sábado, 6 de julio de 2019

Limpiando el disco duro (21)





No estoy cumpliendo nada de nada con la limpieza del disco duro. Solo sigo acumulando y acumulando... (no tengo remedio) y estas que os traigo ya las vi hace tiempo, así que ya era hora de ir sacándolas a la luz, pero con tanto estreno en cines (más el reto cinéfilo) no doy abasto para escribir (porque ver, veo muchas) XD
En fin, ¿os pasáis a ver que me parecieron? Debería haber seguido con popurrís de estrenos y demás, pero no he tenido tiempo de ponerme a escribir nada... ¡para la semana que viene ya! :P





Blanco humano
(Hard Target)



EEUU, 1993; Duración: 92 min., Director: John Woo, Guion: Chuck Pfarrer, Música: Graeme Revell, Tim Simonec, Reparto: Jean-Claude Van Damme, Lance Henriksen, Arnold Vosloo, Yancy Butler, Wilford Brimley, Kasi Lemmons, Lenore Banks, Willie Carpenter, Chuck Pfarrer, Robert Apisa, Eliott Keener, Marco St. John, Joe Warfield.
Género: acción, remake.

Sinopsis: Dos hombres despiadados, Fouchon y Van Cleaf, han convertido Nueva Orleans en su particular coto de caza, donde organizan siniestros torneos que enfrentan a sus asesinos con veteranos de guerra, a quienes prometen 10.000 dólares si logran sobrevivir. Desde luego, ninguno de los infortunados que se atreve a probar suerte en tan sangriento juego llega a cobrar el premio. Las cosas cambiarán el día en que Chance Boudreaux (Jean Claude Van Damme) decide participar en el juego... Chance, sin embargo, no es un héroe noble y altruista, sino un solitario "cajun" que solamente quiere cobrar los 217 dólares que necesita para saldar sus deudas con el sindicato de marineros mercantes. 


Lo mejor: entretenidísima y llena de acción sin fin. Y esta vez no se limita solo a que Van Damme demuestre su buen hacer con las artes marciales (que siempre es un gusto ver), aquí también hay tiroteos y explosiones continuos (pero una buena patada voladora de JC siempre es mejor que ningún arma de fuego). Vaya, que si eres fan del cine de acción no te va a aburrir ni decepcionar, enseguida va al grano y además tiene una trama más elaborada (se paga a pobres por participar en un ‘juego’ de caza en el que los ricos tratan de matarlos, cual safari, vaya), que la típica de venganza que puebla por estas cintas. Así que funciona muy bien como thriller en el que se van investigando las extrañas desapariciones de vagabundos, y no solo es un escaparate para que JC se luzca (que también se luce, no nos engañemos).
Además, es tremendamente violenta y emocionante. Todo un gustoso exceso de testosterona.
En cuanto a los actores, ya sabéis de mi debilidad por Van Damme (y su increíble forma física demostrando su dominio de las artes marciales). Nunca ha sido un actorazo, pero la verdad es que fue evolucionando bastante y ha llegado a estar más que correcto (en los papeles de su tipo, por supuesto). Y en esta ocasión es acompañado por caras muy conocidas como la de Lance Henriksen (“Alien”) y la de Arnold Vosloo (Imhotep en “La momia”) que le dan más empaque a la cinta.
Buenos efectos y destrucción sin límites, no se han ahorrado nada, nadie les acusará de tacaños en uso de armas, asesinatos y quema de decorados. 



Lo peor: lo típico de estas producciones (además de ser necesario que te guste el género para disfrutarla), pero como el producto que es funciona a las mil maravillas, no se pide más.

Conclusiones: una cinta salvaje y bruta, tremendamente adictiva. No hace falta que seas ultra-fan del cine de Van Damme para que te guste. Con que disfrutes de la acción sin frenos te molará. Tiene algunas características del típico cine de Van Damme de la época, pero ahonda también en el thriller, así que tiene un puntito diferente.
¿Y esta película como es que no la vi yo hace muchos años? Debí de guardarla en el disco duro y extraviarla… muy recomendada. 






Idiocracia
(Idiocracy)


EEUU, 2006; Duración: 81 min., Director: Mike Judge, Guion: Mike Judge, Etan Cohen, Música: Theodore Shapiro, Reparto: Luke Wilson, Maya Rudolph, Terry Crews, Dax Shepard, David Herman, Sara Rue, Stephen Root, Justin Long, Thomas Haden Church, Robert Musgrave.
Género: comedia, aventuras, ciencia-ficción, distopía, viajes en el tiempo.

Sinopsis: Tras un experimento militar fallido, el oficial Joe Bawers (Luke Wilson) y la prostituta Rita (Maya Rudolph) despiertan quinientos años adelante en el futuro, en un mundo distópico en el que la selección natural ha favorecido a los más idiotas, debido a que se reproducen más. Esto ha resultado en una humanidad estúpida e ignorante, de modo que Joe descubre que es el hombre más inteligente del planeta. Pronto se convierte en un cercano consejero del Presidente de los Estados Unidos, el excéntrico Camacho (Terry Crews). 




Lo mejor: ¡es ultra divertida! Y lo peor (o mejor) es que acierta… normalmente las películas no dan una cuando muestran el futuro, pero esta nos enseña el año 2500 y se parece mucho a 2019. ‘Idiotidad’ generalizada, comida basura en exceso, un payaso como presidente de EEUU (bueno, aquí se quedaron algo cortos, Trump es más idiota), se pasan el día viendo videos de gente dándose hostias, nadie piensa ni un poco, se creen lo que se pública en los medios, los ordenadores gestionan la mayoría de cosas pero funcionan fatal, el nivel de contaminación es horriblemente alto, se discrimina a todos los diferentes, la globalización lo ha vuelto todo igual y sin personalidad, y se hacen espectáculos de muerte en directo. Veis, exceptuando esto último (aún tenemos tiempo, tranquilos) lo han clavado.
Es una cinta cínica y critica, mordaz y demoledora en muchos aspectos, lo digo porque es fácil reconocer a la sociedad en ella. Mostrando un mundo idiotizado y globalizado en el peor de los sentidos. Siempre con humor, sí, pero la verdad también está ahí.
Tiene un ritmo rápido y una duración muy corta que hace que el metraje vuele. Los personajes son divertidos y resultan carismáticos. Los protagonistas, Luke Wilson y Maya Rudolph, están muy bien y tremendamente divertidos.


Lo peor: lástima que no sea todo lo redonda que podía haber sido y acabe cayendo un poco en la idiotización de la que se queja (y sí, algún que otro chiste chusco). Pero bueno, se le perdona.

Conclusiones: no sé cómo llegó a mi disco duro, de verdad que no. Recuerdo que llevo viéndola ahí años y siempre pensando lo mismo: “¿y esta película con pinta de comedieta americana mala que hace aquí?”. Pero un buen día, que necesitaba algo corto y que no me hiciese pensar, me decidí a ponerla y… ¡sorpresa! Me estaba encantado. Era mucho más ácida de lo que pensaba (yo imaginaba alguna gilipollez estilo “American Pie”, y nada que ver) y, lo importante, muy entretenida y divertida. Si tenéis oportunidad, no os perdáis esta sátira sobre la estupidez y el amodorramiento de la sociedad y el ser humano.






Cazador de demonios
(Gallowwalkers)


EEUU, 2012; Duración: 90 min., Director: Andrew Goth, Guion: Andrew Goth, Joanne Reay, Música: Stepehen Warbeck, Reparto: Wesley Snipes, Riley Smith, Kevin Howarth, Tanit Phoenix, Steven Elder, Patrick Bergin, Dallas Page, Jenny Gago, Alyssa Pridham, Alex Avant, Simona Brhlikova, Hector Hank, Jonathan García, David De Beer, Derek Griffiths, Tommy Van der Nest.
Género: western, terror.

Sinopsis: Un misterioso pistolero, Aman, es el hijo de una monja que rompe su pacto con Dios para asegurar su supervivencia. Este acto provoca que una maldición caiga sobre Aman - todos los que mueren por su arma vuelven a la vida. Pronto, es perseguido por una banda de no-muertos, dirigida por el vicioso Kansa. 


Lo mejor: la estética mola, de verdad que sí. Y además técnicamente está muy currada.
La acción, cuando aparece, es frenética y muy sangrienta.
Wesley mola. Está como en “Blade”, pero con revolver en lugar de katana y en vez de vampiros, una especie de zombis.
Tiene su puntito gracioso al mezclar tantos géneros y se guarda algún que otro misterio que te hace tener ganas de quedarte hasta el final para ver como acaba todo.



Lo peor: vamos a ver, ¿esos dos guionistas acreditados que trabajo hicieron? Porque aquí no hay guion, parece que hay una serie de directrices y ya los actores que hagan lo que quieran (o puedan). Cogemos de aquí y de allá (la mayoría de las cosas se las han copiado a las películas de Sergio Leone, especialmente a “Hasta que llegó su hora”) y te montamos este esperpento. A Wesley le dijeron: tú como si estuvieses en “Blade”. Y eso hizo (y así se publicitó, si no, mirad la carátula de la peli...).
No se explica nada de lo que sucede, los diálogos dan risa, los actores parecen no enterarse y todo cae un poco en lo ridículo.
No tengo muy claro si fue un problema de montaje o es que el guion era así. Sea como fuese, el resultado es un despropósito.

Conclusiones: esta sí que sé porque lleva tantas años en el disco (igual van ya para 5), las criticas malísimas me hicieron plantearme borrarla directamente y pasar de perder tiempo viéndola muchas veces. Pero como soy masoca, me gusta el western y me gusta Wesley Snipes, pues acabé poniéndomela. Y oye, yo no sé si sería porque me esperaba un truño épico, que me la vi del tirón sin aburrirme. Está claro que no es buena y que tiene muchos (pero muchos) fallos, pero en fin, para ver en un rato aburrido (y si buscas algo corto) pues entretiene. Tiene sus cosas molonas y como mis expectativas eran tan bajas…






Feliz Navidad Mr. Lawrence
(Senjo no Merry Christmas)


Japón, 1983; Duración: 124 min., Director: Nagisa Ôshima, Guion: Nagisa Ôshima, Paul Mayersberg (Novela: Sir Laurens Van Der Post), Música: Ryuichi Sakamoto, Reparto: David Bowie, Ryuichi Sakamoto, Tom Conti, Takeshi Kitano, Jack Thompson, Yuya Uchida, Johnny Okura.
Premios:
1983: Premios BAFTA: Mejor música banda sonora.
1983: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película).
Género: drama, bélico.

Sinopsis: Durante la Segunda Guerra Mundial el soldado británico Jack Celliers (David Bowie) llega a un campo de prisioneros japonés. El comandante del campo cree firmemente en valores como la disciplina, el honor y la gloria. En su opinión los soldados aliados son cobardes al entregarse en vez de suicidarse. Uno de los prisioneros trata de explicar a sus compañeros la forma de pensar de los japoneses, pero éstos le consideran un traidor. 


Lo mejor: ¡todo! Pero me encantaría destacar el papel de Takeshi Kitano como Hara. Es, como muchas veces en sus actuaciones, violento y conmovedor a la vez, en ocasiones como un niño. Sus diálogos con Lawrence son brillantes y es justo la amistad que entabla con este, y las escenas que ambos comparten, de mis momentos favoritos de la película. Genial su actuación, acabas cogiéndole mucho cariño.
Y eso me lleva a hablar ahora de Lawrence, al que da vida un estupendo Tom Conti. Un hombre que habla japonés y es el nexo de unión entre los prisioneros y los japoneses. Una persona de carácter humanista, que muestra mucho interés por la cultura japonesa y que entabla amistad con Hara. El final de la película, con ambos hablando (esta vez, los dos en inglés) es conmovedor e inolvidable. Muy bonita y triste a la vez.
El otro duplo de la película lo forman Celliers (Bowie) y Yonoi (Sakamoto), que al contrario que Hara-Lawrence que son más cercanos para el espectador, estos resultan más lejanos y misterioso. Los dos personajes tienen mucho en común, a pesar de pertenecer a dos mundos muy distantes. Celliers se siente inadaptado y siente que ga decepcionado a los suyos y Yonoi es como un samurái nacido en la época incorrecta. Y cuando ve por primera vez a Celliers todo se trastoca.
La cinta tiene muchos momentos inolvidables, pero si hay que destacar uno es la escena del beso. Un simple beso (bueno, dos) a las mejillas que lo cambia todo y que tiene muchas lecturas, partiendo desde lo inmoral que resulta a los ojos de un japonés. Mientras que para un occidental no es lo mismo.
Y es que, la mezcla de culturas es el centro de la película. El choque oriente-occidente y como cada una ve de forma tan diferente temas como: la amistad, el honor, la disciplina y la homosexualidad. Y todos se tratan desde el punto de vista de ambas culturas.
En definitiva, que estamos ante una película bélica, pero centrada en las relaciones que surgen entre vencedores y vencidos. De estupendo guion y preciosa banda sonora
Una de esas cintas que, cuando terminan, sigues dándoles vueltas. Y eso es algo que me encanta. 



Lo peor: no le encuentro peros.

Conclusiones: ni sé ya la de años que llevo queriendo verla (esta y otras muchas de Bowie como actor), pero aprovechando que estaba repasando la obra de Kitano y que él aparece aquí (que ya ni me acordaba) decidí que era el momento. Y… ahora no me la puedo quitar de la cabeza. Magnifica y preciosa. Totalmente recomendable. Grandes actores, grandes personajes y una historia que deja huella.


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