sábado, 1 de abril de 2017

Kong: la Isla Calavera (Kong: Skull Island)







Título original: Kong: Skull Island
Año: 2017
Duración: 120 min.
País: EEUU
Director: Jordan Vogt-Roberts
Guion: Dan Gilroy, Max Borenstein, Derek Connolly (Historia: John Gatins).
Música: Henry Jackman
Reparto: Tom Hiddleston, Brie Larson, Samuel L. Jackson, John Goodman, John C. Reilly, Toby Kebbell, Thomas Mann, Corey Hawkins, Jason Mitchell, Shea Whigham, John Ortiz, Eugene Cordero.












En los años 70, un variopinto grupo de exploradores y soldados es reclutado para viajar a una misteriosa isla del Pacífico. Entre ellos están el capitán James Conrad (Tom Hiddleston), el teniente coronel Packard (Samuel L. Jackson) y una fotoperiodista (Brie Larson). Pero al adentrarse en esta bella pero traicionera isla, los exploradores encontrarán algo absolutamente sorprendente. Sin saberlo, estarán invadiendo los dominios del mítico Kong, el gigante gorila rey de esta isla. Será Marlow (John C. Reilly), un peculiar habitante del lugar, quien les enseñe los secretos de Isla Calavera, además del resto de seres monstruosos que la habitan.




El gorila gigante lleva protagonizado películas desde 1933, que no es moco de pavo. Justamente el “King Kong” de 1933 fue un grandísimo éxito y se podría decir que inauguró el género ‘películas de monstruos’. En ese mismo año, y dado lo muchísimo que gustó, se estrenó su secuela: “El hijo de Kong” (ya os imagináis de que va).
Después de esto, no volvió a aparecer hasta los años 60, y en las películas japonesas de los Estudios Toho. Ya sabéis, las de Godzilla (y demás kaijus). Y justamente se enfrentaba a él en: “King Kong Vs. Godzilla”. Los japoneses volvieron a recuperarlo en 1967 en “King Kong escapa” (incluyendo a Mechanikong, anda que no les gusta a ellos incluir esas versiones mecánicas).
Acabada su etapa en Japón, volvió a EEUU en 1976 con un remake protagonizado por Jeff Bridges y Jessica Lange titulado: “King Kong”. Que aunque no tuvo muy buena crítica, gustó mucho a la gente (yo incluida). Tuvo una bizarra secuela (de la que me acabo de enterar ahora) en 1986 en la que aparece Lady Kong (toma ya, ¿y porque no Queen Kong?).
Después de aquello, el gorila descansó hasta 2005, año en que Peter Jackson lo trajo de nuevo a lo grande (versión que a mí me encanta y que fui a ver en cine en su día). Y ya no le volveríamos a ver hasta este año, con su nueva versión: “Kong. La Isla Calavera”.
Yo, exceptuando las secuelas (ni la del 33, ni la japonesa, ni la bizarra del 86), las he visto todas, y me han gustado (con las japonesas siempre me rio). Y esta de la que os voy a hablar hoy tenía muy buena pinta, y no podía perdérmela en cines. 




En los años 70, después de la guerra de Vietnam, un grupo de militares y de investigadores se aventuran en una isla desconocida para investigarla. Lo que no saben es que en ella habita Kong, un gorila gigante que vela por la isla y mantiene a raya a unos extraños seres que habitan bajo tierra. Al atacarlo creyéndole una amenaza, este irá a por ellos, matando a muchos de ellos y dejándoles sin manera de volver a su casa. Sólo tienen una oportunidad de volver, para ello deben viajar al otro extremo de la isla donde les espera la ayuda, e intentar no morir en las inmensas trampas que la isla les depara.



La historia innova con respecto a las anteriores y la clásica (todas han empleado siempre la misma básicamente). Aquí ya no son cineastas que viajan a la isla para rodar una película y acaban queriéndose llevar a King Kong (y este enamorado de la rubia de turno). Para esta versión, le han querido dar un estilo de película bélica (pero de marcado carácter anti belicista) y más trasfondo ecologista. Además, tiene una influencia brutal de “Apocalypse Now”, no solo en escenas clave (la escena en la barca), sino también en algunos personajes (el de John C. Riley).
Lo que más llama la atención es la nueva personalidad de Kong, que es el protector de la isla, lucha contra los seres malvados que hay y ayuda a los animales y a los humanos que viven en ella. Alejándose por completo de todas las anteriores versiones.


El guion es trepidante y rápido, convirtiéndola en una cinta muy amena y que te mantiene enganchado todo el rato. Sí, estamos ante un blockbuster, nadie lo puede negar, pero con su alma. Porque no todos son siempre iguales, y este es uno con personalidad. Le da una vuelta a la historia de siempre, la actualiza y le aporta frescura. ¡Ah! Y sin olvidar ese toque a Serie B que tiene que me encantó.
Es cuanto a su diseño y forma de ambientar, se asemeja mucho a lo que ya vimos en la versión de Peter Jackson, tanto en la recreación de la fauna como en la de la vegetación. Incluso en las peleas de Kong con el resto de seres. Tampoco se nota mucha diferencia en cuanto a efectos especiales con respecto a la de 2005, impresionantes en ambas.
Añadámosle una BSO rockera (Bowie incluido) muy interesante y que le va estupenda. 


En cuanto a los actores y los personajes que encarnan, no todos están igual de bien definidos.
Por un lado tenemos a los que mejor lo están. Comenzado por John C. Reilly y su genial Hank Marlow, un personaje muy bien dibujado al que enseguida se le coge cariño, seguido por Brie Larson y su intrépida fotógrafa y por el joven Thomas Mann y su militar.
Y por otro, a los más estereotipados, encarnados por Tom Hiddleston como el típico prota valiente y poco más. Y Samuel L. Jackson y su militar sin conocimiento (pero él tan monlón como siempre). Porque su coronel Packard no tiene ni pies ni cabeza, las decisiones que toma no se sostienen. Pero era necesario para tener ‘algo’ con lo que atacar a Kong. Al igual que el resto de sus compinches militares. Y John Goodman tampoco es nada del otro mundo (ni sale mucho). Pero claro, esta contraposición de personajes en lo que ayuda también a enfatizar con la película.
En definitiva, el casting está muy bien elegido y es muy atractivo. A pesar de ser muchas caras conocidas, sus minutos en pantalla está bien divididos.




¿Recomendada? Por supuesto, es una divertidísima cinta de aventuras (sin romance, ¡aleluya!), con escenas de peleas de monstruos muy chulas que no se te olvidan, un buen casting, una vuelta de tuerca interesante para King Kong, y puro y duro entretenimiento de blockbuster con sabor pulp. ¡No os la perdáis!
Y sí, hay escena final (quedaros hasta el final, lo advierto) que además traerá cola, porque nos da a entender que, además de haber secuela, se remontará a su pasado japonés, con más islas con otros kaiju. Y me parece bien, muy bien. Yo le tengo ganas.






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