Año: 2014
Duración: 97 min.
País: EEUU
Director: David Gordon Green
Guion: Paul Logan
Música: Explosions in the Sky, David Wingo
Reparto: Al Pacino, Holly Hunter, Chris Messina, Harmony Korine, Natalie Wilemon, June Griffin Garcia, Sierra Scott, Kristin Miller White, Rebecca Franchione, Lara Shah.
Premios:
2014: Festival de Venecia: Sección Oficial.
La historia se centra en A.J. Manglehorn, un hombre mayor, conservador y solitario de Texas. Después de una vida bastante aparatosa, vive su día a día cuidando de su gato, que es el único compañero fiel que le acompaña. Su único consuelo es su trabajo y vive lamentándose de un amor que no llegó a perdurar hace ya mucho tiempo. Dawn llegará a la vida del viejo y nostálgico Manglehorn y se dará cuenta que se siente atraía por el excéntrico señor y será la única capaz de poder sacarlo del caparazón que ha ido construyendo Manglehorn durante años.
Adoro a Al Pacino, hay muchos actores que me encantan, pero Al es de los primeros. Me gusta desde hace tanto tiempo, que ya casi es como si fuese de la familia (tantas veces he visto sus películas… y prácticamente su filmografía entera).
Todo todito me veo de él, que ya pueden hacer una película en la que salga durmiendo durante 8h que yo la veré y hasta me gustará. Así de imparcial es una, y como imaginareis, esta de la que os voy a hablar no va a ser la excepción. Sé que Al ha hecho de todo y hay cosas que igual se pueden cuestionar, pero soy de las que piensa que su sola presencia ya eleva la película a, como mínimo, ser interesante.
Y es que claro, ¿Cómo no adorar a un hombre que ha hecho películas tan míticas como “El padrino”, “El precio del poder”, “Serpico”, “Atrapado por su pasado”, “Heat”, “Esencia de mujer” y un larguísimo etcétera? Nada, amor eterno a este hombre por mi parte. Y me encanta que no cese de hacer películas, hace nada disfrutamos de “La sombre del actor” y ahora ésta de la que hablo. Y aún quedan muchas nuevas por estrenar y ver, ¡y yo encantadísima!
Todo todito me veo de él, que ya pueden hacer una película en la que salga durmiendo durante 8h que yo la veré y hasta me gustará. Así de imparcial es una, y como imaginareis, esta de la que os voy a hablar no va a ser la excepción. Sé que Al ha hecho de todo y hay cosas que igual se pueden cuestionar, pero soy de las que piensa que su sola presencia ya eleva la película a, como mínimo, ser interesante.
Y es que claro, ¿Cómo no adorar a un hombre que ha hecho películas tan míticas como “El padrino”, “El precio del poder”, “Serpico”, “Atrapado por su pasado”, “Heat”, “Esencia de mujer” y un larguísimo etcétera? Nada, amor eterno a este hombre por mi parte. Y me encanta que no cese de hacer películas, hace nada disfrutamos de “La sombre del actor” y ahora ésta de la que hablo. Y aún quedan muchas nuevas por estrenar y ver, ¡y yo encantadísima!
“Señor Manglehorn” es una de esas películas en las que un actor tiene la oportunidad de lucirse. Y con un grande de la actuación como Al Pacino, ya imaginareis como se come la cámara. La cinta entera es él, con sus miradas o su andar ya te lo transmite todo, sin necesidad de una palabra.
Desde luego, verle actuando en cada fotograma es un gusto y un lujo. Y aquí se puede apreciar totalmente, ya que estamos hablando de una película intimista, mucho. Casi no hay actores y Al Pacino es el protagonista absoluto. Él nos muestra la vida de una persona normal, Manglehorn, que una vez ha llegado a la vejez, recuerda todo lo vivido. Lo que hizo bien, lo que hizo mal… pero sobre todo, esto último, martirizándose por las malas decisiones tomadas cuando era joven (en especial, un amor al que quiso mucho) y que le han repercutido en la actualidad, convirtiéndole en un hombre cínico y cascarrabias, alejado de todos y que tampoco permite que nadie se le acerque. Vive solo, con la única compañía de su gata, y hace una vida rutinaria en la que acude al trabajo (su cerrajería), va los mismos días al banco y come en los mismos sitios siempre. Aunque hay momentos en los que se nos recuerda que no siempre fue así, que antes era un hombre querido y que quiso a su familia. Y que aún guarda más atractivo y ‘don de gentes’ del que piensa.
Desde luego, verle actuando en cada fotograma es un gusto y un lujo. Y aquí se puede apreciar totalmente, ya que estamos hablando de una película intimista, mucho. Casi no hay actores y Al Pacino es el protagonista absoluto. Él nos muestra la vida de una persona normal, Manglehorn, que una vez ha llegado a la vejez, recuerda todo lo vivido. Lo que hizo bien, lo que hizo mal… pero sobre todo, esto último, martirizándose por las malas decisiones tomadas cuando era joven (en especial, un amor al que quiso mucho) y que le han repercutido en la actualidad, convirtiéndole en un hombre cínico y cascarrabias, alejado de todos y que tampoco permite que nadie se le acerque. Vive solo, con la única compañía de su gata, y hace una vida rutinaria en la que acude al trabajo (su cerrajería), va los mismos días al banco y come en los mismos sitios siempre. Aunque hay momentos en los que se nos recuerda que no siempre fue así, que antes era un hombre querido y que quiso a su familia. Y que aún guarda más atractivo y ‘don de gentes’ del que piensa.
Al Pacino nos lleva a una actuación contenida, muy natural, dando vida a un hombre normal y cascarrabias. Con sus días buenos y malos. Hay que dejarse llevar y reconocerse en las situaciones y emociones que vive. Y ya de paso, darle en las narices a los que le acusan de ser histriónico en sus personajes y sus interpretaciones. Al demuestra que sabe contenerse y mostrar un personaje fuerte y con matices.
Su contrapunto lo trae la estupenda Holly Hunter, la única que ve en Manglehorn un gran atractivo, quiere intentar sacarle del pasado y de los remordimientos que lo tienen atrapado, pero no será fácil si él no pone de su parte. Holly nos muestra una mujer que, al igual que el personaje de Pacino, es solitaria, pero que busca salir adelante.
En definitiva, un retrato de almas solitarias y oscuras, melancólicas, pero con mucho encanto y que consiguen conmover al espectador.
Su contrapunto lo trae la estupenda Holly Hunter, la única que ve en Manglehorn un gran atractivo, quiere intentar sacarle del pasado y de los remordimientos que lo tienen atrapado, pero no será fácil si él no pone de su parte. Holly nos muestra una mujer que, al igual que el personaje de Pacino, es solitaria, pero que busca salir adelante.
En definitiva, un retrato de almas solitarias y oscuras, melancólicas, pero con mucho encanto y que consiguen conmover al espectador.
Una película melancólica, sobre el paso del tiempo y las decisiones que nos llevan a ser las personas que somos a día de hoy. Un drama intimista sobre la soledad, sin estridencias, ni cambios inesperados. Simplemente es una pequeña película, tranquila y sin pretensiones.
Recomendada para la gente que sabe disfrutar de este tipo de cintas. Y claro, si eres fan de Al Pacino, suma muchos puntos para que te guste más. Porque esta magnífico. Y yo sigo enamorada de él como cuando lo veía en sus primera películas, me da igual que ya pase los 70 años…
No hay comentarios:
Publicar un comentario