domingo, 21 de diciembre de 2014

El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos (The Hobbit: The Battle of the Five Armies)



Título original: The Hobbit: The Battle of the Five Armies
Año: 2014
Duración: 144 min.
País: EEUU
Director: Peter Jackson
Guion: Philippa Boyens, Peter Jackson, Fran Walsh, Guillermo del Toro (Novela: J.R.R. Tolkien)
Música: Howard Shore
Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Luke Evans, James Nesbitt, Aidan Turner, Evangeline Lilly, Ken Stott, Graham McTavish, Jed Brophy, Stephen Hunter, John Callen, Adam Brown, Dean O'Gorman, William Kircher, Peter Hambleton, Mark Hadlow, Cate Blanchett, Lee Pace, Orlando Bloom, Hugo Weaving, Billy Connolly, Christopher Lee, Stephen Fry, Ryan Gage, Ian Holm, Sylvester McCoy, Manu Bennett.
Premios:
2014: Premios Annie: 2 nominaciones técnicas.
2014: Sindicato de Actores (SGA): Nom. a Mejores especialistas de acción (Largometraje).
2014: Critics Choice Awards: 2 nominaciones incluyendo Mejores efectos visuales.




Después de haber recuperado el reino del Dragón Smaug, la Compañía ha desencadenado, sin querer, una potencia maligna. Un Smaug enfurecido vuela hacia la Ciudad del Lago para acabar con cualquier resto de vida. Obsesionado sobre todo con el reino recuperado, Thorin sacrifica la amistad y el honor para mantenerlo mientras que Bilbo intenta frenéticamente hacerle ver la razón por la que el hobbit toma una decisión desesperada y peligrosa. Pero hay aún mayores peligros por delante. Sin la ayuda aparente del mago Gandalf, su gran enemigo Sauron ha enviado legiones de orcos hacia la Montaña Solitaria en un ataque furtivo. Cuando la oscuridad se cierna sobre ellos, las razas de los Enanos, Elfos y Hombres deben decidir si unirse o ser destruidos. Bilbo se encontrará así en la batalla épica de los Cinco Ejércitos, donde el futuro de la Tierra Media está en juego.




Otra vez Peter Jackson nos lo ha vuelto a hacer. Otra vez ese sentimiento de ‘perdida’ generado por saber que esta vez sí, le decimos adiós a la Tierra Media (aunque yo firmo para que nos haga volver, adaptando “El Silmarillion”, o lo que él quiera…).
Cuando salí del cine de ver “El retorno de rey” en su día, sentí tristeza por saber que el viaje había terminado. Y ahora, con esta última parte de “El Hobbit” estrenada, vuelve a pasarme lo mismo. Esta vez ya no pienso que habrá más al año que viene y me hace sentir “huérfana”… una sensación extraña, porque se mezcla con la emoción y el disfrute con el que sales de verla.




La forma en la que Jackson ha adaptado las películas, ha marcado a todo una generación, que hemos amado aún más la obra del gran Tolkien, o bien ha hecho descubrirlas a otros tantos.
Si antes los iconos de una generación habían sido cintas como “Regreso al futuro”, los “James Bond” o “La guerra de las galaxias” (entre otros), los que hemos crecido viendo a Frodo con el anillo, y ahora las aventuras de Bilbo, son las que sentimos como propias. Los que hemos vivido y hasta sufrido sus guerras como las nuestras.
Lo que está claro, es que ambas sagas entran directas en la historia del cine, pese a quien le pese.



Podemos hablar de la reticencia inicial a convertir un libro como “El Hobbit” en una trilogía, de las licencias que se tomó Peter Jackson (lo de Tauriel era de traca)… pero nada de esto importa ya, porque de nuevo nos ha metido en un mundo que extrañábamos después de que Frodo y CIA lo salvasen hace ya unos años. Y nadie ha salido tan decepcionado, o eso creo (alguien habrá, pero ¡bah!). Personalmente, no puedo poner ni el más mínimo pero. Todo me ha encantado. Y sí, hasta Tauriel.
Jackson ha conseguido, gracias a un gran guion, dotar a la cinta de una épica, que no era tanta en el libro. Y usando más material de Tolkien, cerrar y dotar de más vida a ese libro tan pequeño, y mucho más sencillo, que es “El Hobbit”. Porque sí, porque ha definido más a los enanos, ha hecho que les queramos aún más y que vivamos junto a elfos, humanos, enanos y hobbits está gran aventura. Quizás no tan importante en repercusiones como “El señor de los anillos” (libro mucho más denso y, digamos, oscuro), pero Peter ha sabido de nuevo como volver a dar en el clavo.



Pero va tocando hablar de la película. Antes os contaba lo de Tauriel, que sí, que yo era de las primeras que no le hacía ni pizca de gracia que metieran a esta elfa. Pero oye, sabemos que las mujeres nunca han tenido mucho peso para Tolkien, y me gusta ver a esa elfa tan guerrera y luchadora como sus compatriotas masculinos. Y me encanta que en una parte de la película, las mujeres se revelen de tener que quedarse escondidas de los malos y salgan a luchar junto a los hombres.
Por eso, al final doy la razón a Jackson y el querer meterla, y porque la historia de amor ha quedado muy bonita al final, mucho más creíble de lo que se intuía en la anterior película. Tampoco hay que ser tan puristas y cerrados de mente. Y no es la única licencia que se toma para adaptar el libro, pero no me voy a poner a detallarlas, es tontería. Sólo comentar que no hay ninguna que me haya chocado. No es necesario ser literal y soy de la opinión de que todo lo ha hecho desde el respeto, que ha querido contarnos más y añadir más acción y diversión y le ha quedado perfecto. Y qué coño, que a mí me sigue emocionando, mucho… y yo para que me emocione…



De los actores, que decir. Debo admitir que Lee Pace me sorprende cada vez para aún mejor. Su Thranduil sigue pareciéndome soberbio.
Martin Freeman, simplemente es el mejor Bilbo posible (con el permiso de Ian Holm, que ya lo hizo genial en “El señor de los anillos”). Ha sabido ofrecernos esa perfecta evolución de hobbit reservado, y más bien miedica, a todo un valiente, con gran corazón y fiel a su palabra y principios (esto último, ya de serie). Lo mismo que la compañía de hobbits de “El señor de los anillos” ya hizo en su día, nuestros queridos Frodo, Sam, Merry y Pippin.
Además, imposible no nombrar a Cate Blanchet y su perfecta Galadriel, a Ian McKellen y el gran Gandalf, a Orlando Bloom y su estupendo Legolas.
Y bueno, todos los enanos están geniales. Ya lo dije en su día, en el libro apenas se nos los describía, y aquí los adoras a todos porque llegas a conocerlos muy bien. A destacar, a Richard Armitage como Thorin, dándonos una buena muestra de la codicia y sus efectos. Y de como resarcirse.
No puedo decir lo mismo de Luke Evans y su misma cara durante toda la película. No me llamó la atención en las anteriores, y después de hacer esa basura de nuevo Drácula, lo terminó de rematar para mí.
Y por último, como autentica admiradora del maestro Christopher Lee, cuando le veo aparecer de nuevo en pantalla, a sus 92 añazos, no puedo más que admirarle aún más. Él decía que ojalá llegase para verla, ni por un momento dudamos de ello. Verle siempre es un gran placer. Y su Saruman es el más mítico de todos.



¿Hace falta que hable de sus espectaculares efectos especiales? Pues eso, simplemente una pasada.
La batalla de los ejércitos es impresionante, los valores que desprende la película son geniales y aplicables para cualquier momento de la historia (real o ficticia, es así). Tiene sus momentos de humor, de valor, de tristeza, de rabia, de alegría… cuenta con todo.
Y por supuesto, la película tendrá sus detractores y otros tantos no hacen nada más que compararla con “El señor de los anillos” (¡vale ya, que no, que no se puede hacer!). Pues que les den. Que igual es que esto es como creer en Dios, no hay medias tintas y no se acepta en nada la opinión del otro. Pues yo afirmo ser creyente de esta religión y creo a pies juntillas. Así soy feliz.
Porque Peter Jackson nos ha brindado una imagen de la Tierra Media muy personal y con la que todos comulgamos. Ha sabido imprimir a la historia tanto su amor por la obra original, como dotarla también de su estilo propio.



En fin, mejor voy cerrando ya esta oda (que no cobro, eh. Esto lo hago por amor al arte, no me pagan ni la entrada). Siempre nos quedará volver a hacer el viaje una y otra vez volviendo a verlas en casa (o releyendo los libros).
Agradecer a Peter Jackson todo el trabajo (aunque sarna con gusto no pica, que el tío habrá disfrutado que no veas) y lo mismo a los actores que han dado vida a la obra de Tolkien. Para todos quedan ya en la memoria.
Y otra vez nos despedimos de la Tierra Media, igual con un poco de suerte volvemos, nunca se sabe. Lo que si se, es que mi segundo visionado en cines será la semana que viene, mi último ticket para volver a meterme en ese fantástico mundo en pantalla grande. Y después, a gastar el blu-ray :P



¡Hasta siempre Tierra Media!


A la izquierda, Peter Jackson durante el rodaje de "El señor de los anillos",
a la derecha, en el de "El Hobbit".



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