Año: 2017
Duración: 137
minutos
País: Estados
Unidos
Director: James
Wan
Guión: Chris
Morgan
Música: Brian
Tyler
Reparto: Vin Diesel, Paul Walker, Dwayne Johnson, Jason Statham, Michelle Rodriguez, Tyrese Gibson, Ludacris, Elsa Pataky, Tony Jaa, Nathalie Emmanuel, Jordana Brewster, Kurt Russell, Romeo Santos, Djimon Hounsou, Ronda Rousey, Chelsea Pereira, Iggy Azalea
Ha pasado un año desde que el equipo de Dominic Torreto y Brian pudiera regresar finalmente a Estados Unidos, tras ser indultados. Desean adaptarse a una vida en la legalidad, pero el entorno ya no es el mismo. Dom intenta acercarse a Letty, y Brian lucha para acostumbrarse a la vida en una urbanización con Mia y su hijo. Ninguno de ellos imagina que un frío asesino británico, entrenado para realizar operaciones secretas, se cruzará en sus vidas para convertirse en su mayor enemigo.
Parece increíble que ya hayan pasado 15 años desde que esta saga comenzó, y lo que es más increíble es que haya conseguido mantenerse a flote entre tanta película de acción al año. ¿Como lo ha conseguido? Sabiendo renovarse. Y no solo eso, sino que esta ultima entrega se ha convertido, por derecho propio, en la mejor de la saga. ¿Lo peor? Perder a uno de sus actores principales. Puede que lo que vaya a decir suene un poco bruto, pero es la verdad: sin la muerte de Paul Walker, y el morbo que supondría verle por ultima vez en una cinta, los números en taquilla no habrían sido tan disparatados. Si es cierto que en las ultimas dos entregas había batido récords, pero esta era especial, y es que, toda la cinta en sí, es un homenaje/despedida a Paul Walker. ¿Por eso quizás haya ido la mitad de la gente a verla? Puede que si, pero después de verla sabes que merece la pena haberte sentado y gastado tu tiempo.
Después de lo acontecido un año antes, el grupo parece vivir tranquilo: Toretto intentando que Lety recuerde todo lo que vivieron, y Brian llevando una vida tranquila junto a su mujer y su hijo. Pero la venganza es la venganza: en escena aparece Deckard Shaw, el hermano mayor del tío que les dio por saco en la entrega anterior, buscando venganza por su hermano. Así es como, una vez más, se suben en sus coches para intentar arreglar las cosas.
Tengo que reconocer que cuando supe que James Wan iba a ser el director de esta cinta, me sentí un
tanto rara. A Wan le conocemos, sobre todo, de las cintas de terror (del que por cierto, es un as), y de algún que otro drama por ahí perdido, pero en cintas de acción, y más de este calibre, pues como que no le veíamos; pero me ha cerrado la boca, y de que manera. Ha sabido muy bien llevar la acción por el mismo camino que ya lo hizo Justin Lin (el renovador de la saga), y luego le ha puesto su sello personal, construyendo una cinta aun mejor que las anteriores, con más acción, más peleas, más drama y más de todo. Gracias Wan, te esperamos en la siguiente entrega.
Antes he dicho que esta saga ha permanecido tan bien en el tiempo gracias a que ha sabido renovarse, y eso fue gracias a Justin Lin, y es algo que James Wan ha hecho también, y mejor que su predecesor. Si miramos atrás en el tiempo, y vemos las primeras películas, nos damos cuenta de que eran películas sobre carreras ilegales, chicas medio desnudas, y poco más; vamos, estaban hechas para todos aquellos amantes de los coches tuneados. ¿Pero y el resto de los mortales que no somos tan dados a coches tuneados? Lin supo ver esto, y cuando entro en acción, cambio lo de tanta carrera y tanto coche, poniéndolos en un segundo lugar, y metiendo en primera plana lo que viene siendo el drama; no drama en el sentido más duro de la palabra, sino en problemas algo más serios que nuestros protagonistas tienen que superar. Si, vale, los coches estaban ahí, pero ya no eran el punto principal, y eso es algo que, a gente como yo, nos interesa ver más que a un tío dándole al botón del nitro a la vez que una tía en sujetador baja la bandera. En la sexta entrega volvieron a hacerlo, y en esta última todo es aun mas profundo, alejándose de ese sentimiento de chonismo que respiraban las anteriores. ¡Gracias a dios!
Otro de los puntos fuertes son los actores. Con cada entrega se ha unido algún nombre que, lejos de
hacer mal a la trama, la ha reforzado. Ya paso con Dwayne Johnson en la quinta, y en esta con Jason Statham. Es verdad que Luke Evans hizo muy bien su papel de villano en la entrega anterior, pero en esta, Statham le supera con creces, es más, estas deseando que salga en pantalla para verle actuar. Es una muy buena elección, y es que en papeles de tipo duro él es el mejor. Lo que sigue sin cuajar mucho son los personajes femeninos que introducen, y es que, quitando a Michelle Rodriguez, que por cierto es uno de los personajes más queridos, todas pasan sin pena ni gloria por pantalla, y es que a pesar de que tienen buenas escenas, están bastantes desaprovechadas. Queremos más mujeres con protagonismo.
En cuanto a la acción, es simplemente brutal. Es verdad que en alguna escena yo misma, que estoy muy acostumbrada a estas cosas, me empecé a reír y a decir 'madre mía, se les ha ido mucho la pinza' (como en la escena de los edificios), pero después, lo piensas detenidamente y te dices a ti misma 'joder, parecerá surrealista, pero es una pasada'. Sin duda es uno de los puntos fuertes de esta saga (sobre todo de esta segunda tanda de cintas), y James Wan a estado a la altura, con mucho. Las escenas cuerpo a cuerpo son bestiales.
En definitiva, la mejor pelicula de la saga, y con un final que hará llorar a los más duros, y es que no deja de ser un homenaje a Paul Walker y a todo su paso por la saga. Han sabido terminar bien con su personaje, pero nosotros le echaremos mucho de menos.
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