Titulo original: Mission Impossible - Fallout
Año: 2018
Duración: 147 minutos
País: Estados Unidos
Director: Christopher McQuarrie
Guion: Christopher McQuarrie, Bruce Geller
Música: Lorne Balfe
Reparto: Tom Cruise, Rebecca Ferguson, Simon Pegg, Henry Cavill, Ving Rhames, Vanessa Kirby, Michelle Monhagan, Alec Baldwin, Angela Basset, Sean Harris, Sian Brooke, Wes Bentley, Frederick Schmidt, Lian Yang
Sexta entrega de la saga. En esta ocasión presenta a Ethan Hunt (Tom
Cruise) y su equipo IMF (Alec Baldwin, Simon Pegg, Ving Rhames), con
algunos aliados conocidos (Rebecca Ferguson, Michelle Monaghan), en una
lucha contrarreloj después de que una misión salga mal.
Siempre se dice eso de ‘segundas partes nunca fueron
buenas’, pero ¿qué pasa cuando se trata de una sexta parte? Hay sagas que se alargan
hasta la extenuación, y es normal que, llegado a un punto, estemos cansados de
lo que nos traen, sobre todo si ya se van quedando sin ideas y lo único que hacen
es contarnos historias sin sentido y con nada más que explosiones y tiroteos
sin ton ni son (esto en las cintas de acción, claro), o con tramas absurdas
para meter relleno y llegar a las malditas dos horas de película. ‘Misión
Imposible: Fallout’ no está dentro de esta categoría, y es que aun me pregunto cómo,
después de seis entregas, pueden seguir sorprendiendo al personal, y que
digamos eso de: ‘esta cinta es, sin duda, la mejor de la saga hasta el momento’.
Una ovación para el señor Christopher McQuarrie.
En esta entrega que nos ocupa, la historia comienza donde
nos deja la última, es decir, con el IFM en pleno apogeo y con misiones cada
vez más peligrosas; nada que Ethan Hunt y su equipo no puedan solucionar. Pero algo
sale mal, y los malos se hace con el arma nuclear (plutonio) y la CIA empieza a
plantearse, una vez más, si el IFM es útil, y sobre todo, si Ethan Hunt es lo
que necesitan ahora. Una de las cosas que mas me gustan de estas películas, a parte
de su acción sin freno, es el bagaje de sus personajes. No estamos ante los típicos
personajes planos que vemos en ciertas cintas de acción, donde lo único que
hace el protagonista es repartir a diestro y siniestro sin tener en cuenta poco
o nada de lo que pasa a su alrededor. Aquí vemos como nuestros personajes
evolucionan, se equivocan, y lo mas importante, fallan; al fin y al cabo, son
humanos.
Y con esto llegamos a uno de los puntos clave de esta
saga: Ethan Hunt. Para mí, es uno de los mejores personajes de acción de la
historia del cine (junto con Jason Bourne), y es genial verle crecer,
equivocarse y aprender. En esta entrega le vemos mas inseguro que en entregas
anteriores, dudando de su juicio y de saber que hacer en cada momento. Eso sí,
siempre es fiel a sus ideales, sea cual sea el resultado. El equipo es su
familia, y daría todo por ellos. Eso es algo que, hasta que J.J. Abrams cogió
las riendas de la saga, no se había visto en ella. Que el protagonismo sea
coral es mucho más ágil para la trama, y eso se nota.
Y hablando del equipo, éste vuelve a la carga en esta
entrega, y eso es de agradecer, porque como ya dije en le crítica de ‘Misión
Imposible: Nación Secreta’, el punto clave de esta cinta es el equipo. Vale,
si, Ethan Hunt siempre es el que se juega mas el pellejo y el que hace el ‘trabajo
sucio’, pero sin el equipo que tiene detrás nada de todo lo que hace le saldría
tan bien, ¿verdad? Simon Pegg está de vuelta, y es que su Benji se ha
convertido en un indispensable en esta saga (y por eso le amamos); para darle
la réplica a Benji en el apartado cómico tenemos a Ving Rhames, un viejo
conocido, más vivo que nunca; Rebecca Ferguson vuelve a esta entrega
demostrando, una vez más, que ella solita se roba el show; y luego tenemos a
Henry Cavill, el ‘sustito’ de Jeremy Renner en esta entrega, y debo decir que
este cambio no ha hecho si no mejorar la trama más. Se mueve como pez en el
agua por la cinta, es el rival perfecto para Tom Cruise, y, que demonios, lo de
repartir hostias se le da de vicio (además de que no me acorde de Superman en ningún
momento, y eso es de agradecer). Creo que Cavill necesita más papeles de este
estilo, porque son lo suyo. Y, por supuesto, tenemos al carismático Tom Cruise,
que poco podemos decir de él salvo que es el puto amo.
Podría parecer que, al ser la sexta entrega, las ideas se
acaben, o se repitan lo que ya hemos visto, pero nada que ver. Cierto que, si
te pones a analizar a grandes rasgos la historia, es la típica de la cinta de acción,
pero McQuarrie sabe darle su toque personal, enredándolo todo cada vez más,
pero sin llegar a confundir al espectador. Escena de acción tras escena de acción,
sin apenas dejar un descanso al espectador, que solo puede sentarse a disfrutar
de todo lo que tiene que contarnos. Es un maestro, y lo sabe, por eso se
explaya todo lo que quiere y más, y nosotros solo podemos darle las gracias por
traernos un blockbuster de calidad, y no solo tiroteos y persecuciones sin más.
Tiene de todo: acción, drama, humor…todo bien batido y removido para que no podamos
dejar de mirar la pantalla y sufrir con los personajes. ¿Y que sería de nuestro héroe sin un buen villano?
Repite Sean Harris en el que, para mí, es el mejor antagonista de toda la saga.
Queridos seguidores del cine de acción, de la adrenalina
y de las persecuciones y tiroteos orquestados de manera brillante: estáis ante
vuestra película. La vais a disfrutar como nunca
No sé si, con cada entrega que salga, diremos estas palabras,
pero lo que tengo claro es que con ésta si lo voy a hacer: esta película es la
mejor de la saga. Ahora toca volver a revivirlas todas y disfrutar, una vez más,
del buen cine de acción.
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