La película mierda de la semana: "Bunny, la cosa asesina" (Bunny the Killer Thing)

Título original: Bunny the Killer Thing

Año: 2015

Duración: 90 min.

País: Finlandia

Director: Joonas Makkonen

Guion: Joonas Makkonen, Miika J. Norvanto

Música: Jussi Huhtala

Reparto: Veera W. Vilo, Gareth Lawrence, Enni Ojutkangas, Roope Olenius, Joonas Makkonen, Marcus Massey, Katja Jaskari, Jari Manninen, Miika J. Norvanto.

 

Un grupo de finlandeses y británicos se encierran en una cabaña cuando una criatura que es medio humano, medio conejo, los ataca.

Inauguro ‘sección’, en la que hablaré de una película que después de verla me haya entrado rabia homicida por haber perdido tiempo de mi vida con semejante chorrada. Aunque en la que también alabaré la existencia de la piratería, porque llego a gastarme un céntimo en la mierda de hoy y juro que pongo una denuncia.
No sé cada cuanto la haré, porque con “Bunny, la cosa asesina” estamos hablando de ‘mierda del año’, más que de la semana, pero ya veremos. Suelo tragarme mucha mierda, pero de este calibre… ¡si al menos cobrase por verla y escribir! 

La cosa es que esta bazofia finlandesa no tiene mucha sinopsis que contar. Un grupo de retrasados mentales (con perdón a todas las personas con retraso mental de verdad) se van a una casa perdida de la mano de Dios a pasar unos días de borrachera y folleteo, pero se topan con otros gilipollas a los que deciden llevarse con ellos (para más inri, un asiático, un negro y lo otro no sé qué era… ¿indio? Tampoco me importa). La cosa es que por allí, unos gañanes finlandeses con tendencia a la endogamia han creado un hibrido de conejo y humano con un gran pollón (eso dicen ellos, no es tan grande…) con muchas ganas de chochos. La cosa es que se les ha escapado y anda suelto por ahí, así que ya sabéis con quienes se topará…

 

Después de leer esto diréis: “la culpa es tuya, esa basura que cuentas apestaba a kilómetros”. Pero si leéis la sinopsis de filmaffinity, veréis que no dice nada de eso. Y la vi sin saber casi nada de ella previamente…
En fin, la cosa es que tenemos a un tío disfrazado de conejo con una polla muy larga, que va dando saltitos cual canguro, haciéndose pajas y gritando “CHOCHOS” todo el rato, mientras los busca, claro. Aunque también arranca pollas y folla cuencas del ojo si hace falta (todo, con un humor finlandés muy fino, como apreciareis).
Los actores, sin salvarse ni uno, dan mucha lástima. Lo hacen fatal y no creo que vuelvan a trabajar de esto en su puta vida (según veo, la mayoría debutaban aquí). Tampoco le auguro mucho futuro a su director y guionista (es su primera película, y ambas cosas las hace él, con un poco de ayuda para el guion), que escribe unos diálogos que dan mucha pena, mucha…
Ejemplo:
“¿Qué está pasando abajo?” – dice el niño de las pajas muy asustado.
“Están buscando chochos” – dice la lesbiana violadora tan panchamente.
Y de fondo, se oye al ‘conejo pajillator’ que grita: “CHOCHOS FRESCOOOOS”.
Nada más que alegar su señoría.

Y es que encima, la cantidad de gore no es excesiva y su calidad es muy mala. Cuando más sangre va a salir, más oscura se vuelve y no se ve nada.
No tiene gracia en ningún momento, es aburrida y pesada. Me pasé la película mirando cuanto le quedaba, y tiene delito porque apenas llega a la hora y veinte minutos.
Intenta ser gamberra y divertida y falla estrepitosamente. Las películas de la Troma (por decir un ejemplo) son malas, casposas y con malos actores, pero resultan divertidas por su estupidez y locuras. Esta ni eso… es mierda a secas.

Hay personajes que salen y no sabes para que, igual que escenas sin sentido. El niño que no para de hacerse pajas no sé qué pintaba, es más, no recuerdo que pasaba con él… se ve que di un bostezo muy largo y me perdí la escena.
Los polis que salen, que se parecen a Cletus, tampoco sé que pintan y mueren de forma estúpida muy rápido.
La lesbiana violadora (sí, intenta violar a su amiga inconsciente) es violada por el conejo, imagino que como justicia divina.
O momentos de humor como el ‘conejo pajillator’ persiguiendo a un tío porque se confunde, resulta que lleva calzoncillos con un dibujo de una vagina y se lía. No sé si se supone que el público debería de reír aquí. Tampoco entiendo esa escena repetida hasta la saciedad del conejo agitando su pene como un cowboy gira su lazo… 

Si os puede la curiosidad, sabed que la existencia del ‘conejo pajillator’ es debida a que los gañanes finlandeses inyectan un veneno a la gente (encima osan hacer referencia a “Re-Animator”) para convertirla en conejos gigantes con pollas grandes porque tienen un próspero negocio en el que la gente puede follárselos (¿?). Aunque luego el negro de la peli se baja los pantalones y tiene una polla más grande (mucho más) que el que puto conejito…
Y encima esta mierda finaliza con una amenaza, el conejo medio despollado sigue vivo (porque se supone que lo mataban capándolo) y tiene una amiga, una conejita con un chocho gigante que grita… “POLLAS”. Festival del humor. Matadme ya.

En fin, que no la veáis. Aunque, si lo hacéis (no lo hagáis, enserio…), podéis disfrutarla hasta doblada al castellano. ¿Por qué doblan estas mierdas? ¿Por qué llegan a nuestro país? Hay películas estupendas que jamás llegan (ni dobladas, ni sin doblar)

Vaya, resumamos: historia pésima, mal contada, su puesta en escena es para llorar, sus actores dan lástima, no hace ni pizca de gracia y sus efectos son cutres y tristes. ALEJAOS de esta puta mierda.