miércoles, 18 de marzo de 2015

Perdiendo el norte - 'El cine español busca el norte, aunque a veces se pierde por el camino'








Titulo Original: Perdiendo el Norte
Año: 2015
Duración: 102 minutos
País: España
Director: Nacho G. Velilla
Guión: Antonio Sánchez, David S. Olivas, Oriol Capel, Nacho G. Velilla
Música: Juanjo Javierre
Reparto: Yon Gonzalez, Julian Lopez Blanca Suarez, Miki Esparbé, José Sacristán, Úrsula Corberó, Malena Alterio, Javier Camara, Carmen Machi, Younes Bachir, Arturo Valls








Hugo y Braulio, dos jóvenes con formación universitaria, hartos de no encontrar ni trabajo ni futuro en España, deciden emigrar a Alemania siguiendo los cantos de sirena de un programa de televisión tipo "Españoles por el mundo". Pero pronto descubrirán que sobrar en un sitio no significa ser necesario en otro y que perseguir el sueño alemán puede tener mucho de pesadilla. 


Quien me iba a decir a mí, hace unos años, que me iba a aficionar tanto al cine español, incluyendo las comedias, que anda que no soy yo especial para éstas. Y es que no era yo muy de este cine, y no porque no me gustase, y fuese por ahí criticando como mucha gente que ni siquiera se ha dignado a verlo, sino porque no me llamaba la atención; yo era sobre todo del cine americano, y sacarme de allí era muy complicado. Pero las cosas cambian, las mentalidades evolucionan, y amar el cine es ver todo lo que te echen encima, sea de donde sea, porque la calidad esta en cualquier cine, de cualquier nacionalidad, de cualquier genero. No vamos a negar que el cine español vive ahora uno de sus mejores momentos, ya no solo por taquilla cada fin de semana, sino por el cine de calidad que se hace y que exportamos al exterior. La comedía siempre va a ser el terreno en el que mejor se muevan nuestros directores, pero como ya sabéis, cada vez se hace cine de muchos más géneros. Pero volviendo a la comedia, después del exitazo que supuso ‘Ocho apellidos vascos’, tirar por la misma senda no podía ser el camino equivocado. Y desde luego así ha sido, aunque con algún que otro pero.

Hugo y Braulio son dos amigos que, a pesar de sus carreras y masters, no consiguen hacerse un hueco en el panorama de empleo de nuestro país. Después de ver un anuncio en televisión, deciden hacer lo que todos los jóvenes en la misma situación: emigrar al extranjero. Su destino: Alemania. Pero la vida idílica que pensaban tener no es sino una replica de lo que estaban viviendo en su país.

Lo malo de querer copiar algún éxito que hemos tenido en nuestro cine es que lo hacen sin mirar mucho que
fue lo que en aquella otra película funcionó tan bien. ‘Ocho apellidos vascos’ no es la mejor película que te podías echar a la espalda, pero siendo totalmente sinceros, era una película que, sin aspirar a muchos sin hacer casi ruido, y con un guión muy interesante, conseguía que no pudiésemos parar de reír en todo momento. ‘Perdiendo el norte’ lo intenta, incluso toma prestado el esquema de la cinta, que en esta ocasión es el choque entre nacionalidades, pero no consigue lo que la otra si logró: ir más de allá de los tópicos establecidos y no quedarse simplemente en una comedia romántica sin más. Porque es lo que es ‘Perdiendo el norte’: una comedia romántica, de las de toda la vida, de esas de amores imposibles que, después de un largo camino, consiguen llegar a buen puerto, y nos demuestran lo fácil que es todo (mentira, no lo es). Que si, que también hay un poco de critica social a nuestro estado actual (ahora hablaré de ello), y un poco de mala uva, pero no nos convence de igual manera. Pero oye, que después de todo lo que he dicho, que puede parecer negativo, no es tampoco tan malo.

Uno de los puntos fuertes de la película en su reparto. Julián López se ha ido abriendo camino en la comedia de nuestro país, convirtiéndose en todo un robaplanos, siendo así incluso mejor cuando él está en escena qndo.ue los propios protagonistas de la película. Con su gracia y su desparpajo se ha ganado el aprecio de todos los españoles, y siempre es un placer verle actuar. Yon Gonzalez y Blanca Suárez hacen bien su papel, aunque no deje de ser el típico en este tipo de películas. Carmen Machi y Javier Cámara son dos genios de nuestro cine, así que poco más se puede decir de ellos. Ahora, la sorpresa en mi caso ha sido Miki Esparbé, un chico al que no conocía y sin duda es el alma de una película que, en ocasiones, baja su ritmo: es divertido, y sus puntazos son muy buenos, algo con lo que reírnos, sin duda.

A pesar de ser poco más que una comedia romántica, de esa en la que dos que no tienen nada en común, acaban enamorándose, tiene su aquel, y es que, detrás de tanto tópico en cuanto a España y a lo entupidos que parecemos para el resto de Europa, tiene un poco de crítica social, no arriesgada, pero si se deja notar. Es obvio para todos, cada día lo vemos, ya no solo por la televisión, sino en nuestras propias carnes: el país se va a la mierda, cada día más, porque esta dirigido por una panda de imbéciles que no hace sino empeorarlo todo. Y los jóvenes, aquellos que nos llamamos ‘La generación perdida’ vemos como todos nuestros años de estudio y esfuerzo no sirven para nada, ya que no conseguimos trabajar en lo nuestro; y eso si es que tenemos la suerte de tener trabajo. La película se basa en eso, en la obligación que tienen nuestros personajes de emigrar a Alemania a buscar un trabajo digno, para luego darse de bruces con la realidad: muchos de los que se van fuera a buscar trabajo acaban en puestos que, de tener mucha suerte, conseguirían en España (y lo digo yo, que trabajo de cajera…). Nos dejamos guiar por lo que nos dicen, o por la suerte que tienen algunos y quien sabe si no acabamos trabajando en un falafel como nuestros protagonistas. Es lo que nos toca vivir, y reírse de ello viéndolo en una película como esta, es un pequeño alivio.


Una película entretenida, que a pesar de no llegar a ser lo que fue ‘Ocho apellidos vascos’, no deja de ser una película divertida y bastante realista, aunque todo ello se sustente en un lío de faldas con quizás no demasiado gancho. Te hará reír, y eso viene bien de vez en cuando.



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