Titulo Original: American Ninja 2: The Confrontation
Año: 1987
Duración: 90 min.
País: EE UU
Director: Sam Firstenberg
Guión: Gary Conway, James Booth (Personajes: Avi Kleinberger,
Gideon Amir)
Música: George S. Clinton, Michael Bishop
Reparto: Michael Dudikoff, Gary Conway, Steve James, Larry
Poindexter, Jeff Celentano, Bill Curry, Mike Stone, Michelle Botes, Len
Sparrowhawk, Dennis Folbigge
El policía Joe
Armstrong y su compañero Jackson deben enfrentarse esta vez a uno de los más
peligrosos capos de la droga, que ha secuestrado a un grupo de marines
norteamericanos.
En 1987 y tras una gloriosa
primera parte, el cineasta Sam Firstenberg puso toda la carne en el asador con
El guerrero americano 2, segunda entrega de las aventuras del marine amnésico y
ninja Joe Armstrong (Dudikoff) y su partenaire Curtis Jackson, experto luchador
y cachitas a tiempo completo. Esta vez nuestro ninja se trasladara a una
instalación de marines en la playa junto a Jackson, para intentar descubrir
quien esta secuestrando a los marines, al final se queda todo en una
continuación de peleas una tras otra, con muertes de teatrillo y unos disfraces
ninja sacados de cualquier fiesta de preescolar.
Si, mola ver a Dudikoff pegándose de hostias contra otros ninjas (ahora son
superninjas evolucionados creados en un laboratorio, pero aún así no son rivales
para Armstrong), y a Steve James y su bigote de tipo duro, más desatado aún que
en la primera parte, pero no es suficiente para levantar a una película que con
apenas hora y media de duración se hace bastante pesada. El argumento... más
allá de ser una chorrada supina (que lo es, para que vamos a engañarnos) sirve
como excusa para mostrarnos una serie de secuencias de acción continuas que
funcionan más como un videojuego lineal en el que veremos a Joe y a Curtis
dándose de hostias en una playa, un bar, un callejón, en una persecución de
coches... incluso asaltando una gran fortaleza (el laboratorio de los malos)
final con varios niveles y “bosses” de pantalla... todo repleto de ninjas sin
nombre ni rostro. Incluso llegaremos a ver ninjas de colores (una de las marcas
de fábrica de toda esta franquicia... chustarra y tontunas aparte).
Como nota negativa decir que hay
varias escenas que se nota demasiado el uso de dobles por parte de Dudikoff y
no solo en las de acción, sino que incluso en escenas como una donde los dos
protagonistas acaban de hablar con el comandante de los marines y salen de su
despacho, se puede ver claramente que el que sale junto a Steve James no es
Dudikoff. Cuando retomé esta producción tenía en mente continuar con los
parámetros habituales de mi modus operandi para escribir las reseñas, es decir
, soltar lo primero que me venga en gana. Pero un hecho en concreto me ha hecho
cambiar radicalmente de parecer y en este caso resumiré el texto con un par de
imágenes (que valen más que mil palabras).Habitualmente , cuando me trago este
tipo de películas , tan entrañables a la par de cutres , mi método de trabajo
consiste en, ya que me obligo a contemplar semejante basura, aprovechar al
menos un poco el tiempo y contrarrestar con otro tipo de actividades,
normalmente la lectura de grimorios lovecraftianos o el simpático y encantador
mundo del Dead Trigger 2.
Resumiendo , que debido a que no
hay que ser muy perspicaz para pillar el mensaje implícito en este tipo de
productos pues no les presto gran atención y me dedico a la vez a otras cosas. Pero
cual sería mi sorpresa, queridos todos, cuando en plena fagotización
vespertina, entre medias de un párrafo más indigesto que un bocata de ñórdigas
de cabra, me encuentro con una secuencia cuyo impacto me ha hecho replantear
todo el menosprecio acerca del nivel de atención que se ha de prestar a este
tipo de películas. Observad con atención mis queridos amigos, la escena en la
oficina del jefe de Curtis Jackson y Joe Armstrong, porque el cine pocas veces
nos regala imágenes como estas, además resume muy bien la calidad de la
película en particular y de la Cannon en general.
Los 80, que decir de esa década
dorada de los bodrios, serie B, Z, sus modas, las pintas por allá entonces,
pero curiosamente todo eso tenía su encanto, no sé si derivado de que por
aquella época nos deslumbrábamos ante cualquier cosa al no disponer de los
efectos especiales de hoy, y a la mínima que salia algo novedoso, por muy
patético que nos parezca ahora, en su dia lo petaba. También mencionar a los
actores, muchos tenían un carisma que los hacían únicos aunque sus dotes
interpretativas fueran una mierda. Los habían de muchas clases, los guaperas,
los bestias, los graciosos, los inútiles pero que caían bien, etc. Y si encima
luego los juntabas en una misma película, por muy bajo presupuesto, cutre y
mala que fuera, el tener uno de esos delante de la pantalla ya la hacían
especial, e incluso casi de culto para muchos. No se llevarían muchos premios,
críticas positivas, pero al final lo que importa son los espectadores, y muchas
de esas bazofias divertían a la gente, y seguramente serán más recordadas que
muchas otras que si tuvieron el beneplácito de los medios. Hoy es muy raro ver algo
parecido.
Este es el caso de esta saga, por
lo menos de las dos primeras partes, dirigidas por el polaco Sam Firstenberg,
que es donde formaban equipo dos de esa clase de actores que mencionaba antes.
Luego en la tercera, cuarta y quinta nunca más coincidieron (tampoco el
director) y ya no fue ni mucho menos lo mismo. Seguían siendo malas pero encima
ni divertían ni tenían ese carisma de las dos primeras. Es más, hasta hace
poco, esas tres ultimas partes estaban en la lista de las 100 peores películas
según las votaciones en IMDb.
Y es que no lo petarían mucho en
los cines, pero si en los clásicos VHS y videoclubs. Incluso resucitaron la
moda de las artes marciales, o más bien, añadieron el tema ninja a lo que ya
había por la época (karate). Mucho más siniestro, violento y lo más importante,
la estética. Todo los niños querían disfrazarse de ninja, luchar con espadas y
esconderse tras las cortinas. En carnaval veías siempre una legión de chavales
y no tan chavales vestidos de esa guasa. Y todo gracias a la moda que introdujo
esta saga, que por muy “mierder” que fuera, pocas han hecho algo parecido en la
sociedad.
Si yo tuviera que contar las veces que de niño vi o alquilé El Guerrero Americano 1 y 2...... pobablemente rellenaría un libro más largo que El Quijote!!! Soy un fan declarado de la Cannon, de las pelis de ninjas y por supuesto de Michael Duddikof y de Steve James. No puedo evitarlo... jejeje!
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte Raúl :) me encanta tu blog, tengo ganas de ver donde te "mudas" al final.
EliminarYo de esta película no puedo hablar, jo, creo que es de lo poco de la Cannon que no he visto. Tendré que ponerme... :P
Lo que espero con ganas es el documental sobre la mismísima Cannon que se estrena esta semana (aunque aquí donde vivo no llegará a cines ni de broma).
¡Saludos!
A ver si mañana viernes me puedo escapar a ver el documental. Me muero de ganas de verlo!!!
EliminarUn saludo a las dos!!!