Título Original: Serbuan maut (The Raid: Redemption)
Año: 2011
Duración: 101 min
País: Indonesia
Director: Gareth
Evans
Guión: Gareth
Evans
Música: Aria
Prayogi, Fajar Yuskemal
Reparto: Iko Uwais, Doni Alamsyah, Joe Taslim, Yayan Ruhian, Pierre Gruno, Ray Sahetapy, Tegar Satrya, Iang Darmawan, Verdi Solaiman
Hoy volvemos a la carga
con la critica de Kuroki NIN sobre la pelicula ‘The Raid’. Decir que estamos
encantadas de tenerte como colaborador. ¿Vosotros la habeis visto? ¿Qué os ha
parecido?
Todo el mundo en
Jakarta sabe que en los barrios bajos de la ciudad hay un edificio que sirve de
refugio para los criminales más peligrosos de Indonesia. Algo así como una
fortaleza del mal cuya leyenda crece día a día y a la que incluso la policía
teme acercarse. Pese a ello, un grupo de fuerzas especiales de élite intentará
derribar sus defensas y penetrar en sus entrañas. Pero la operación no sale
según lo previsto, y los policías se encontrarán atrapados en el edificio, sin
escapatoria posible y rodeados de asesinos y gángsters
Una de las películas revelación del año 2011, “The Raid” nos
translada a uno de los barrios más chungos de Yakarta donde un grupo especial
de la policía se lanza a la caza silenciosa de un señor de los bajos fondos de
la ciudad indonesia. Sin embargo, al llegar a la bloque de pisos donde se halla
el objetivo del comando la operación queda al descubierto y como suele pasar en
estos casos, para los policias la misión pasa a convertirse en una auténtica
lucha por la supervivencia.
A pesar de la simpleza del argumento (esto es una peli de
acción casi de manual, el que quiera ver planos infinitos de los desiertos de
Azerbaiyán con el monólogo de una voz en off que busque otro título) aquí lo
que nos interesa es la forma de contar la historia: poco a poco, el peso de la
misma recae en Rama (Iko Uwais) que pasa de ser un integrante más del grupo de
policías a uno de los escasos supervivientes del asalto al edificio, al tiempo
que se desvelan las conexiones del protagonista con el lugar. Ésta es una de
las pequeñas sorpresas que nos depara el guión de “The Raid” y si os gusta el
cine de acción, la película que hoy nos ocupa es de obligado visionado.
Precisamente una de sus virtudes es que va al grano y no te
da tregua salvo en momentos muy puntuales, en
Por lo demás, el punto fuerte del filme son las escenas de
lucha: totalmente acordes con la crudeza del mugriento escenario recreado, de
una fiereza inusitada, brutales, épicas, descarnadas, sucias, sangrientas, con
armas o sin ellas, en este aspecto “The Raid” ha puesto el listón a años luz de
las bazofias descafeinadas que llegan a las salas de cine (con notables
excepciones como la mencionada “Dredd” o la saga “Undisputed”). Las
coreografías destacan por su velocidad y contundencia y nos introducen de lleno
en la desesperación que mueve a los integrantes de los dos bandos (policías y
criminales).
También me gustó mucho el detalle de que Gareth Evans ha
prescindido totalmente de ñoñerías y nos trae personajes realistas que no se
cagan de miedo ni se quejan del destino que les ha tocado vivir, por duro que
sea. Luchan por sobrevivir y muchas veces prefieren huir antes que luchar si es
posible. Aquí nadie se comporta de forma estúpida o destilando chulería, ni hay
concesiones al humor o a los diálogos idiotas porque la situación que viven es
muy chunga. En todo este planteamiento hay que reconocer que Evans tiene los
huevos cuadrados y en su sitio por no caer en el discurso “blandengue” de otras
películas de acción como la última entrega de la saga de “Batman” creada por
Nolan. Yo no soy un detractor de la saga (de hecho, “Batman Begins” me parece
la peli más redonda, épica y bien acabada de Bats), a pesar de que en “El
Caballero Oscuro: la Leyenda renace” hay tiroteos, explosiones y ostias de
cuello vuelto pero nadie sangra, las muertes (como la de Talia Al Gul) son
incluso objeto de burla en Internet y todo parece contaminado por lo
políticamente correcto. En este caso echo de menos la versión más oscura de
“Batman Returns”, en la que Tim Burton no se cortaba un pelo en poner en
pantalla a un Batman incluso sádico (de clara influencia post-Frank Miller, ¿os
acordáis de cómo las gastaba con los secuaces de El Pingüino? A uno incluso lo
quemaba vivo con los propulsores del Batmóvil). En este aspecto un punto a
favor de la dirección de Evans, como decimos.
Planta por planta, Rama y sus compañeros van avanzando y
dejando un reguero de carne picada que no tiene fin, aunque sufriendo muchas
bajas en su propio bando. En cuanto a las interpretaciones, hay que decir que
son lo de menos, pero con pocas pinceladas los personajes quedan definidos a la
perfección (de Rama sabemos que sus motivaciones para no rendirse ante el caos
desatado es que tiene una familia que le está esperando, pero esto no lo dice
en ningún momento abiertamente sino que lo sabemos porque la narración nos hace
visualizar sus pensamientos).
Los personajes son todos estereotípicos del cine de acción:
el héroe noble, el policía corrupto, el asesino psicópata (“Mad Dog” creo que
le llaman en la película), etc pero esto no significa que no cumplan con su
papel a la perfección. Si hubieran usado el recurso de la retórica
grandilocuente y vacía de otros títulos del género (como por ejemplo la saga de
“Matrix”) posiblemente habría lastrado el resultado final con líneas de diálogo
absurdo que pueden entorpecer el desarrollo de la acción.
Como nota destacable, hay que señalar que este año se
estrena la segunda parte de “The Raid”: la secuela estará nuevamente
protagonizada por Rama y se desarrollará unas pocas horas después de lo
acontecido en la primera entrega y esta vez la acción saldrá del espacio
cerrado del bloque de viviendas para centrarse en la guerra de bandas que asola
las calles de Yakarta. Si no habéis visto todavía “The Raid” os estáis
perdiendo una auténtica montaña rusa de emoción y rijostios como panes: para el
que firma esto es la mejor película de acción de lo que llevamos de década,
avisados quedáis.
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