miércoles, 6 de enero de 2016

El puente de los espías - 'Próxima lección de Historia: la Guerra Fria, por Steven Spielberg'


Titulo Original: Bridge of Spies
Año: 2015
Duración: 135 minutos
País: Estados Unidos
Director: Steven Spielberg
Guión: Matt Charman, Joel y Ethan Coen
Música: Thomas Newman
Reparto: Tom Hanks, Mark Rylance, Amy Ryan, Scott Sheperd, Sebastian Koch, Billy Magnussen, Alan Alda, Jesse Plemons, Eve Hewson, Peter McRobbie, Austin Stowell, Domenick Lombardozzi, Michael Gaston
Premios: 2015: Globos de Oro: Nominada a mejor actor de reparto (Mark Rylance) 
2015: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor secundario (Rylance) 
2015: National Board of Review (NBR): Mejores 10 películas del año 
2015: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año 
2015: Satellite Awards: 5 nominaciones incluyendo Mejor película y director 
2015: Críticos de Los Angeles: Nominada a mejor actor secundario (Mark Rylance) 
2015: Critics Choice Awards: 5 nominaciones incluyendo mejor película y director 
2015: Sindicato de Actores (SAG): Nominada a mejor actor secundario (Rylance)

James Donovan (Tom Hanks), un abogado de Brooklyn (Nueva York) se ve inesperadamente involucrado en la Guerra Fría entre su país y la URSS cuando la mismísima CIA le encarga una difícil misión: negociar la liberación de un piloto estadounidense (Austin Stowell) capturado por la Unión Soviética. 

Steven Spielberg es ese tipo que, a pesar de que pasen los años, nos sigue cayendo bien. Ya nos puede aburrir a todos con la historia de Lincoln y todo lo que llevó a la abolición de los esclavos (si, Daniel Day Lewis estaba brillante en este cinta, pero era un tanto soporífera), como que nos divierte a todos con obras como 'Indiana Jones' (no mencionaré la cuarta, para mi casi que no existe) o darle un vuelvo a la animación con películas como 'Las aventuras de Tintin: el secreto del Unicornio'. Es un hombre que ha tocado casi todos los géneros que se le han ido poniendo por delante, y, en su gran mayoría, han sido todos taquillazos que le han hecho ganarse el apodo de 'El Rey Midas', y no es para menos, ya que ver su nombre en el cartel de cierta película le da un prestigio que no cualquier director puede conseguir. Esto es tanto un regalo como un castigo, porque cuando la película no es lo que se espera, el batacazo es aun mayor.

En esta ocasión, Spielberg nos acerca la historia (basada en hechos reales, por lo visto), del abogado James Donovan, un tipo sencillo que se dedica a las polizas de seguros, pero ve como su vida cambia cuando el Gobierno de su país le manda la ardua tarea de defender al supuesto espía soviético Rudolf Abel. Esto le hará inmiscuirse en algunos problemas para los que no esta del todo preparado.


Si hay algo que no se le puede negar a Spielberg es su afán por la Historia, pero sobre todo, su afan de glorificar a los Estados Unidos dentro de la Historia. Da igual lo que se cuente o la forma en que se cuente: los americanos siempre serán los buenos, a pesar de todas las barbaridades que hagan, y siempre deberán ser ensalzados por sus obras. En esta trama la cosa no es diferente, para que vamos a negarlo, y se ve claramente que en esta función los soviéticos son los malos del cuento y que los americanos son esos héroes salvadores que harán que todo vuelva a tener un equilibrio adecuado para ambos bandos. Si dejamos esto a un lado (muchos directores son así, el patriotismo de los estadounidenses es brutal), la historia se cimenta sobre un buen guión cincelado por los hermanos Coen, y que, a pesar de tratar un tema bastante serio en la historia, La Guerra Fria y todo lo que conllevó, nos deja ver su particular toque cómico que, dentro de la sutilidad de la historia, rompe lo que sería la carga dramática que la película parece tener. No se equivoquen: no es tanto un drama político, sino que está más cerca el thriller. No es 'Munich', pero tampoco nos importa.

Y tanto como le gusta a Spielberg tratar la Historia del mundo, también le gusta contar historias de sus personajes. Aquí retrata no solo a lo que se enfrenta nuestro protagonista de cara a esos intercambios, sino al que dirán de toda esa gente que le tacha a él también de traidor por defender a alguien que ellos dicen que es un traidor, pero sus bases son sólidas: ¿por qué Rudolf va a ser un traidor si no es americano? Un Rudolf Abel encarnado por un grandioso Mark Rylance (actor de teatro, en su mayoría), y un Tom Hanks dandole la replica a la perfección, con una gran escena final entre ambos que define toda la película.


Spielberg, ese hombre que nos cae tan bien y que tanto bueno nos ha traído lo ha vuelto a conseguir: otro taquillazo en su carrera, y apostamos que no será el último. ¿Que parte de la Historia le tocará ahora retratar?

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