Título original: Dèmoni
Año: 1985
Duración: 88 min.
País: Italia
Director: Lamberto Bava
Guion: Dario Argento, Lamberto Bava, Franco Ferrini (Historia: Dardano Sacchetti)
Música: varios
Reparto: Urbano Barberini, Natasha Hovey, Karl Zinny, Fiore Argento, Paola Cozzo, Fabiola Toledo, Nicoletta Elmi, Stelio Candelli, Nicole Tessier.
Dos jóvenes deciden ir al preestreno de una película de terror después de que un extraño joven les regalase unas entradas. Pero una vez en el cine, viendo la película, viven
una auténtica pesadilla cuando lo que está sucediendo en la película también parece ocurrirles a ellos. Lo peor es que el cine se ha cerrado a cal y canto y todos están atrapados.
Los italianos y su giallo y los italianos y su gore, me
encantan, mucho. Sobre los 70 y 80, los italianos eran los maestros en coger lo
que se llevaba en el cine americano y meterlo todo en una película. ¿Qué no
tenía sentido? ¿Y? Eso no tenía la menor importancia.
“Demons” no era la excepción, en una batidora se metieron multitud de cintas de terror, mucho gore y la cara dura de su director (Lamberto Bava) y se creó una película que es un clásico de culto a día de hoy.
Pero Lamberto no fue el único, ya os hablé de Lucio Fulci y como tituló “Zombie 2” (en España, “Nueva York bajo el terror de los zombies”) a una película, a la que se le añadieron zombis a posteriori (y las escenas de NY) y que no tenía nada que ver con el clásico de Romero. Así eran muchos de los directores italianos y su cine de entonces, basado en copiar y explotar todo con lo que tenía éxito.
Esta película, además, viene de la mano del gran Dario Argento, que junto a Mario Bava o Michele Soavi son de los grandes del giallo italiano.
“Demons” no era la excepción, en una batidora se metieron multitud de cintas de terror, mucho gore y la cara dura de su director (Lamberto Bava) y se creó una película que es un clásico de culto a día de hoy.
Pero Lamberto no fue el único, ya os hablé de Lucio Fulci y como tituló “Zombie 2” (en España, “Nueva York bajo el terror de los zombies”) a una película, a la que se le añadieron zombis a posteriori (y las escenas de NY) y que no tenía nada que ver con el clásico de Romero. Así eran muchos de los directores italianos y su cine de entonces, basado en copiar y explotar todo con lo que tenía éxito.
Esta película, además, viene de la mano del gran Dario Argento, que junto a Mario Bava o Michele Soavi son de los grandes del giallo italiano.
Si hablamos del director de “Demons”, estamos ante Lamberto Bava, hijo del gran Mario Bava, pero que nunca llegó a ser como su padre. A decir verdad, de todas sus obras, esta es la única destacable con diferencia (aunque debéis perdonarme el no haber visto aun la continuación de “Demons”, está en mis pendientes). Pero no podemos quitarle el mérito de contar una historia que marca, porque yo siempre pienso que igual un día, en el cine, viendo una película de terror pasa lo mismo que aquí, que la cinta cobra vida ante los espectadores que estamos allí. Y acabamos poseídos por demonios, todo muy “Posesión infernal”, porque “Demons” bebe de ahí muchísimo.
Pero además de molar por el hecho de estar situada en un cine, el diseño de los demonios, los F/X de maquillaje y el gore en general son buenos, muy currados (y muy ochenteros, por supuesto).
La película es muy divertida, que sí, copia descaradamente montones de otras películas. Pero oye, esto no siempre sale bien y aquí queda hasta chulo. La película no se olvida después de verla. Aunque siga el esquema tan manido de grupo de desconocidos encerrados, que son masacrados uno a uno ante seres demoniacos. Y puede que los cardados ochenteros duelan más a la vista que imaginar lo que debe de doler que te abran en canal, pero… ¿y lo que se disfruta viéndolas?
Las actuaciones son bastante malillas en general, no se puede negar. Pero lo compensa con sus escenas míticas. La transformación en demonio de la chica, la irrupción en el cine de los demonios, la famosa lengua (foto más arriba), el demonio saliendo de la espalda de una de las chavalas, o la escena final con moto y katana en mano contra los seres endemoniados (entre otras).
Las actuaciones son bastante malillas en general, no se puede negar. Pero lo compensa con sus escenas míticas. La transformación en demonio de la chica, la irrupción en el cine de los demonios, la famosa lengua (foto más arriba), el demonio saliendo de la espalda de una de las chavalas, o la escena final con moto y katana en mano contra los seres endemoniados (entre otras).
Tampoco hay que buscar mucho más en este tipo de productos, al fin y al cabo, esto no deja de ser un ‘exploit’ italiano más, de los de la época, de bajo presupuesto, pero que recaudó muchísimo (por eso hacían tantos, eran muy rentables).
Divierte, los efectos están currados y la historia (por mucho refrito y poco original que sea) mola. Claro que tiene defectos, muchos, pero no va (ni nunca fue su intención) para obra maestra. Se quedó en obra de culto de una época y un género, que tristemente ya no existe. No al menos como se conocía antes… añoro esas serie B (o Z) ochenteras con exceso de gore y bajísimo presupuesto. De esas que prácticamente eran carne de videoclub (cosa que no fue “Demons”, a todo esto. Creo que hasta se estrenó en USA).
En definitiva, para los amantes del gore y del cine casposo (¿Cuántas veces habré escrito esto?), pero en especial, para aquellos que disfrutan con la ‘casposidad’ italiana. No es una película para gusto de todos, es para un público específico (merezco un pin por este párrafo tan revelados).
Pero oye, que si te quieres iniciar con los amigos italianos, creo que es buena manera para empezar. No hay excusa además, la subo en plena semana de Halloween en el blog ;)
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