Año: 2013
Duración: 93
minutos
País: Reino
Unido
Director: Richard
Shepard
Guión: Richard
Shepard
Música: Rolfe
Kent
Reparto: Jude Law, Richard E. Grant, Demian Bechir, Emilia Clarke, Kerry Condon, Jumayn Hunter, Madalina Ghenea, Nathan Stewart-JarrettDom Hemingway (Jude Law) es un hábil y arrogante ladrón de cajas fuertes, un tipo listo y algo perturbado que rebosa una exultante energía. Después de doce años en prisión, Dom vuelve a las calles de Londres dispuesto a cobrar lo que le deben por mantener la boca cerrada y no delatar a su jefe, Mr. Fontaine (Demián Bichir). Dom intenta además recuperar el contacto con su hija (Emilia Clarke), de la que se ha distanciado, pero pronto se ve de nuevo inmerso en el único tipo de vida que conoce.
Dom Hemingway es un tío bastante peculiar; es un ladrón a la vieja usanza que lleva doce años en prisión. Ahora él ha salido de la cárcel y lejos de dejar esa vida destructiva de lado, intenta recuperar esos doce años en poco tiempo, con cantidad de excesos. Pero su principal prioridad es hacer las paces con su hija, de la que apenas sabe nada. ¿Será capaz de abandonar su deplorable vida y volverse normal?
Como ya he dicho, esta película, así de primeras, quizás no te pueda llamar mucho la atención, a no ser que
seas fan de Jude Law y veas cualquier cosa que haga (así me he tragado yo algunos pestiños que vamos; hay que ver lo que hacemos por nuestros actores favoritos). El caso es que te pones a verla, y ya solo con la primera escena consigue engancharte de tal manera que ya no puedes dejar de mirar la pantalla; y es que ver a Jude Law, haciendo un monologo sobre la magnificencia de su pene, con toda clase de adjetivos (calificativos y superlativos, sobre todo superlativos) mientras le hacen una felación, pues oye, te hace pensar si toda la película va a ir por esos lares, y si es así, te acomodas bien y disfrutas ante tanto exceso, grosería y violencia. Porque hay de todo esto, y en cantidad, en exceso, valga la redundancia. Pero no es perfecto. A pesar de todo esto que ya he dicho, y que resulta muy agradable (entre comillas) de ver, cuando se mete en el terreno de la redención del padre con su hija, el barco zozobra mucho, y aburre. Porque nosotros queremos ver al alocado Dom Hemingway, no al blandengue que luego es.
Que esa es otra. Últimamente en el cine esta de moda el poner a un tipo, de la calaña que sea, ladrón, matón, policía, de la CIA, en fin, de lo que sea, con un problema con su hija, ya sea adolescente o ya bien crecidita, e intentar superar ese bache a la vez que solucionan todos los problemas a los que se enfrentan, que son muchos. ¿Que necesidad hay? Porque hay películas que quizás si lo pidan, o si no lo hace esta llevado de tal manera que cuadra con todo lo que nos esta contando. Pero en esta cinta no encaja, para nada, porque nos muestra a este tipo, asqueroso en muchas ocasiones, que luego cambia tan rápidamente que no te crees esa redención de la que parece servirse ahora. Esa parte del guion no esta bien trabajada, tiene quizás demasiado protagonismo cuando lo que en realidad queremos ver es a Hemingway y sus cosas, porque tiene unas cuantas. Pero bueno, se puede aguantar, porque cuando luego vuelve a aparecer Dom Hemingway junto a su compañero haciendo de las suyas, se resarce de lo aburridos que nos ha dejado antes.
Curiosa también es la estética de la cinta. Es muy colorida, con tonos muy luminosos y sin tonos apagados, en contraposición a lo que realmente nos esta contando la historia, la oscura personalidad del personaje, su descenso a los infiernos con drogas, alcohol y sexo, como un adelanto de en lo que puede llegar a convertirse nuestro protagonista. Una estética que va muy bien con las grandes escenas de la cinta, que hay varias (sobre todo cuando sale Richard E. Grant, o la de la caja fuerte), dándolas un toque algo más surrealista de lo que ya en realidad puede ser. Es divertida, que cojones, y aunque veamos fallos en ella, y nos pueda aburrir en ciertos tramos, como visión general nos hace gozar igual que Hemingway.
En cuanto al reparto, Jude Law es lo mejor de la cinta junto con Richar E. Grant. No ha ganado todos esos kilos en vano, y ya se sabe que cuando se hacen estas cosas es porque realmente crees en lo que estas haciendo. Hace suyo el personaje, le dota de una personalidad propia, haciendo que al principio pensemos que es muy fantasma (ese monologo del inicio es genial), cayéndote muy bien a medida que va pasando la película, sufriendo tu mismo una evolución a la vez que la sufre el personaje (aunque parezca que vayan por caminos diferentes). Porque no seremos Dom Hemingway, pero tampoco lo queremos. Luego cabe destacar también a Richard E. Grant, con un personaje genial (mejor en ocasiones que el de Law), que se come la escena cada vez que aparece, y con unas replicas a Hemingway que haran las delicias de todos nosotros.
En definitiva, una película que necesita más de un visionado para comprender bien lo que nos quieren contar, para entender bien todos los motivos y para comprender lo bueno del festival de colores y excesos que nos están enseñando. Fantástico Jude Law en uno de los papeles de su carrera.
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