miércoles, 27 de mayo de 2015

Senderos de gloria (Paths of Glory)





Título original: Paths of Glory
Año: 1957
Duración: 86 Minutos.
País: Estados Unidos de América.
Director: Stanley Kubrick.
Guión: Stanley Kubrick, Calder Willingham, Jim Thompson (Novela: Humphrey Cobb).
Música: Gerald Fried.
Reparto: Kirk Douglas, George MacReady, Adolphe Menjou, Ralph Meeker, Wayne Morris, Joe Turkel, Richard Anderson, Timothy Carey, Peter Capell, Susanne Christian, Bert Freed, Emile Meyer.
Premios:
1957: Premios BAFTA: Nominada a mejor película.












En 1916, durante la Gran Guerra, el general francés Broulard (Adolphe Menjou) manda la conquista de “la colina de las hormigas”. Apabullados ante la superioridad numérica de los alemanes, el ejército francés se bate en retirada a escasos segundos de ordenar el ataque. El general entrará en cólera, pidiendo responsabilidades y tratando de ejecutar a los saldados supervivientes.





Es una película muy buena sobre la Gran Guerra y, a la vez, muy polémica, qué esperar del genial Stanley Kubrick. Como aficionado al cine bélico me encantan este tipo de cintas, de hecho prefiere éstas que las que se dedican a impresionar. Del genero bélico, hay dos subgéneros: las cintas “filosóficas” y las cintas con espectaculares efectos; ésta es de las primeras.







En cuanto al reparto, hablaré del genial Kirk Douglas (porque es el único que conozco). El coronel Dax (su papel) es el soldado que tiene un gran sentido de la justicia y que no puede quedarse quieto cuando ve como lo imposible es solicitado. Eso es lo que ocurre cuando recibe la orden del asalto, mostrando su contrariedad y que significaría un suicidio, pero como todo soldado ante un superior, debe acatar las órdenes por muy estúpidas que sean. Esta moralidad se aprecia perfectamente cuando, contra todo pronóstico, decide defender a sus soldados del loco capitán Paris (Ralph Meeker) atreviéndose incluso a amenazarle.





La hipocresía de los altos mandos militares no es exclusiva de la Gran Guerra, por desgracia es habitual hasta en las guerras contemporáneas. Esto queda muy bien plasmado cuando el general Broulard dicta su orden de asalto aun sabiendo que la tarea asignada es imposible. Lo hace por complacer a sus superiores, que nadie se engañe, el interés y la avaricia van por delante de todo. Desgraciadamente, la actitud del coronel es ficción, los militares no suelen levantarse contra sus superiores, sobre todo sabiendo que no va con ellos la cosa.






Como ya he dicho, Stanley Kubrick es un genio levantando polémicas, por ello se prohibió durante bastante tiempo la película en Francia. Yo, sin embargo, no lo veo tanto como una crítica al ejército francés (todos los ejércitos son iguales de absurdos) sino contra la humanidad en general. Es como "¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú", una crítica contra todos sin importas su sexo, raza o religión: los humanos son rematadamente idiotas.






Obviamente recomiendo la película, es entretenida y además no muy larga, pues las bélicas se alargan por más de dos horas o incluso por tres. No obstante, sino eres capaz de entender la genialidad Kubrick, si eres de esta generación moderna que pasa de todo y sólo le preocupa la batería del teléfono móvil o simplemente eres un paleto como los que critica Kubrick, no la veas porque a nadie le interesan tus estúpidos comentarios.




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