miércoles, 11 de marzo de 2015

Kingsman: servicio secreto - 'Igual de elegante que James Bond, pero real, mucho más real'







Título Original: Kingsman. The Secret Service
Año: 2015
Duración: 129 minutos
País: Reino Unido
Director: Matthew Vaughn
Guión: Matthew Vaughn, Jane Goldman (Comic: Mark Millar, Dave Gibbons)
Música: Henry Jackman, Matthew Margeson
Reparto: Colin Firth, Taron Egerton, Mark Strong, Samuel L. Jackson, Mark Hamill, Michael Caine, Sofia Boutella, Jack Davenport, Sophie Cookson, Tom Prior, Neve Gachev, Alisha  Heng








Un veterano agente secreto inglés (Colin Firth) debe entrenar a un joven sin refinar (Taron Egerton), pero que promete convertirse en un competitivo agente gracias a un ultra-programa de entrenamiento, al mismo tiempo que una amenaza global emerge procedente de un genio retorcido. Adaptación del cómic de Mark Millar y Dave Gibbons.




No es nada nuevo que me encantan las películas de espías, o dicho más finamente, de agentes especiales, ya sea de la CIA, del MI6 o de lo que sea. El caso es que, cuando un tipo (ahora que me doy cuenta, siempre son hombres…) de estas características aparece en una pelicula, me siento en la ‘obligacion’ de verla, porque las disfruto mucho. Es el mismo caso que el cine de acción: dadme lo que sea, que yo lo veo de todas maneras. Lo bueno del cine de espías es que la acción esta asegurada. Tenemos a James Bond, a Jason Bourne, Ethan Hunt, incluso podríamos hablar de Austin Powers. Y ahora llega Harry Hart, una nueva clase de espía. ¡Y vaya espía! Quizás lo mejor de toda esta película es que su director sea Matthew Vaughn, un experto en lo que a mala baba se refiere. Gracias señor Vaughn por su cine.

Harry Hart es un agente secreto que ve como uno de sus amigos muere en combate. Debido a esto, el programa necesita entrenar a nuevos y jóvenes talentos para suplir el vacío que Lancelot ha dejado en el grupo. Hart da con un joven, algo insolente, al que tiene que convertir en un autentico caballero inglés. Aunque ese no será su único problema: la humanidad va camino de llegar a su fin.

Matthew Vaughn no tiene muchas películas en su haber como director (como productor si ha sido más
prolífico, junto a su amigo Guy Ritchie en ocasiones), pero las pocas que nos ha regalado han sido pequeñas joyas que hemos disfrutado como canijos: dio un vuelvo al cine de superhéroes, dotándole de un punto cómico que luego, curiosamente ‘Los Vengadores’ tomó prestado (no tanto, pero si hay referencias); después revitalizo la saga de los X-Men en el cine, regalándonos esa nueva visión de los mutantes que luego ha elevado Bryan Singer a una gran altura; y ahora se ha pasado al cine de espías, para, al igual que hizo con el de superhéroes, dotar de una nueva vida al genero, y, porque no decirlo, triunfar en el terreno en el que muchos otros han fracasado (hablo de la incomprendida, en mi opinión, ‘Jack Ryan: operación sombra’). El caso es que, con su buen hacer y creando un guion brillante y alocado, basado en un cómic de Mark Millar, al que se parecerá mas o  menos, eso da igual, hace que disfrutemos, una vez más, del cine que nos tiene preparados y que con cada nuevo film nos haga preguntarnos si no es una de los directores más atrevidos de su generación. Yo creo que lo es, y nos lo ha demostrado sobradamente.

Pero no todo se basa en un buen guión y en el buen hacer de su director, y es que uno de los puntos fuertes de la película en su reparto. Colin Firth se sale del típico papel british que parece que en todas las películas le tienen asignado, regalándonos una de las grandes actuaciones de su carrera, porque aunque veamos que se despeina bastante a menudo durante el metraje, en ningún momento pierde esa compostura y elegancia británica que tanto le caracteriza. Una mezcla perfecta que solo él podía lograr. Además admito que con esta película he aprendido a quererle un poco más. Pero sin duda el que más me ha sorprendido ha sido Taron Egerton, un chaval al que no conocía y que creo que puede tener un gran futuro. Se hace con su papel a la perfección, y se ve una evolución abismal entre el comienzo y el final de la cinta. Luego ya, subjetivamente hablando, hay que ver el cambio que da hacia el final de la película cuando el chiquillo se pone el  traje y se convierte en todo un caballero inglés, todo un dandy y, porque no decirlo ya que estoy hablando subjetivamente, más atractivo.

El tributo/homenaje o como queráis llamarlo a la saga James Bond es más que evidente. No solo por todos los cachivaches que usa (paraguas, plumas, mecheros…todo un arsenal de armas de lo más cotidiano) y tampoco por el traje, sino también por ese guiño final a la ‘chica Bond’, y al festín que se da el personaje; y es que, claro, después de todo el trabajo duro, uno tiene que darse algún que otro capricho. Aunque siendo más especifica, el personaje no es tan James Bond como se puede esperar de él, sino que tiene un poco de la locura de Austin Powers; es una mezcla de ambos, pero mucho mejor que los dos por separado. Un nuevo espía que, ojala, hubiese más como él.


Y luego vamos con mi parte favorita: la acción. La hay a raudales, con el sello de identidad de Vaughn. Hay escenas más que memorables, como la de la iglesia, con un Colin Firth fuera de órbita, o la de los fuegos artificiales, que no te dará más opción que reírte a carcajadas. No hay descanso en ningún momento, y el ritmo de la cinta no decae, y eso hace que no nos aburramos y que nos sumerjamos en la acción. Lo tiene todo, es original, y eso es algo que en el cine actual viene muy bien, porque es como un soplo de aire fresco a un genero que parece algo cansado. Y ya no solo este genero, sino al cine en general que esta plagado de secuelas, precuelas, spin-offs y cosas por el estilo (que razón tenia Jack Black con su canción en los Oscars). La vais a disfrutar, y mucho.




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