John Wick: Capítulo 3 - Parabellum (John Wick: Chapter 3 - Parabellum)

Título original: John Wick: Chapter 3 - Parabellum

Año: 2019

Duración: 130 min.

País: EEUU

Director: Chad Stahelski

Guion: Derek Kolstad, Shay Hatten, Chris Collins, Marc Abrams (Personaje: Derek Kolstad)

Música: Tyler Bates, Joel J. Richard

Reparto: Keanu Reeves, Halle Berry, Ian McShane, Anjelica Huston, Laurence Fishburne, Lance Reddick, Asia Kate Dillon, Jason Mantzoukas, Mark Dacascos, Yayan Ruhian, Cecep Arif Rahman, Robin Taylor, Tobias Segal, Saïd Taghmaoui, Jerome Flynn, Randall Duk Kim, Margaret Daly, Susan Blommaert.

John Wick (Keanu Reeves) regresa a la acción, solo que esta vez con una recompensa de 14 millones de dólares sobre su cabeza y con un ejército de mercenarios intentando darle caza. Tras asesinar a uno de los miembros del gremio de asesinos al que pertenecía, Wick es expulsado de la organización, pasando a convertirse en el centro de atención de multitud de asesinos a sueldo que esperan detrás de cada esquina para tratar de deshacerse de él.

Un caso curiosísimo de película, no me digáis que no. En España las dos primeras no se estrenaron en cines y en EEUU fue estreno limitado. Pasando a estrenarse a lo grande en su tercera entrega y tener ya puesto el ojo a la cuarta. Convirtiéndose además en una de las mejores sagas de acción de la historia, sin ninguna duda.
Yo vi la primera hace ya años sin esperar nada de ella y caí rendidísima (ya os lo dije aquí). Lo tenía todo: un protagonista carismático, una historia adictiva (por momentos, casi paródica del género) y muchísima acción muy bien rodada. Y eso que la historia del asesino a sueldo más mortífero solo acababa de empezar... 

Para esta tercera, no pierde ni un ápice de espectacularidad ni diversión. Es más, os aseguro que todo se incrementa y mejora a sus predecesoras. Y sin dar muestras de cansancio a pesar de ser ya la tercera película.
Uno de sus muchos puntos fuertes es el despliegue técnico empleado para rodar las escenas de acción, es lo nunca visto. Una autentica pasada. El juego de luces, de cámaras, de variedad de movimientos, de tiroteos, de uso de armas… y de grandes profesionales en las artes marciales, por supuesto. Y además de eso, saben ser originales en cada una de las escenas de acción que vemos en pantalla. Todas son dignas de recordar y ninguna es relleno. La coreografía está cuidadísima hasta el más mínimo detalle y te quedadas embobada viendo el despliegue que nos ofrece (el momento de la batalla del final, sincronizada con la música clásica que pone el personaje de Ian McShane es brutal. Pero su inicio, con todos los asesinos de la ciudad buscándole para matarle, es impresionante).
Así que sí, en cada una de ellas, sin trampa ni cartón de efectos especiales, te sientes en medio de la batalla a muerte, viviéndola por completo. Nunca jamás verás tanta belleza en la violencia.

En cuanto a su guion, es la continuación exacta de lo sucedido en la anterior. Más que secuela, como bien dice su título, son capítulos. Lo que la hace ser más fresca y dinámica. Y es que la cinta no se hace larga en ningún momento, tiene un sentido del ritmo impresionante y, creedme, por largas que sean las peleas, en ningún momento te pueden aburrir o resultar pesadas (¡que herejía escribo! Es algo obvio). Hay persecuciones (a caballo, en coche, en moto), tiroteos, peleas con puños, peleas con katanas, peleas con todo tipo de armas… lo tiene todo.
Pero no todos son hostias como panes. La película tiene mucho que contar porque el universo que nos muestra tiene mucha miga. Y en esta tercera entrega nos adentraremos no solo en la fascinante historia de nuestro asesino a sueldo favorito, sino también en la del resto de personajes y en la rica historia sobre la sociedad secreta del gremio de asesinos. Con sus códigos de honor, reglas y jerarquía (y uso de monedas). Y todo esto sabe encajarlo perfectamente en su bien estructurado guion. Así que no, la cinta no es solo momentos de acción mezclados.

Y por último, hablar de los actores. Keanu es totalmente John Wick, lo da todo por su personaje y se nota. Esa mezcla de estoicidad y de ternura, su maestría en la lucha y su código de honor lo hace único, cercano al espectador y lleno de carisma. Imposible no enamorarse de él. Dadle tiempo, pero creo firmemente que estamos viendo a uno de esos personajes que en nada serán míticos del cine.
Y sí, Keanu Reeves lo es todo en la cinta, pero no podemos olvidarnos de sus compañeros. Repiten Ian McShane (soy ultra fan de este señor), Laurence Fishburne y Lance Reddick en sus estupendos papeles, y son otros que también están llenos de carisma y a los que es fácil adorar. Y se añaden a la función Anjelica Huston, Jerome Flynn, Asia Kate Dilon, Halle Berry y Mark Dacascos.
Pero si hay que destacar a alguien por encima de todos es a Mark Dacascos, toda una leyenda de las artes marciales y que es la versión histriónica y exagerada de John Wick. Mola mucho. Como curiosidad, este papel iba a recaer en (mi querido) Hiroyuki Sanada pero se lesionó y no pudo hacerlo, así que el papel se reescribió por completo para Mark. Aunque él está estupendo y me ha gustado mucho, me hubiese gustado ver a Hiroyuki. ¿Le llamareis para la cuarta?
Y tampoco puedo terminar sin alabar a Halle Berry, su personaje y sus perros (y su pedazo escena de acción) y a Asia Kate Dilon y su estoicidad. Pero vaya, que todos geniales.

En definitiva, que si no habéis ido a verla al cine ya, no sabéis que os perdéis. Una autentica pasada, tremendamente disfrutable y que ver en pantalla grande es casi una obligación. No le encuentro ni un punto débil. Va a estar en mi top de películas de este año sí, o sí.
Una gran Keanu Reeves dando vida a un personaje que ya es de mis favoritos del cine, unas escenas de artes marciales (y de acción en general) espectaculares (y yo soy muy, muy fan), unos secundarios perfectos y toda una fantástica historia sobre el gremio de asesinos que es adictiva. A todo esto, le sumamos una estética única y una habilidad para rodar escenas de acción que ya quisiesen muchas películas.
¡Id a verla!