sábado, 28 de marzo de 2015

Clown






Título original: Clown
Año: 2014
Duración: 100 min.
País: EEUU
Director: John Watts
Guion: Christopher D. Ford, Jon Watts
Música: Matt Veligdan
Reparto: Peter Stormare, Eli Roth, Laura Allen, Elizabeth Whitmere, Christian Distefano, Chuck Shamata, John MacDonald, Sarah Scheffer, Matthew Stefiuk, Andy Powers, Claudia Jurt, Allen Altman, Robert Reynolds, Julia A. Long, Jodi Larratt, Rachel Nicole Shugar, Dan Demarbre, Abigail Lieff, Caeden Lawrence, Amy Balaton, Nathan Boucher.











Un padre decide compra un traje de payaso para animar a su hijo en su sexto cumpleaños. Tras la fiesta se da cuenta de que es incapaz de quitárselo y su personalidad comienza a sufrir terroríficos cambios. Él y su familia deberán intentar quitárselo en una carrera contra el tiempo para terminar con la maldición, antes de que se complete la transformación y se convierta en un homicida con zapatos muy grandes.




Mira que me gustan las películas que tienen a payasos asesinos por protagonistas… (Aunque para que engañarnos, todo lo que tenga por medio un ‘algo’ asesino y psicópata me gusta) así que cada vez que me topo con una, me la veo sin dudas.
Y justo esta semana he visto dos películas con payasos en ellas, una mala a más no poder, y esta, que me gustó bastante. De la primera, ni la menciono (en reseñas breves de cada mes caerá seguramente), pero de esta me apetecía bastante hablaros de ella. Y es que su historia, con un hombre que se disfraza de payaso para la fiesta de cumpleaños de su hijo, y acaba poseído por el disfraz, que más que un disfraz era la piel de un demonio, pues me gustó, su estética hacía el resto para atraerme (el diseño ‘payasil’ es muy importante también). 



Porque el payaso está genial, terroríficamente perfecto. Desde el principio, asistimos a la mutación de nuestro protagonista. Primero sorprendido, ya que le es imposible quitarse un estúpido disfraz (dando lugar a situaciones muy ‘cómicas’, como querer quitárselo con una pequeña sierra eléctrica…). Pero luego, ve que con la peluca y la nariz roja pasa lo mismo. Su propio pelo mutará a cómo era la peluca. Luego vendrán garras y lo que más le asustará… cuando empieza a necesitar sangre de niños para alimentarse. A partir de aquí, buscará la ayuda del anterior dueño de la casa (interpretado por el gran Peter Stormare), que le contará la auténtica historia de los payasos y lo que le irá ocurriendo hasta que ya no sea él, sino el demonio.
Sí, os recordará un poco a la historia de “La mosca”, pero claro, aquí no ahondamos tanto, ni nos vamos al terreno psicológico, hay que tenerlo en cuenta. Aquí solo hay terror.


Los efectos especiales, son bastante caseros y muy bien realizados. El detalle de la sangre multicolor del payaso me encantó. Como ya he comentado, también el diseño del demonio-payaso está muy currado (un 10 para maquillaje, y diseño, claro).
El nivel actoral está bastante bien (aunque el que más brilla, es, por supuesto, el Sr. Stormare, al que siempre es un placer ver. Pero que mira que está encasillado en este tipo de papeles) para productos de serie B como este. Los actores se lo toman en serio y se agradece.
Y otro detalle, como es el de la historia de los payasos, narrada en ese siniestro libro (me encantan esos libros siniestros de las pelis, me encantaría tener uno), le dan un toque especial.

No tiene un nivel de gore ni de violencia elevado. Para bien o para mal… tampoco es que lo necesite, cierto. Pero me gusta siempre comentarlo en estas cintas. El gore es escaso y se limita más bien hacia el final de la cinta, cuando ya si estalla la violencia al tomar el control del demonio-payaso.



Sí que es verdad que tienen sus puntos, llamémosles, negativos. Los personajes son bastante simples y no muy definidos. Toman algunas decisiones incomprensiblemente osadas (vaya, lo habitual del género) y tampoco se empatiza mucho con ellos. Tienes más ganas de que la transformación de payaso llega a su fin y comience a matar, que en apenarte por el pobre padre, madre e hijo que no saben qué pasa. Tampoco es innovadora y resulta predecible.
Pero si es un buen producto de terror, una cinta digna y muy entretenida. Con buenas actuaciones (y creíbles), efectos muy currados y un payaso asesino que mola mucho. ¿Qué más vais a pedirle? Está claro que no pasará a los anales de la historia del cine de terror, pero tampoco lo pretende. Es un producto digno y muy entretenido, que ya os digo que tampoco abundan mucho, hay cada truño suelo que tela… así que, se agradecen estas cintas de vez en cuando.




Para finalizar, yo la recomiendo. A todos aquellos que disfrutéis con los payasos asesinos, con esta cinta os lo pasareis muy bien. Entretenida de principio a fin y con un diseño de payaso muy currado.
Quizás no se quedará en tu mente para siempre (aunque igual el payaso sí) pero mientras dura, el tiempo vuela.



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