sábado, 13 de abril de 2019

Escape Room






Título original: Escape Room
Año: 2019
Duración: 99 min.
País: EEUU
Director: Adam Robitel
Guion: Maria Melnik, Bragi F. Schut
Música: John Carey, Brian Tyler
Reparto: Taylor Russell, Deborah Ann Woll, Logan Miller, Tyler Labine, Jay Ellis, Nik Dodani, Adam Robitel, Kenneth Fok, Jessica Sutton, Vere Tindale, Cornelius Geaney Jr., Yorick Van Wageningen, Jamie-Lee Money, Paul Hampshire, Pete Sepenuk, Dan Gruenberg, Gino Lee, Russell Crous.











Seis desconocidos se encuentran en una habitación mortal en la que deberán usar su ingenio para sobrevivir.




Cuando se estrenó “Seven”, y después de su arrollador éxito, empezaron a salir las que yo denomino ‘hijas bastardas’: películas casi clones que están ahí para exprimir la premisa que tan bien ha ido. Esto no es nada nuevo, existe de toda la vida, que se lo digan a “Mad Max” si no. Este curioso suceso podéis encontrarlos hasta en las series de TV, que se lo digan a “CSI” y la de bastardos que tiene…
Pues “Escape Room” es una de las muchísimas hijas bastardas de “Saw”. Con un lavado de cara más sofisticado, pasado por el filtro de la modernez (los escape rooms están muy de moda) y quitando la sangre para que llegue a más público.
Y ojo, que a mí me gustan las bastardas y las disfruto. Pero eso no quita que esa sea su verdadera naturaleza, no van a engañar a nadie.


Como os decía, la película es un “Saw” para todos los públicos. Es más, os juro que mi cerebro estaba esperando en todo momento oír una voz de ultratumba decir: “¿Quieres jugar a un juego?”. Me cuesta mucho reseñarla sin nombrar una y otra vez la saga de James Wan (muy superior, por cierto. Que para algo fue la primera y logró sorprendernos a todos). Al fin y al cabo, su premisa es encerrar a gente que supuestamente no tienen nada que ver entre ellos (aunque todos sabemos que sí que lo tendrán y lo descubriremos más adelante) en salas que a cada uno de ellos les recordará su pasado traumático (joder, si es que es “Saw” XD). Pero por supuesto, todo esto sin violencia ni sangre.
Pero que conste que la película engancha y tiene muy buen ritmo. Logra meter al espectador en el juego y que quiera resolver las salas junto a los protagonistas, es más, es muy divertido hacerlo y es justamente uno de sus puntos fuertes.


No encontrareis ni un momento de aburrimiento y resulta tensa y adictiva. Y además, tiene algún que otro as guardado bajo la manga para sorprender al espectador en su recta final, cuando toca desvelar todos los porqués (pero no esperéis gran cosa, que tampoco es la panacea de la originalidad).
Los actores están más que correctos. Ninguno es una cara excesivamente conocida, pero a casi todos los podéis situar, entre los más famosos: Tyler Labine era Dale en la genial Tucker & Dale contra el mal, Deborah Ann Woll es conocida por series de TV como “Daredevil” y “True Blood” y Logan Miller de “Con amor, Simon”.). Y los tenemos de todas las razas, para que nadie se ofenda.
El diseño de las salas es muy chulo y me encantó oír a Petula Clark y su ‘Downtown’ (¡hacía mil años que no la escuchaba! Me encanta esa canción).
Lo dicho, que no solo bebe (digo beber por no decir: copia con tremendo descaro) de “Saw”, en la batidora podéis meter también películas como Would you rather? (otra hija bastarda, de la que soy bastante fan y en la que salía Logan Miller, por cierto) , la mítica “Cube” e incluso coge ideas de “Blanco humano”.


En cuanto a defectos, pues los tiene, por supuesto. El más obvio son sus personajes cliché, pero no es el más molesto. Estos personajes son típicos de estas películas y los de esta no resultan especialmente desagradables, incluso te puedes encariñar con alguno.
Las escape rooms no son demasiado difíciles de adivinar por el espectador y el orden de muertes de nuestros protagonistas está más claro que el agua (lo acerté totalmente).
Pero el punto que encuentro más molesto es su final, ¡tíos, no seáis tan obvios con que queréis hacer segunda parte! Madre mía, si un poco más y no la cierran. Además, rompe un poco con las reglas que había trazado y fuerza a un final no demasiado convincente, en el que se revela que esto es solo un capitulo inicial de una saga.
Y además, para mi gusto, falta sangre (a mí siempre me falta sangre, tengo complejo de vampiro) es demasiado blanquita y antiséptica. Todo es muy pulcro y limpio. No le pega, necesita carnaza. Las muertes son sosísimas y olvidables. Pero hay que vender una saga PG13 para que pueda ir cuanto más crio mejor, que se le va a hacer… 


En definitiva, una película muy entretenida e inmersiva, que viene con fuerza y ganas de ser la sucesora de “Saw” y tener bastantes secuelas que la avalen, ella misma lo deja claro en su final. Final que por otra parte patina un poco, pero que aun así, no estropea el conjunto.
Como fan total de “Saw”, esta “Escape Room” se me queda cortísima en todos los aspectos, pero aun así me ha resultado tremendamente divertida. Y sí, iré a ver la segunda parte que ya está anunciada oficialmente. Que aunque le falten sangre y armas, ver a gente morir mientras intenta escapar de habitaciones siempre me ha gustado, llamadme sádica si queréis.









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