos deja un muy buen sabor de boca. Le veo
futuro a este hombre, y espero que siga por este camino.
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