Captain Fantastic

Título original: Captain Fantastic

Año: 2016

Duración: 118 min.

País: EEUU

Director: Matt Ross

Guion: Matt Ross

Música: Alex Somers

Reparto: Viggo Mortensen, George MacKay, Missi Pyle, Kathryn Hahn, Frank Langella, Hannah Horton, Nicholas Hamilton, Steve Zahn, Ann Dowd, Trin Miller, Samantha Isler, Annalise Basso, Shree Crooks, Erin Moriarty, Charlie Shotwell.

Premios:
2016: Festival de Cannes: Mejor director (Un Certain Regard).
2016: Festival de Karlovy Vary: Premio del Público.

 

Ben (Viggo Mortensen) es un hombre que ha pasado diez años viviendo en los remotos bosques situados al noroeste del Pacífico criando a sus seis hijos. Sin embargo, las circunstancias hacen que tal peculiar familia deba abandonar su modo de vida en la naturaleza y volver a la civilización. Asimilar su nueva situación y adaptarse de nuevo a la sociedad moderna no les va a resultar nada sencillo.

Me encanta Viggo Mortensen. Y aunque como muchos, yo también le conocí siendo Aragorn en la genial “El señor de los anillos” (antes le habíamos visto, pero era secundario y no se nos quedaba). Su carrera es y ha sido muy variada, tendiendo más hacia el cine independiente que a las superproducciones, y sin encasillamiento en géneros. Lo mismo lo vemos a las órdenes de Cronenberg en “Promesas del este” o en “Una historia de violencia” (buenísima ambas), que aquí en España con “Alatriste” (bastante fallida, pero él puso todo su empeño), con el futuro post-apocalíptico de “La carretera”, yéndose a Francia con “Lejos de los hombres”, en Argentina con “Jauja” o en Inglaterra con “Las dos caras de enero”. Vaya, variadito y de todos los gustos. Y todas con un denominador común, te puede gustar o no la temática de la cinta, pero Viggo siempre está impecable. Y con esta nueva película, lo vuelve a demostrar con creces.

Para esta ocasión Viggo interpreta a un padre que cría a sus hijos fuera de la sociedad, en un bosque, donde habitan los 6 niños y ambos padres, que los educan y les enseñan a vivir en la naturaleza. Pero todo cambiará cuando la madre cae enferma y ellos deben salir de su pequeño mundo y enfrentarse a una realidad diferente a la que conocen. El choque entre la educación y la forma de vivir recibida, y la que hay en el mundo exterior, será el eje de la película y guiará a nuestros protagonistas en sus aventuras fuera de su hogar.

 

Una de las cosas que mejor se ha llevado a la pantalla es que la cinta ni busca la lágrima fácil, ni el adoctrinamiento. No nos muestra una forma de vivir u otra como la mejor, si no que podemos ver tanto las cosas buenas de una, como las malas. Eso salta a la vista en muchas ocasiones, como cuando nuestros protagonistas conoces a sus primos, unos niños que no se separan de sus consolas, móviles y ropa de marca y que el colegio les parece un rollo. Ahí surgirá una pequeña discusión entre la forma de educar ‘libre’ del personaje de Mortensen y la ‘convencional’. Lo mismo con la alimentación (ven a todos los americanos gordos y les llama mucho la atención y no saben ni lo que es una Coca-Cola, ya que ellos cazan y cultivan su comida), los hobbies o la forma de ver y relacionarse con la naturaleza.

En el fondo, nos habla de cómo criar a los hijos y los problemas, aciertos o error que los padres cometen. Todos. Por muy extraño que pueda parecer el método del protagonista, los niños viven las situaciones que también viven otros: el miedo a los cambios, la muerte, la relaciones familiares, las particularidades de cada niño, como van creciendo…

Debido a que es una película que busca el lado cómico y más de 'buen rollo', no ahonda tanto en todos los temas filosóficos que sí que plantea, se muestran y se solucionan de forma más sencilla. Para mi es algo bueno, pero siempre puede haber gente que busque algo más ‘profundo’.

Y uno de los grandes puntos de la película es su apartado actoral. No debe ser fácil dirigir a tanto niño, pero el resultado es buenísimo. Cada uno de ellos, además de interpretar su papel estupendamente (muy, muy creíbles todos), tiene una personalidad definida sin importar cuanto tiempo tengan en pantalla (aunque obviamente, el hermano mayor, interpretado por un genial George MacKay, es el más definido y es también el que más sale). Hay muy buena química entre todos ellos y con Viggo Mortensen, lo que hace que enseguida formes parte de su particular familia.

Desde luego, Mortensen es el más destacable, creando un personaje impecable, creíble y que va evolucionando a lo largo de la cinta. Es un gustazo verle actuar.

Y de secundarios de lujo, contamos con Frank Langella como el preocupado abuelo de los niños, y con Kathryn Hahn y Steve Zahn y como la hermana de Viggo y su marido, respectivamente.

Es emotiva y divertida, terminas de verla y deja que pensar. Pero lo hace sin ser recalcitrante y siempre con una sensación de ‘buen rollo’, mostrándonos esa particular Utopía que el protagonista ha querido inculcar en su familia.

Sí que la recomendaría, no pretende ser moralista ni imponer ningún tipo de pensamiento sobre otro, solo exponer y que el espectador lo medite. Además, tanto Viggo Mortensen como los pequeños están estupendos, y sólo por verles actuar, ya merece la pena.