Peter y el dragón (Pete's Dragon)

Título original: Pete's Dragon

Año: 2016

Duración: 102 min.

País: EEUU

Director: David Lowery

Guion: S.S. Field, Toby Halbrooks, David Lowery, Seton I. Miller

Música: Howard Shore

Reparto: Oakes Fegley, Bryce Dallas Howard, Oona Laurence, Robert Redford, Michael C. Hall, Wes Bentley, Craig Hall, Karl Urban.

Durante años el Sr. Meacham, un viejo tallador de madera, ha fascinado a los niños de la región con sus cuentos acerca de un feroz dragón que reside en lo más profundo de los bosques del Noroeste del Pacífico. Para su hija Grace, que trabaja como guarda forestal, estas historias no son más que cuentos para niños… hasta que conoce a Peter. Peter es un misterioso niño de 10 años que no tiene familia ni hogar, y que asegura que vive en el bosque con un gigante dragón verde llamado Eliott. Con la ayuda de Natalie, una niña de 11 años cuyo padre es dueño de la serrería local, Grace partirá en busca de respuestas que averiguen de dónde viene Peter, cuál es su verdadero hogar y la verdad acerca de ese dragón.

Para celebrar mi cumple (y el de Robert Redford XD) fuimos a ver la última película de Disney. Una adaptación con actores de la cinta de animación: “Pedro y el dragón Elliot”, de la que apenas tengo recuerdos de cuando la vi de niña (igual ni la vi entera), curioso…
Es una de esas cintas de Disney que han quedado un poco olvidadas, aunque la verdad es que ya tiene sus añitos, fue estrenada en 1977 y ya ha llovido mucho, para que engañarnos. Así que tampoco voy a compararla, porque no recuerdo nada más que a un dragón gordinflón, y poco puedo hacer. Y en fin, casi es mejor, así parece que vayas a ver una película nueva, que se extraña un poco más de novedades ante tantos remakes, secuelas y demás fauna, ¿no?

Un niño viaja con sus padres en coche, está leyendo un libro en el que un perrito llamado Elliot se pierde y vive una aventura. Nuestro protagonista no sabe lo que significa esa palabra, pero está a punto de vivirla, porque el coche sufre un horrible accidente y sus padres mueren. Se quedará solo en el bosque, pero a su rescate vendrá un dragón que cuidará de él. Los años pasan y una guardabosques lo descubrirá, lo que será el inicio de una vida diferente.
Toda la historia está contada de forma ágil, muy amena, y el toque que le da el punto de vista infantil de nuestro protagonista la termina de redondear. Es una historia perfecta para contar a los más pequeños, pero que también gustará a los adultos que los acompañen (o que vayan sin críos, la cosa es saber disfrutar de este tipo de cine, y si está bien hecho como es el caso…). 

En cuanto a los actores, lo primero es hablar del gran Robert Redford, porque lo de este hombre no es normal, todos sabemos que es un grandísimo actor, que haga lo que haga él siempre está perfecto. Y aquí no es diferente. Pero es que además de todo esto, el tío sigue manteniéndose muy atractivo con sus recién 80 años cumplidos. Que siga siendo el más guapo del reparto tiene mérito…
Pero volviendo a los actores, aparte del gran Redford, estupendo como ese anciano (me cuesta escribir ese adjetivo para referirme a él) lleno de ilusión y un alma joven, que cree en los dragones y en proteger la naturaleza, tenemos al pequeño Oakes Fegley, que a pesar de ser prácticamente un debutante (curioso, veo que salió en “Bordwalk Empire”), y que este es su primer papel protagonista, está estupendo y muy creíble. Le acompañan la siempre genial Bryce Dallas Howard, Wes Bentley, Karl Urban y la pequeña Oona Laurence. Un buen casting, que congenia (la relación de los pequeños con Bryce es muy buena y se ve muy real) y que está estupendo. 

Es una de esas películas emotivas, bonitas y entrañables. Que son capaces de cautivar al público. Es de esas que siempre digo que parece que te reconcilian con el ser humano, cuando terminas de verla sientes que todo es mejor, al menos por un ratito, o hasta que la vuelvas a ver. Y encima la acompaña una fotografía preciosa, con unos paisajes impresionantes, que te invita a querer estar allí.
Los efectos especiales son al nivel que Disney nos tiene acostumbrados, simplemente fantásticos, y el diseño del dragón muy adorable (muy perro, Disney siempre convierte a casi todos los animales secundarios en perros).

En definitiva, una bonita fábula perfecta para llevar a los peques al cine (en la sala donde estaba, los críos estaban encantados). Es cine familiar con corazón. Sí que es verdad que el nivel de azúcar en sangre te puede subir viéndola, pero aun así, yo la disfruté mucho. Y se notó que en la sala de cine la gente la disfrutó también. 

Buenos actores, bonita historia, estupendo mensaje a favor de la naturaleza, grandes efectos especiales y preciosa fotografía… no puedo hacer otra cosa que recomendarla (no todo van a ser zombis devorando tripas, ¿no?).