sábado, 20 de julio de 2019

Annabelle vuelve a casa (Annabelle Comes Home)







Título original: Annabelle Comes Home
Año: 2019
Duración: 106 min.
País: EEUU
Director: Gary Dauberman
Guion: Gary Dauberman (Historia: James Wan)
Música: Joseph Bishara
Reparto: Mckenna Grace, Patrick Wilson, Vera Farmiga, Madison Iseman, Katie Sarife, Michael Cimino, Stephen Blackehart, Steve Coulter, Eddie J. Fernandez, Emily Brobst, Alison White, Paul Dean, Luca Luhan.











Los demonólogos Ed y Lorraine Warren están decididos a evitar que Annabelle cause más estragos, así que llevan a la muñeca poseída a la sala de objetos bajo llave que tienen en su casa. La colocan "a salvo" en una vitrina sagrada bendecida por un sacerdote. Pero una terrorífica noche nada santa, Annabelle despierta a los espíritus malignos de la habitación, que se fijan en nuevos objetivos: la hija de diez años de los Warren, Judy, su niñera y una amiga de esta.




Que soy fan del Warrenverso a más no poder ya lo sabe todo el mundo. He ido al cine a ver todas y cada una de las películas con las que empezó James Wan y con las que creó todo este mundillo (y que luego otros han ido continuando) y las he disfrutado una barbaridad. Fue un poco la vuelta al terror más clásico, de sustos y seres diabólicos, que se hacía antes. Pero el hecho de unirlo todo le ha dado un toque especial. No sé, yo soy muy feliz de que Wan exista y nos haya traído todas estas películas (más “Saw”). Y creo que cualquier fan del terror pensará como yo.

El Warrenverso está formado no solo por las películas de “Expediente Warren” (dos hasta el momento y una tercera en marcha), sino también por todos sus spin-offs, que se centran en las historias particulares de cada uno de los seres sobrenaturales con los que se ha enfrentado el matrimonio Warren. Nos llegaron La llorona y La monja, pero si hay una niña bonita y mimada en este mundillo, esta es Annabelle. Y es que, la muñeca siniestra siempre ha sido una de las favoritas, esta es su tercera película y su camino ha sido muy curioso, de empezar con una primera entrega un tanto floja, a remontar bastante en la segunda y a ser muchísimo mejor en esta última.


Y es que sí, esta tercera entrega es pura diversión desde el principio. Todos conocemos la (magnifica) sala de la casa de los Warren, que guarda todos los artilugios poseídos que han ido acumulando conforme ayudaban a la gente. Está bajo llave y nadie puede entrar en ella, hay mucha maldad encerrada y Annabelle es uno de los objetos más peligroso ¿Y que creéis pasará? Pues que se desatará el caos cuando una amiga de la niñera de la hija de los Warren llegue a casa con ganas de hablar con su difunto padre, y no solo saque a Annabelle de su vitrina, si no que libere también al resto de objetos de la habitación.
Y aunque es una película sobre Annabelle, la cinta funciona más como ‘monster movie’ de todos (o casi) los seres que pululan por el Warrenverso, eso sí, capitaneados por la muñeca más terrorífica que pueda existir (porque habéis visto a la original, ¿verdad? No se parece en nada. Adoro el terrorífico diseño elegido para ella). 


Si ya la sala de objetos es una pasada (cual museo maldito), recorrerla en pantalla grande es un lujo. Llena de detalles y absolutamente aterradora. Todos los guiños a las demás películas están ahí, así que ¡preparaos para un paseo a la casa de los horrores!
Hay muchos seres nuevos que conoceremos, algunos de ellos tremendamente carismáticos y a los que querremos ver en más películas. Como la armadura samurái (¿puedo pedir una película para ella ya mismo?), la televisión, las monedas de los muertos, el famoso mono o la máquina de escribir y todo esto no hace más que expandir el magnífico universo.
Todos estos nuevos espíritus tendrán su momento perfecto en la película. Y ojo, porque no busca asustar con el susto fácil de subir el volumen y ya, se trata de mantener al espectador sin respiración e ir creando la atmosfera propicia. Buena muestra de ellos es el excelente prologo con el que la película comienza.


Lo dicho, un estupendo uso del terror, cómplice con el espectador y que no lo toma por tonto. De guion genial (su director, Gary Dauberman, ya está curtido y es un buen aprendiz de Wan) que sabe cuándo y cómo debe mostrar el miedo al espectador. Además de poseer un ritmo envidiable, que hace que la cinta vuele.
Ya he hablado del ‘terror clásico’ al principio de esta reseña y con ello me refiero a esa manera de usar la atmosfera característica de la saga: la niebla, un cementerio, los espectros… todo muy típico de la Hammer. Sin olvidar que este ‘batiburrillo’ de monstruos siempre ha sido un clásico, ya la Universal lo hizo mezclando a sus icónicos monstruos. Y siempre funciona muy bien. 


Lo dicho, terrorífica y divertidísima. La muñeca sigue acojonando y sus nuevos amigos son geniales. Esta tercera parte funciona a la perfección y ni de lejos es el desastre que muchos vaticinaban. Resulta una auténtica delicia, que recomiendo tanto a los ya fans como a los nuevos seguidores y a cualquier fan de terror.
La cinta abre aún más las posibilidades (y te deja con ganas de mucho más) y es un gusto reencontrarse con Vera y Patrick como el famoso matrimonio Warren.
Annabelle mola, pero yo ahora necesito saber más de la armadura samurái. ¿Me harán caso?








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