jueves, 2 de abril de 2015

Ahí os quedáis - 'Es una versión de 'Agosto', pero bastante más light'








Titulo Original: This is where I leave you
Año: 2014
Duración: 103 minutos
País: Estados Unidos
Director: Shawn Levy
Guión: Jonathan Tropper (Novela: Jonathan Tropper)
Música: Michael Giacchino
Reparto: Jason Bateman, Tina Fey, Adam Driver, Rose Byrne, Corey Stoll, Kathryn Hahn, Connie Britton, Timothy Olyphant, Dax Shepard, Jane Fonda, Ben Schwartz, Carly Brooke Pearlstein, Debra Monk, Abigail Spencer







La muerte del patriarca congrega por primera vez en muchos años al clan de los Foxman. El luto de Judd es doble: además de su padre tambien ha muerto su matrimonio. Es de dominio público que Jen, su mujer, tiene un romance con su jefe. Siguiendo la tradición judía, los Foxman deberán permanecer en la casa familiar siete días y siete noches. El conflicto surge al salir a la luz viejas pasiones y rencores del pasado, ocultos durante años. Cuando parece que la situación va a estallar, llega Jen para comunicar una importante noticia: está embarazada. 


Soy bastante ‘especial’ (por llamarlo de algún modo) en lo que a comedias se refiere, y es que se ve que las cosas que a todo el mundo a mi no me hacen gracia, y lo que a los demás le parece absurdo a mi me encanta. Seré rara. El caso es que el cine americano tiene mucho de esta comedia absurda de la que os hablo: películas en las que, para hacer reír al publico, tiran de los típicos chistes de pedos, tetas y todo el rollo ese, y después le cuelgan el titulo de comedia gamberra, porque, ¿por qué se tiren todo el día revolcándose por donde pillan? Pues para mi eso tiene bien poco de gamberro, y lo que me resulta es repetitivo y aburrido. Y aun así, me veo muchas de las que sacan, soy así. Yo soy más de la comedía británica, con ese humor tan suyo, y tan negro, que no te hace reír a carcajadas pero que si te hace sonreír, asentir con la cabeza y decir ‘tiene razón’. Pero de vez en cuando, los americanos, pasan de ese tipo de comedia y se acercan a una más real, más de la vida cotidiana, mas graciosa. En esa ultima comedia se enmarca ‘Ahí os quedáis’, que, lejos de ser buena, nos deja un buen sabor de boca.

La familia Foxman no esta demasiado unida, pero la muerte del patriarca hace que todos se reúnan, según el rito judío, durante una semana entera en casa. Como es normal, viejas rencillas entre la familia salen a la luz, y eso hará que la convivencia sea un tanto difícil.

Bueno, es casi obligatorio que al hablar de esta película tenga que mencionar a una cinta muy parecida en el
tema que trata, pero llevada de una forma más brillante que esta: ‘Agosto’. El tema que se trata en ambas es prácticamente el mismo, cada uno a su manera, cada personaje con sus problemas, pero en general nos habla de una familia, bastante disfuncional, que mantiene una relación un tanto distante entre los miembros y que al juntarlos a todos en una misma casa hace que explote todo como una bomba de relojería. ¿Por qué entonces ‘Agosto’ funcionó tan bien y ‘Ahí os quedáis’ no? Pues por su guión. No conozco la obra de Tropper (que también hace las funciones de guionista) y no se si la novela tiene mejor pinta, el caso es que cuando llega el turno de trasladar las palabras a la pantalla, no consigue un objetivo claro: juega entre la comedia y el drama (como a su vez lo hacia ‘Agosto’) pero se pierde mucho en mostrarnos lo mejor de la comedia y lo mejor del drama, pintando un cuadro en el que se ven demasiados claros los trazos, y no sabe jugar con la conjugación entre las dos cosas. Se ve cuando intenta hacernos reír, con algunos puntos graciosos (el del walkie del bebé es de lo más gracioso), para luego pasar, sin demasiado tino, a problemas más serios. Bueno, serios, serios, no, en realidad emotivos, y es que aunque nos quiera hacer ver que la vida es muy perra y que la muerte nos llega a todos, no deja de ser, en el fondo de todo, una comedia romántica y sobre todo de segundas oportunidades.

Puede parecer que la película no me ha gustado, después de lo que os he soltado antes, pero no es así. Es más, creo que los problemas de sus protagonistas, aunque no sean lo más novedoso que nos vamos a lleva a la boca, son bastante creíbles (bueno, casi todos), y se pueden llevar con bastante dignidad. El problema es que da demasiada importancia a ciertos personajes (los principales, digamos), y relega a un segundo puesto a otros que, aunque no merezcan más protagonismo que los anteriores, si que podían haberle elevado al mismo nivel. Me refiero a Corey Stoll, Rose Byrne o Timothy Olyphant, que son personajes que se dejan querer mucho y que quizás sus historias hubiesen atraído más al personal que la típica de ‘mujer que se siente sola porque su marido no la hace caso’ o ‘hombre que lo esta pasando mal porque su mujer se la pega con su jefe’. En ‘Agosto’, todos eran importantes, todos al  mismo nivel, y todas las historias entre ellos tenían su aquel, aunque las hayamos visto una y otra vez. Creo que la elección del director no haya sido la más acertada, y es que Levy nos ha regalado varias películas interesantes, moviéndose más por el terreno del entretenimiento que otra cosa, y esta cinta le ha venido algo grande, y le ha hecho salirse de su zona de confort.

Lo que si tiene de bueno esta película es su gran reparto, y es que todos estan magníficos en sus papeles (en especial Fey y Bateman), y hacen que sus personajes nos resulten atractivos de ver. Es lo más cercano que puede estar a ‘Agosto’. Por lo demás, nada que ver. Eso si, nos hace pensar que, aunque la vida te da muchos palos, una y otra vez, las segundas oportunidades existen.






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