Alicia a través del espejo (Alice Through the Looking Glass)

Título original: Alice Through the Looking Glass 

Año: 2016

Duración: 113 min.

Director: James Bobin

Guion: Linda Woolverton

Música: Danny Elfman

Reparto: Mia Wasikowska, Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Anne Hathaway, Sacha Baron Cohen, Michael Sheen, Alan Rickman, Stephen Fry, Timothy Spall, Rhys Ifans, Ed Speleers, Barbara Windsor, John Sessions, Paul Whitehouse, Karol Steele.

Al asistir a una recepción en la residencia de Lord Ascott, Alicia se ve invadida por la emoción y huye de la fiesta, donde se encuentra con Ábsolem. Ahora es una mariposa monarca azul, y consigue que Alicia sea capaz de regresar al fantástico mundo de Infratierra. Allí se reencuentra con sus amigos: el Conejo Blanco, el Gato Sonriente, Lirón, la Liebre, los Tweedles y el Sombrerero Loco, quien, desafortunadamente, ya no es el mismo. El Sombrerero ha perdido su “muchosidad”, por lo que Mirana envía a Alicia a encontrar al Tiempo mismo. Tiempo, una peculiar criatura mitad humano, mitad reloj, vive en un vacío de infinitud y posee la cronoesfera, una esfera metálica que le permitirá a Alicia volver en el tiempo para intentar salvar a la familia del Sombrerero, lo que, según cree la Reina Blanca, salvará al Sombrerero.

Johnny Depp vuelve a ser el genial Sombrerero Loco.

Parece que fue ayer cuando fui al cine a ver “Alicia en el país de las maravillas” y ya han pasado seis años… desde luego, una secuela bastante tardía teniendo en cuenta el gran éxito que tuvo en su día.
Pero, debo admitir que aunque me gustó la primera película, salí con un gusto agridulce del cine. Por una parte, el 3D tan chapucero (hecho a posteriori, no grabada así) influyó, no se notaba demasiado y el bonito colorido y los detalles se perdían. Y siendo un trabajo de Tim Burton, esperaba algo más personal que lo que luego resultó ser…
También es verdad que desde pequeña me han gustado mucho el personaje de Alicia y sus imaginativas aventuras. Tanto en papel, en las obras de Carroll, como las diferentes adaptaciones (la película de animación de Disney me gustaba muchísimo) y claro, se juntó que dirigía Burton (al que adoro) y que Johnny sería el sombrerero, que mis altísimas expectativas jugaron una mala pasada.

Sacha Baron Cohen es Tiempo.

Pero esta vez, y casi sin saber nada de esta segunda película, he acudido al cine con otra mirada y sin tanta expectativa. Y la verdad es que he salido más contenta y la he disfrutado más.
La historia (que ya os adelanto que no tiene nada que ver con el libro) nos vuelve a mostrar a Alicia, que es capitana del barco Maravillas. Ha recorrido el mundo entero y a su llegada a Londres vuelven sus dilemas morales, su madre quiere que ‘siente cabeza’, pero ella quiere seguir trabajando con su barco. En medio de esto, se ve transportada de nuevo al país de las maravillas, allí descubre que el Sombrerero Loco está enfermo, y para ayudarle, deberá viajar en el tiempo. Pero no será nada fácil, pues Tiempo (el guardián del pasado, presente y futuro) no está por la labor de dejarle la cronosfera y que toquetee el pasado. 

Mia Wasikowska vuelve a ser Alicia.

El cambio de director es palpable, se nota la falta del toque Tim Burton, y aunque James Bobin ha recreado bastante su estilo, usando mucho colorido, no le ha dado ese colorido-gótico y oscuro que si usó Burton, y que era bastante notorio.
Lo mismo ha pasado con la historia, que pasa a ser más loca y divertida y menos seria y oscura (los problemas ya no son tan graves, ya no es una épica lucha). Lo que no es malo en absoluto, Bobin le da un toque familiar, más divertido y menos traumático.
Y es que, si nos fijamos, no hay buenos o malos en esta película. Lo que nos plantean los viajes en el tiempo de Alicia, son las circunstancias particulares que han convertido a las personas en lo que son en la actualidad. Por lo que se aprovecha la oportunidad de dar más matices a los personajes ya de sobra conocidos y que crezcan. Esto es lo que le da un aire bastante más familiar a la cinta.
Además, me encanta como han introducido los viajes, las situaciones que surgen y conocer cómo eran nuestros queridos personajes, aprovechando que todos los conocemos ya de sobra de la anterior cinta.
Y no, no me olvido de Danny Elfman (que aunque no esté Tim, él si ha continuado), que pone la estupenda BSO.

Y Helena Bonham-Carter repite como la Reina Roja.

En el apartado actoral repetimos (como no puede ser de otra forma) y todo se vuelve mucho más coral porque se da más protagonismo a todos. Además, uno de los grandes aciertos de la película es su casting, que además de ser perfecto y muy bien elegido, todos congenian con sus personajes a la perfección. Y siguen resultando muy carismáticos y atrayentes para el espectador (el diseño de todos ellos es genial).

Mia Wasikowska vuelve a ser nuestra valiente Alicia, ahora más madura y aventurera. Y siempre se agradece que usen personajes femeninos fuertes y protagonistas.

Helena Bonham-Carter es la Reina Roja, tan llena de ira de como siempre. Johnny Depp vuelve a ser el sombrerero loco, que al igual que la primera vez que le vi, sigo pensando que le va genial y lo hace estupendamente. Además, aquí tiene algo más de protagonismo y conoceremos tanto a su familia, como su lado ‘oscuro’.

Y a las caras ya conocidas se une un nuevo amigo. Nada más ni nada menos que mi querido Sacha Baron Cohen, interpretando a Tiempo. Un gran acierto el elegir a Sacha para el papel, tiene ese toque excéntrico y loco que tan bien le va a Alicia y su mundo, y sabe combinarlo con humor y un toque tierno (como el que ya le vimos en “La invención de Hugo”). Además es un personaje muy interesante y atractivo, que desde luego resulta un acierto en la película.

¡Y no puede faltar el gato de Cheshire!

En definitiva, un producto mucho más relajado y familiar que el que hizo Tim Burton. Es divertida y amena, con unos estupendos efectos especiales, un diseño colorido y precioso y unos personajes carismáticos y divertidos. Muy recomendable para pasar un rato estupendo en el cine, tanto para los pequeños como para los mayores.

Y sin olvidarnos de la moraleja incluida en la cinta, sobre la aceptación del paso del tiempo y de disfrutar del momento, que nunca está de más recordarlo e intentar aplicarlo.

¡Ah! Y bonito detalle dedicar la película a Alan Rickman, que le dio su voz a la mariposa antes de fallecer.