miércoles, 5 de noviembre de 2014

Drácula, la leyenda jamás contada - 'Fallido intento de volver a plasmar al Conde Drácula en el cine'








Titulo Original: DraculaUntold
Año: 2014
Duración: 92 minutos
País: Estados Unidos
Director: Gary Shore
Guión: Matt Sazama, Burk Sharpless
Música: Ramin Djawadi
Reparto: Luke Evans, Sarah Gadon, Dominic Cooper, Zach McGowan, Samantha Barks, Thor Kristjansson, Art Parkinson









Una historia original sobre Vlad Tepes o Vlad el Empalador, el príncipe rumano en el que se inspiró Bram Stoker para escribir su célebre novela (1897) y crear al vampiro más famoso de todos los tiempos. La película narra la trágica vida de Vlad, qué dilemas tuvo que afrontar y cómo se convirtió en un vampiro.


Drácula, ese personaje de ficción que tantas y tantas veces ha sido llevado al cine, con mas o menos acierto, eso si, pero del que hemos disfrutado en multitud de situaciones. Y ya no solo Dracula, sino lo que vendría a ser su legado, su estirpe, los suyos. El cine de vampiros poco a poco se va denigrando en tipos que brillan a la luz del sol y que están todo el día colgados de la mujer amada. El personaje como tal ha ido desapareciendo, y ya no vemos al Conde tan frío que Bela Lugosi o Christopher Lee nos mostraban y tanto nos gustaba. Aun así, sigue siendo un personaje con mucho tirón, y que a todo el mundo (o casi todos) gusta. De ahí que quieran volver a relanzarle al cine, esta vez con la cara de Luke Evans como el Conde y contando una historia que hasta el momento no conocíamos. Eso dicen ellos. Yo opino otra cosa: ¿que necesidad hay de cambiar el mito? ¿Por qué nos empeñamos en darle la vuelta al personaje? Creo sinceramente que está muy bien como ya estaba, y que nunca funciona cambiarlo tanto. Pero el dinero es el dinero.

Vlad Tepes, el príncipe Vlad, ha regresado de una guerra cruel contra los turcos, guerra en la cual, debido a su ferocidad y a lo que hacia con sus enemigos, fue conocido por el Empalador. Lejos de todo eso, vive tranquilo con su familia, hasta que un viejo amigo reclama mil niños que luchen en sus filas. Su decisión hará que su país se tambalee y tenga que recurrir a la magia negra para poder ser indestructible, pero a un alto precio.

Hay mucha gente (Vero, por ejemplo :P), que no ve con buenos ojos la película de Francis Ford
Coppola sobre este personaje, 'Dracula de Bram Stoker', por ser demasiado romanticona y huir un poco del personaje que Stoker creo en sus libros; personaje que Christopher Lee si supo encarnar a la perfección. Aun así, a mi la de Coppola me gusta mucho, quizás por la ambientación, o quizás sea solamente por Gary Oldman; el caso es que es de mis películas favoritas. Ahora bien, saliendo de ahí, hay otras encarnaciones de Drácula que ya no me hacen tanta gracia. En 'Van Helsing', película protagonizada por Hugh Jackman, Richard Roxburgh le daba vida, y en cierta manera lo hacia bien, mostrando la frialdad que le caracteriza. Es cierto que luego se inventaba la historia de Van Helsing y la mano izquiera de Dios, pero joder, era muy entretenida, y siempre mola ver a Kate Beckinsale repartiendo a diestro y siniestro. Después decidieron probar suerte con Frankenstein, y crearon el monstruo de 'Yo, Frankenstein', dotando al personaje de una humanidad sin igual, siendo más un héroe que un monstruo de verdad. Una patraña, vamos. Y ahora deciden probar suerte con Drácula. Es mejor que esta anterior, pero no es buena.

Lo único bueno de esta cinta es la ambientación y el vestuario. No se puede negar que han hecho un buen trabajo en este aspecto técnico, dotando de un cierto realismo a la historia. Ahora bien, cuando ya metemos mano al guión, la cosa cambia mucho. Para empezar nos prometen una historia nueva, una leyenda jamás contada, como bien dice el titulo del filme, en el que supuestamente nos cuentan la verdadera historia de como Drácula se convirtió en lo que es. Así de primeras podría resultar interesante, pero cuando la película comienza a mostrarnos esa historia, inventada por supuesto, que no os la cuelen, empieza todo a oler a chamusquina. Y es que el guion es demasiado simple, una historia que mucho se aleja de Drácula, y nos presenta a un ser atormentado, que más tiene de Batman que de Drácula. Un hombre mortal que se ve obligado a ser lo que no quiere ser, a pedir ayuda a un ser inmortal que esta deseando dejar de ser un vampiro. Así acaba Vlad Tepes siendo Dracula, y luchando por una sed de sangre brutal. ¿En serio? ¿Donde están los mordiscos? ¿Donde esta ese Conde Drácula tan misterioso y penetrante? Todo se esfuma para mostrarnos a un héroe de acción.

Nada es realista, nada convence al espectador, y por mucho que se esmeren en la parte técnica, con esa historia tan absurda sobre el valor y el tormento del hombre, no consigue engancharnos a una trama que, si hubiesen sido mas coherentes con el personaje original, hubiese sido aun mejor. Estos, junto con unos efectos especiales que mas parecen de una película de fantasía como tal, hacen que durante la hora y media de metraje nos preguntemos seriamente que es lo que estamos viendo. Menos mal que es corta, si llega a ser más larga no se que más cosas que habrían inventado para engordar esta historia que para los amantes del cine de terror clásico y sus personajes legendarios no satisface en absoluto. Es la historia de un príncipe que hace todo lo posible por salvar a su pueblo, pero para nada es Drácula.
Solo falta hablar de Luke Evans, que si bien esta correcto en su personaje e intenta hacer todo de la mejor manera posible, no va a trascender como un buen Drácula, por mucho efectismo que tengan sus poderes.

Una cinta que no cumple siquiera con lo que debería, que es entretener al espectador, y que nos hace participes de una nueva historia sobre Drácula que no va a gustar nada a los fans más acerrimos del personaje. Por favor, dejad de cambiarnos los mitos, con los nuevos vampiros ya tenemos bastante.






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