Popurrí de estrenos (40)

La semana pasada no subí esta entrada por pereza a ponerme a escribir (y porque ya había publicado el especial de series y, en verano, una entrada a la semana es bastante esfuerzo XD)

Así que como últimamente, el popurrí de estrenos llega un poco desfasado, pero bueno. ¿Os pasáis a leer de todas formas sobre estas dos pelis de terror tan diferentes entre si?

Midsommar

EEUU, 2019; Duración: 145 min., Director: Ari Aster, Guion: Ari Aster, Música: Bobby Krlic, Reparto: Florence Pugh, Jack Reynor, Will Poulter, William Jackson Harper, Ellora Torchia, Archie Madekwe, Vilhelm Blomgren, Julia Ragnarsson, Anna Åström, Anki Larsson, Lars Väringer, Katarina Weidhagen van Hal, Isabelle Grill.

Género: intriga, terror, drama.

Sinopsis: Una pareja estadounidense que no está pasando por su mejor momento acude con unos amigos al Midsommar, un festival de verano que se celebra cada 90 años en una aldea remota de Suecia. Lo que comienza como unas vacaciones de ensueño en un lugar en el que el sol no se pone nunca, poco a poco se convierte en una oscura pesadilla cuando los misteriosos aldeanos les invitan a participar en sus perturbadoras actividades festivas.

Lo mejor: la forma en la que construye su depravada atmósfera es de 10. La sensación de terror a plena luz del día. Estamos acostumbrados a que lo malo ocurre cuando oscurece, pero aquí eso no pasa. No hay noche, solo día. Y el horror se irá sucediendo, siempre, de forma inesperada. Sorprendiéndote cuando menos te lo esperas (como ya pasó en la anterior película del director). La escena del ritual de las personas mayores es muy, muy impactante.

La historia nos muestra una antigua tradición pagana (que mezcla religión y magia) basada en antiguos rituales y tradiciones de la gente del norte. Pero bajo su extraña factura, la estructura es más sencilla de lo que os podáis creer: unos jóvenes forasteros que se van de vacaciones y acaban escaldados. Es más, no se aleja demasiado a “La matanza de Texas”. A “Midsommar” no le falta el gore, los seres deformes y los momentos de taxidermia enfermiza. Todo esto, aderezado con un humor extraño y enfermizo, muy macabro. Sin olvidar el toque psicodélico. ¡Veis!, la “Matanza de Texas”, pero al sol y con una factura más pulcra (y de aire modernete).

Incluso no se puede escapar tampoco que esa macabra festividad pueblerina recuerda a la de “2000 maniacos” (esta era sureña americana).

Pero estos parecidos son solo en la base, la experiencia que ofrece “Midsommar” es bastante diferente. A mí me atrapo en el cine de principio a fin, ni me di cuenta de lo larga que era. Me resultó un viaje fascinante, loco y enfermizo. Con escenas impactantes que se te quedan grabadas.

Mención especial para su fantástica actriz principal, Florence Pugh. Aunque todos están francamente bien, gracias especialmente a sus pintorescos personajes.

Leí que el director citaba algunas de las películas que le habían influenciado, entre ellas me llamó la atención “El mago de Oz”. Y es cierto, ese prólogo en blanco y negro, que vira a color cuando el viaje de la prota comienza.

Lo peor: pues que es rara y ‘especialita’, mucho. Y como ya pasó con “Hereditary”, la anterior cinta de Ari Aster, es de las que generan odios y amores. Y ya sabéis que pasa con este tipo de pelis…

En el fondo, todos sabemos que es una versión moderna y más cultureta de “El hombre de mimbre” de Christopher Lee (incluso con toques de la versión que más tarde hizo Nicolas Cage, especialmente en aquellos de humor involuntario, aunque en “Midsommar” no hay nada involuntario).

Conclusiones: me ha encantado, me atrapó de principio a fin. Sé que a muchos no les ha gustado nada, pero a mí me ha enamorado. Creo que incluso más que “Hereditary” (que también me gustó, ojo), probablemente porque aquí ya venía con bagaje y sabía por dónde nos saldría su director.

Resultan curiosos los paralelismos con “Hereditary”, si lo piensas. En esta todo era oscuro. Ocurria siempre de noche. Mientras que “Midsommar” es clara, todo ocurre de día. Pero el terror siempre acecha en todo momento, en ambas. Y hay bastantes hilos que las unen (cultos paganos, familiares muertos…).

No es una película para recomendar a todo el mundo. Es bastante diferente y especialita. Terror, sí, pero también mucho humor negro.

Historias de miedo para contar en la oscuridad

(Scary Stories to Tell in the Dark)

EEUU, 2019; Duración: 111 min., Director: André Øvredal, Guion: Dan Hageman, Kevin Hageman, Guillermo del Toro, John August, Marcus Dunstan, Patrick Melton (Libro: Alvin Schwartz), Música: Marco Beltrami, Anna Drubich, Reparto: Zoe Margaret Colletti, Michael Garza, Austin Zajur, Gabriel Rush, Kathleen Pollard, Gil Bellows, Javier Botet, Dean Norris, Lorraine Toussaint, Austin Abrams, Mark Steger, Stephanie Belding, Jane Moffat, Natalie Ganzhorn, David Tompa.

Género: terror, sobrenatural.

Sinopsis: Un grupo de adolescentes debe resolver el misterio que rodea a una serie de repentinas y macabras muertes que suceden en su pueblo.

Lo mejor: se nota muchísimo la marca Guillermo del Toro, desde el principio, y me encanta. La obra de Alvin Schwartz, con las ilustraciones de Stephen Gammell, es la caña y le pega totalmente al director. Además, ha sido muy fiel en retratar los seres sobrenaturales, que era la clave (el éxito del libro fue precisamente por Gammell, que más tarde fue remplazado por otro ilustrador mucho más suave que él). Y ha creado unos seres artesanales (nada de exceso de CGI) y absolutamente terroríficos, a los que da gusto ver. El espantapájaros Harold, la bruja sin dedo del pie (Javier Botet le da vida, por cierto), el perro negro, las arañas que salen del grano, Jangly Man (que es una pasada), y la mejor, la más fiel a la ilustración de Gammell, la mujer pálida. Todos impresionantes. Yo desde luego me quedo con esa terrorífica señora de la habitación roja.

Y además, la historia es muy entretenida, con unos chavales jóvenes como protagonistas que no son unos idiotas ni se hacen pesados, sino todo lo contrario. El guion se estructura a modo de falsa antología, con diferentes historias (los cuentos de la obra original) que les van sucediendo a los protagonistas a raíz de descubrir y leer un libro. Así que se hace muy ameno ir conociendo cada una de las historias e ir descubriendo que ser veremos a continuación. El tiempo se pasa volando mientras la ves.

Y por supuesto, la peli está llena de multitud de referencias, a nadie se le pasa que los protas van al autocine a ver “La noche de los muertos vivientes”, pero podemos encontrar guiños a muchas más cosas, como: “El resplandor” y sus pasillos, “El exorcista”, “Historias de la cripta” e incluso “Jeepers Creepers”.

Lo peor: la peli está muy bien, solo tengo algunas quejas que son más bien relativas a mi gusto personal. Me hubiese gustado mucho más un formato tipo antología más clásico, como en las antiguas películas de este estilo que hacía la Amicus. Pero se ve que ese estilo ya no se lleva, porque apenas se hacen ya así, lastima.

Y por otro lado, ya no soy adolescente y estas pelis me pillan ya más lejos. Pero aun así, la obra original era para jóvenes y aunque me gustaría que hubiese sido más para adultos, no me quejo, porque no ha sido tan dulcificada como otras del estilo (“Pesadillas”).

Conclusiones: me lo he pasado pipa viéndola. Muy, muy disfrutable. Una historia de terror para jóvenes que merece y mucho la pena (quizás justamente su único defecto es que me hubiese gustado que fuese más adulta).

Del Toro sabe poner ese estilo tan único y siniestro que tiene y dar vida a las terroríficas ilustraciones de Stephen Gammell.

Una cinta para aficionados al terror y para hacer que las nuevas generaciones se adentren en este mundo. Muy recomendada.