sábado, 21 de julio de 2018

Popurrí de estrenos (18)




Vuelvo con reseñas por el blog, después de un par de semanas de ausencia debido a jornadas un tanto maratonianas de trabajo. Pero bueno, ir al cine (y verlo en casa) es algo para lo que siempre encuentro tiempo. Así que como al cine he ido bastante, vengo con un popurrí de las tres últimas películas que fui a ver.
¿Os apetece leer que me parecieron?





Sicario: el día del soldado
(Sicario: Day of the Soldado)


EEUU, 2018; Duración: 122 min., Director: Stefano Sollima, Guion: Taylor Sheridan, Música: Hildur Guðnadóttir, Reparto: Benicio del Toro, Josh Brolin, Matthew Modine, Catherine Keener, Isabela Moner, Jeffrey Donovan, Elijah Rodriguez, Christopher Heyerdahl, Manuel García-Rulfo, Bruno Bichir.
Género: thriller, drama, acción, crimen, secuela.

Sinopsis: La guerra contra los cárteles de la droga se ha intensificado en la frontera entre EE.UU. y México a medida que éstos se han metido en el negocio de tráfico de personas, introduciendo en suelo americano a terroristas islámicos. Para hacer frente a esta nueva guerra sucia, el agente federal Matt Graver (Josh Brolin) planea una idea para que los carteles se enfrenten entre ellos. Para ello volverá a reclutar para la peligrosa misión al volátil mercenario Alejandro Gillick (Benicio del Toro)...
Secuela de 'Sicario' (2015).


Lo mejor: pues teniendo a Benicio del Toro y a Josh Brolin en su reparto, ya os imaginareis que es ese su punto fuerte. Los dos son geniales actores y tiene dos personajes muy bien construidos.
Mucho más violenta, seca y dura que la anterior (y con eso a mí me gana). Cuenta la historia de dos amigos y sus violentos destinos.
Muestra el mundo de los cárteles sin ningún deje de romanticismo y es tan áspera que viéndola te tragas desde el polvo del desierto hasta las balas.
Atrapa hasta en sus momentos más lentos (que los tiene, en herencia de su predecesora), está bien construida y es bastante realista con el tema, sin concesiones, y mostrando la dura realidad del tráfico de personas.
Estupenda recreación tanto de persecuciones y tiroteos, como del mundo de la mafia y del tráfico de personas entre México y EEUU.

Lo peor: quizás solo se le podría echar en cara que es menos innovadora, que sigue un guion más convencional y que hay un par de cositas que chocan con ese aire tan real de la película (si, hablo de las ‘resurrecciones’).

Conclusiones: la verdad, fui a ver la película porque tenía un par de entradas gratis para el cine. Se añade que Benicio y Josh me encantan, y que el tema de los cárteles sudamericanos me atrae, pero tengo que admitir que la primera película no me gustó demasiado (me pareció lenta y pesada y sus personajes no me atrajeron nada) y por eso en un principio no estaba en mi lista de películas a ver. Pero mira por donde, acabé yendo, y además me gustó mucho más que su predecesora.
Quizás es porque esta es más seca y violenta. No sé, el caso es que la disfruté. Así que si no os terminó de convencer la primera, animaros con ella. Si no la habéis visto tampoco pasa nada y si la visteis y os gustó, probad con ella también, pero su estilo es bastante diferente.





El rascacielos
(Skyscraper)


EEUU, 2018; Duración: 103 min., Director: Rawson Marshall Thurber, Guion: Rawson Marshall Thurber, Música: Steve Jablonsky, Reparto: Dwayne "The Rock" Johnson, Neve Campbell, Pablo Schreiber, Roland Møller, Paul McGillion, Adrian Holmes, Noah Taylor, Kevin Rankin, McKenna Roberts, Byron Mann, Matt O'Leary, Tzi Ma, Chin Han, Hannah Quinlivan, Beatrice King, Kathy Wu, Venus Terzo, Vivian Full, Elfina Luk.
Género: acción, thriller.

Sinopsis: Will Sawyer, antiguo líder del Equipo de Rescate de Rehenes del FBI y veterano de guerra del ejército de Estados Unidos, ahora se encarga de evaluar la seguridad de los rascacielos. Durante un viaje de trabajo en China, se ve incriminado en el incendio del edificio más alto y seguro del mundo. Perseguido y a la fuga, Will deberá encontrar a los que le han tendido la trampa, limpiar su nombre y rescatar a su familia, atrapada en el interior del rascacielos… sin sucumbir a las llamas.


Lo mejor: el carisma inmenso de The Rock, sin ningún tipo de duda. Se ha creado un personaje que ‘enamora’. Cae bien a todo el mundo y siempre interpreta a alguien a quien es fácil querer: buena persona, inteligente, humilde, dulce, sensible, un tío con humor… y súmale que está de muy buen ver. Vaya, que le pides matrimonio a la de ya. ¿O no? Quizás es demasiado perfecto…
Y como es tan molón, él solito va a trepar el rascacielos más grande del mundo (no importa que le falta una pierna) él puede con todo: salvar a su familia, detener a los malos, salvar el edificio, apagar el incendio… un día normal en la vida de The Rock, vaya.
Pues eso, que aun con todos los defectos que tiene, la película es tremendamente adictiva. Acción sin frenos, frases molonas, The Rock siendo The Rock… no importa que sepas exactamente que va a pasar. Flipas con las cosas que hace y te hace padecer vértigo aunque no lo tengas cada vez que salta desde sitios imposibles o trepa por sitios inestables. Divertida de principio a fin.
Ains la cinta americana, que gran invento.

Lo peor: es difícil encontrar una película con tal cantidad de tópicos y previsibilidad. Ya desde un principio, te va dando pistas (¡que dando! Te las escupe a la cara. Y bien masticaditas) de como irá evolucionando todo, desde el reinicio del móvil de cuando empieza, hasta cuando te muestra la bola esa que está en lo alto del rascacielos. Es curioso, pero sin haberla visto antes, es como si ya lo hubieses hecho.
Todos los secundarios (del team bueno o team malo, da igual) son gilipollas. El único inteligente es The Rock (y su familia).
Mezcla en la coctelera el refinamiento del cine de catástrofes de “El coloso en llamas” con el de “Muerte súbita” de Van Damme y tienes esta película.

Conclusiones: id a verla, es el perfecto entretenimiento veraniego. Sala de cine XXL con aire acondicionado, película 100% acción sin un segundo para hacerte pensar y que engancha de principio a fin. Definición de cine de verano perfecto por completo.
Bueno, si eres un muermo que odia a The Rock (¡fuera de aquí!) y solo quieres cine sesudo, pues no la veas. Pero el resto fijo que la disfrutáis.





Hotel Transilvania 3: unas vacaciones monstruosas
(Hotel Transylvania 3: Summer Vacation)


EEUU, 2018; Duración: 97 min., Director: Genndy Tartakovsky, Guion: Michael Mccullers, Genndy Tartakovsky, Música: Mark Mothersbaugh, Reparto: animación.
Género: animación, comedia, fantástico, secuela.

Sinopsis: Nuestra familia de monstruos favorita se embarca en un crucero de lujo para que por fin Drac pueda tomarse un descanso de proveer de vacaciones al resto en el hotel. Es una navegación tranquila para la pandilla de Drac, ya que los monstruos se entregan a toda la diversión a bordo que ofrece el crucero, desde el voleibol de monstruos y las excursiones exóticas, a ponerse al día con sus bronceados de luna. Pero las vacaciones de ensueño se convierten en una pesadilla cuando Mavis se da cuenta de que Drac se ha enamorado de la misteriosa capitana de la nave, Ericka, quien esconde un peligroso secreto que podría destruir a todos los monstruos. 



Lo mejor: ¡al fin sale Van Helsing! Es una estupenda película de animación con monstruos clásicos (añadimos más para este 3ª entrega, que suma más referencias cinéfilas), a los que lleva homenajeando desde que todo empezó con la primera película en 2012. Y eso me encanta. Ha sabido plasmarlos y crear una historia muy entretenida plaga de personajes carismáticos y adorables, pero siempre con ese puntito oscuro. Y es que, ¿Qué pasaría si los monstruos existiesen pero no fuesen exactamente como pensábamos?
Cuenta con una animación estupenda y llena de colorido, con personajes muy expresivos y llamativos. ¡Y para esta nueva película tenemos muchísimos más!
Es muy divertido ver cómo se desarrolla la acción en un crucero de lujo para monstruos. Tiene un guion ágil y ameno y el tiempo pasa volando mientras la ves. Siempre está llena de situaciones de humor que te sacan una sonrisa y mucha música, por supuesto (fan del momento ‘La Macarena’). Lo genial de estas películas es el buen rollo que desprenden y esa sonrisa que permanece en tu cara todo el metraje.
Está hecha con mucho cariño, sigue en forma a pesar de ir ya por la tercera entrega y en ningún momento da la sensación de agotada.
Y por supuesto, el doblaje sigue siendo uno de sus puntos fuertes. Santiago Segura como la voz de Drac es fantástico.

Lo peor: pierde un poco el toque más oscuro del castillo, ya que se van de vacaciones y todo es mucho más colorido (y que Drac y sus colegas ya se abren más al mundo de los humanos, claro). Pero para ser la tercera ya de la saga, no se le puede achacar mucho más.

Conclusiones: muy divertida, para pasártelo pipa en el cine, ya sea con peques al lado o sin ellos. Mucho humor, referencias al cine de monstruos, buena animación y mucho ritmo. A mí me ganan con cualquier película que protagonice Drácula y mente a más vampiros célebres (¡ese Nosferatu es la caña!), pero de verdad que las tres películas merecen la pena y animo a todo aquel que aún no las haya visto a ponerse con ellas. Y si te gustaron, esta no te defraudará tampoco.


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