sábado, 2 de mayo de 2015

Tusk







Título original: Tusk
Año: 2014
Duración: 102 min.
País: EEUU
Director: Kevin Smith
Guion: Kevin Smith
Música: Christopher Drake
Reparto: Justin Long, Haley Joel Osment, Genesis Rodriguez, Michael Parks, Ralph Garman, Johnny Depp, Harley Morenstein, Bill Bennett, Rob Koebel, Paula Jilling, Jennifer Schwalbach Smith, Harley Quinn Smith, Lily-Rose Melody Depp, Ashley Greene, Doug Banks, Matthew Shively.












“¡No quiero morir en Canadá!”, suplica Wallace Bryton, un popular podcaster al que una serie de circunstancias ha llevado hasta la frontera de Canadá, donde vive Howard Howe, que una vez fue salvado por una morsa. Misántropo recalcitrante, Howe tendrá una forma muy poco ortodoxa de sacar a Wallace su lado más “animal”.





Cuando estrenaron esta película en salas españolas, quise ir a verla, pero no llegó a Valencia. Vista ya, casi me alegro de no haberla ido a ver…
Admito que no soy muy amiga de Kevin Smith. Pero si me gusta mucho Michael Parks, y la anterior cinta que juntaba a Smith y Parks, “Red State”, que en mi opinión, fue genial.
“Tusk” es una sucesión de errores, intenta ser humor, y falla estrepitosamente, intenta ser terror, y vuelve a fallar por completo, también quiere ser una especie de copia de “El ciempiés humano”, pero no inspira asco, ni perturba, y ni siquiera tiene gore. Sólo vemos un disfraz de morsa patético… ¿Y entonces que es “Tusk”? Pues buena pregunta… creo que simplemente es un ‘quiero y no puedo’. Un intento de ser moderno, y hípster de esos, pero metido en una copia, o intento de, ser la cinta del ‘ciempiés’ de Tom Six.


Brillante Michael Parks, si no fuese por él...

Uno de los grandes problemas de la cinta (y tiene muchos) es su protagonista, un tío la mar de insoportable que cuentas paridas sin gracia. Igual influye mi odio personal a todos esos youtubers y demás mierda que se creen con gracia y sólo me provocan ansias de acabar con la humanidad… veis, imposible, no puedo tragarlos. Y el chaval es un podcaster de estos de “humor”, que desde el minuto uno ya estaba deseando que se convirtiese en morsa de la forma más dolorosa posible.

Esto me lleva a hablar de los actores, que no se salvan nada más que uno. Empezando por el prota, el podcaster, interpretado por un insoportable y cansino Justin Long, pasando por un Johnny Deep que pinta poco (es una especie de cameo largo y que no viene a cuento. Y que alarga esa sensación de que el pobre no da pie con bola…) y encarna a un personaje absurdo y sin gracia, siguiendo con Haley Joel Osment (el niño de “El sexto sentido”) y Génesis Rodríguez, que ni pinchan ni cortan, y finalizando por el único que merece la pena, Michael Parks, que simplemente está genial, borda el papel y hace que sea creíble, la ya de por si estúpida idea de convertir a un humano en morsa. Construye bien al personaje, convence al espectador y es un absoluto error no haberle dado más minutos en pantalla. El único interés de la cinta recae en él y no es el protagonista absoluto. Y no me digáis que no es mérito, que todo sea un tufo menos tú, salgas indemne de esta película (su papel mola en realidad) y eso, teniendo en cuenta que le ha tenido que dar la réplica al sobreactuadísimo Justin Long. Genial por él, salva a la cinta de la quema, porque sin él, lo único interesante y atrayente ni existiría.



La cosa es que la película empieza con gancho, gracias al interés que despierta el personaje de Michael Parks, pero pierde fuelle rápidamente, entre diálogos estúpidos y carentes de gracia de todo el reparto menos de Michael.
Mezcla humor y terror y no lo hace del todo mal. Patina en ocasiones, pero está en la justa medida y bastante equilibrado. Pero el problema es que nada casa en ningún momento, no llega ni a dar risa, ni terror (cosa que ya he comentado antes). Y tirando hacia su trama final, se vuelve patética. Y su final, ridículo.
Encima, el metraje se alarga con escenas que no llevan a nada, aburren y sacan de la acción. ¿Y a mí que me importa que el protagonista recuerde como se la chupaba su novia y le decía que no fuese a Canadá? Escena larga y de vergüenza ajena, como bastantes más del estilo que van apareciendo (las de Parks de joven dan penita)…


La triste morsa en maquillaje...

Y luego la cinta no es gore, ni se recrea en la transformación humano-morsa. Así que aquí me llevé otro chasco más. Cualquiera puede pensar que con esa sinopsis y su engañoso tráiler, aquí habrá sangre, pues olvidadlo ya.
Lo único bueno de la cinta, y que te hace verla hasta el final y mantener el interés es Michael Parks y su Howard Howe. Que también tiene mérito, porque todo el resto sobra, y aun así y gracias a ellos, se deja ver. Su única gracia está en el bizarrismo de su premisa, me gusta mucho la idea de ese hombre obsesionado con convertir a los humanos en morsas… pero no nos engañemos con que es algo nuevo, esto ya se ha visto y aquí no hay nada que no sea vea venir.



Vaya, que podéis vivir muy bien sin verla. Pero que si os animáis, pues hasta entretiene. Y vale la pena sólo por ver a Michael Parks y su “afición” por las morsas. Pero para bizarrismo de verdad, mejor volver a ver “El ciempiés humano”, que encima está apuntito de estrenar su tercera entrega. Y seamos sinceros, es muchísimo mejor.
Lo que no termino de entender es para qué público va. ¿Para los fans de lo truculento, como yo? No… mi estómago y mi mente están ya muy curtidos para estas cosas tan descafeinadas. ¿Para los seguidores de Smith? Tampoco creo… quizás para ellos si es muy bizarra y alejada de su humor y género habitual. Aunque quizás no. ¿Para el propio Smith? Sí, yo creo que la hizo porque le salió por ahí. Se ve que ese día vio la famosa cinta del ciempiés y pensó que podía meterle su humor y su aire indie…


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