Título original: Campeones
Año: 2018
Duración: 124 min.
País: España
Dirección: Javier Fesser
Guion: David Marqués, Javier Fesser
Música: Rafael Arnau
Reparto: Javier Gutiérrez,
Juan Margallo,
Luisa Gavasa,
Jesús Vidal,
Daniel Freire,
Athenea Mata,
Roberto Chinchilla,
Alberto Nieto Ferrández,
Gloria Ramos,
Itziar Castro.
Marco, un entrenador profesional de baloncesto, se encuentra un día, en medio de una crisis personal, entrenando a un equipo compuesto por personas con discapacidad intelectual. Lo que comienza como un problema se acaba convirtiendo en una lección de vida.
Javier Fesser es uno de mis directores de cine españoles favoritos. Tiene esa mezcla de fantasía, ternura y mundo propio que tanto me gusta (no por nada, muchas veces le han comparado con Jean-Pierre Jeunet). Le conocí siendo pequeña con “La gran aventura de Mortadelo y Filemón”, que me da igual lo que digan, me parece una adaptación más que estupenda de los tebeos de Ibáñez. Me gustó muchísimo. Y Peye Viyuela ya siempre será Filemón.
Años más tarde empecé a adentrarme en su filmografía y es cuando me enamoré por completo de él gracias a “El milagro de P. Tinto” (para mí, su mejor película). Luego vendría “Camino”, preciosa y triste a partes iguales, y en 2014 volvería con Mortadelo y Filemón en: “Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo”, pero esta vez en formato cine de animación. Y otra vez, captaría por completo el espíritu de los tebeos y haría una cinta genial. (He hablado de sus películas únicamente, pero ha hecho muchos cortos y un par de documentales).
Ahora, Fesser vuelve con una de esas historias tan él y que está cautivando al público (ha derrotado en taquilla a todos los que se le han enfrentado, incluyendo al titán de Spielberg: “Ready Player One” y sigue haciéndolo).
Años más tarde empecé a adentrarme en su filmografía y es cuando me enamoré por completo de él gracias a “El milagro de P. Tinto” (para mí, su mejor película). Luego vendría “Camino”, preciosa y triste a partes iguales, y en 2014 volvería con Mortadelo y Filemón en: “Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo”, pero esta vez en formato cine de animación. Y otra vez, captaría por completo el espíritu de los tebeos y haría una cinta genial. (He hablado de sus películas únicamente, pero ha hecho muchos cortos y un par de documentales).
Ahora, Fesser vuelve con una de esas historias tan él y que está cautivando al público (ha derrotado en taquilla a todos los que se le han enfrentado, incluyendo al titán de Spielberg: “Ready Player One” y sigue haciéndolo).
Desde luego, desde sus inicios la ternura y el humor, sumado a sus personajes extravagantes (aunque para él en ningún momento lo sean) y a su particular estética visual, han sido sus señas de identidad y “Campeones” no es una excepción. Dota a la película de una capacidad de ver las discapacidades mentales de forma totalmente diferente, con ternura, mucho humor y realismo. Y, por supuesto, nada de exceso de sentimentalismos. Fesser nunca ha sido de esos y esta no es la excepción.
Una cinta que engancha desde el principio, la presentación de todos sus particulares personajes y su forma de vida, ver cómo van evolucionando y todas las anécdotas que viven te atrapan y hacen que lo vivas con ellos. En el cine, la gente reía con ellos y se emocionaba también, te atrapa todo el metraje (que pasa volando) y te diviertes muchísimo. ¡ Si vives hasta el partido final como si se estuviese de verdad desarrollando delante de ti y con familiares jugando!
Creo que da una estupenda lección a todos. No hay que compadecerse de ellos, hay que tratarlos con normalidad. Aunque entiendo las dificultades, porque la escena del autobús yo también la he vivido. Por eso digo que la realidad también se impone en la película, no siempre es fácil estar con estas personas.
Una cinta que engancha desde el principio, la presentación de todos sus particulares personajes y su forma de vida, ver cómo van evolucionando y todas las anécdotas que viven te atrapan y hacen que lo vivas con ellos. En el cine, la gente reía con ellos y se emocionaba también, te atrapa todo el metraje (que pasa volando) y te diviertes muchísimo. ¡ Si vives hasta el partido final como si se estuviese de verdad desarrollando delante de ti y con familiares jugando!
Creo que da una estupenda lección a todos. No hay que compadecerse de ellos, hay que tratarlos con normalidad. Aunque entiendo las dificultades, porque la escena del autobús yo también la he vivido. Por eso digo que la realidad también se impone en la película, no siempre es fácil estar con estas personas.
Uno de los pilares más importantes de la cinta son sus actores (el guion es estupendo, pero ellos le dan toda la vida). Y Javier Gutiérrez está enorme. Él es estupendo siempre, esta no es la excepción, pero aquí borda su personaje. Un hombre que ha fallado en muchas cosas, que huye siempre de todo y que llega al club de baloncesto sin ninguna gana de nada y acaba encantado. Y su trabajo tiene aún más mérito porque sus compañeros de reparto (la gran mayoría) no son actores, los discapacitados que participan en la película se seleccionaron en un casting y nunca ninguno había actuado. Y debo decir que están todos increíbles. Se ríen de sí mismos y de los demás. Todos tan naturales y auténticos... Hay un buen rollo estupendo entre ellos, al igual que con Javier Gutiérrez, que traspasa la pantalla. Y eso es lo que la hace tan especial. Sentir que son como de la familia, que los conoces. Pero aunque entre Gutiérrez y su equipo de baloncesto copan todo el protagonismo, hay hueco para excelentes secundarios como Juan Margallo (estupendísimo como el hombre que gestiona el polideportivo municipal) o Luis Bermejo.
Una película que se disfruta muchísimo y se pasa volando. La recomiendo encarecidamente. Creo que es de esas que todos deberíamos ver (y poner en los colegios), os auguro pasároslo genial. Buen rollo, mucho humor, ternura y un Javier Gutiérrez estupendo rodeado de personas encantadoras.
Quizás, como único pero, yo diría que la historia entre Marco y Sonia es muy típica y aporta poco, que se explayan demasiado con ella y que yo hubiese preferido recortarla para así aligerar un poco más la duración y hacerla más dinámica (y bueno, hay cosas que son poco creíbles). Pero no importa, porque sales del cine feliz. Id a verla si aún no lo habéis hecho.
Quizás, como único pero, yo diría que la historia entre Marco y Sonia es muy típica y aporta poco, que se explayan demasiado con ella y que yo hubiese preferido recortarla para así aligerar un poco más la duración y hacerla más dinámica (y bueno, hay cosas que son poco creíbles). Pero no importa, porque sales del cine feliz. Id a verla si aún no lo habéis hecho.
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