La vida secreta de Walter Mitty (The secret life of Walter Mitty)

Titulo Original: The secret life of Walter Mitty

Año: 2013

Duración: 114 minutos

País: Estados Unidos

Director: Ben Stiller

Guión: Steve Conrad, James Thurber

Música: Theodore Shapiro

Reparto: Ben Stiller, Kristen Wiig, Adam Scott, Patton Oswalt, Shirley McLaine, Kathryn Hahn, Sean Penn, Finise Avery, Joey Slotnick, Toshiko Onizawa, Adrian Martinez

Premios:
2013: National Board of Review: Mejores 10 peliculas del año

2013: Satellite Awards: Nominada a mejor fotografia y banda sonora

Walter Mitty (Ben Stiller) trabaja en el departamento de negativos fotográficos de Life, una conocida revista. Su día a día es monótono y aburrido pero, gracias a la gran imaginación que posee, se traslada continuamente a lugares imaginarios alejados de la realidad mundana. La única que alegra su rutina diaria es Cheryl (Kristen Wiig), una mujer que ha comenzado recientemente a trabajar en la oficina. La revista, que va a dejar de ser impresa para convertirse en un medio online, está preparando su último número, mientras los despidos se convierten en algo habitual. La responsabilidad de la fotografía que irá en la portada final recae sobre Walter, quien no encuentra el negativo que el reconocido fotógrafo Sean O'conell (Sean Penn) le ha enviado por correo. Sus fantasiosos sueños se convierten en realidad cuando decide viajar lejos en busca de Sean, para preguntarle donde está el fotograma perdido. El editor recaba varias pistas sobre el paradero del fotógrafo trotamundos gracias a la ayuda de Cheryl. Walter vivirá una experiencia única que implicará deportes extremos y caminatas interminables pero, ¿servirá todo este esfuerzo para que Life cierre de la forma grandiosa que se merece?

No me he leído ni el relato corto ni he visto la otra película, la que se realizó en 1947, por lo que no puedo comparar. Dicho esto, pasemos a hablar de mi opinión de la cinta únicamente.

¿Sabéis de esas películas que son un canto a la vida? ¿A la esperanza? ¿A cumplir tus sueños? Esas que cuando las ves, parece que todos tus sueños se pueden cumplir, que te mantienen con una sonrisa en los labios durante todo su metraje, y sales de la sala de cine con una visión nueva, pensamientos positivos, espíritu renovado… ese sentimiento de que la vida es preciosa y hay que vivirla, aprovecharla. Pues así es como te quedas después de ver “La vida secreta de Walter Mitty”. Claro que hay que entrar en su juego, dejarse llevar por su surrealismo, con sus toques de comedia, el punto de enternecedora y su, en ocasiones, romance tontorrón, pero inocente. Si no entras al trapo, si no te dejas llevar, no funcionará.

Una de las cosas que más puedo destacar, por lo menos de las que más me han gustado, son sus increíbles paisajes y fotografía. Hacen que te metas aún más en el mundo de Walter, el que él inventa y crea para huir de la aburrida realidad, esa que se empeña en fastidiarle siempre. Un lugar donde la gente le trata mal, la vida no es como él se imaginaba, y en parte, él sabe que es por su culpa, por no lanzarse nunca a hacer nada, por no ser valiente. Por eso decide inventarse otro yo, uno diferente, que si se atreve a vivir la aventuras que el no se atreve a hacer.
Pero para Walter todo cambia el día en que, de verdad, sin recurrir a su fantasía, deberá emprender un gran viaje, dando la vuelta al mundo buscando una foto. Ese viaje no sólo le dará la posibilidad de vivir realmente, si no de darse cuenta de que no tiene que soñar, tiene que luchar porque lo que ansía se haga realidad.

Las actuaciones son todas buenas, destacando a Stiller. Ben está perfecto en el papel de Walter Mitty. Ese (típico en él) perdedor entrañable, al que enseguida comprendes, te apiadas de él y hasta te reconoces. ¿Quién no sueña despierto con ser algo más? No tienes que ser un Indiana Jones… simplemente, quizás es ser capaz de contestar a ese jefe/a tan idiota, o a ese compañero estúpido que se cree mejor que tú. Pero no nos equivoquemos, la historia también trata de madurar. Soñar está bien, pero no puedes vivir sólo de eso y Walter se irá dando cuenta.
El resto de papeles son algo prototípicos (todos en realidad lo son), dese los jefazos malos y tontos, la chica buena y comprensiva, los amigos que siempre te apoyan… y, como no, la antítesis de nuestro héroe, el hombre valiente, que no teme a nada y sabe muy bien lo que quiere en su vida (interpretado por Sean Penn).

Hay algunos que dicen que es fantasiosa, que está muy forzada, demasiado emocional… por favor, estamos ante una fábula. Un relato que quiere contagiar sus ganas de vivir, su romanticismo. Es su idea, queda bien clara hasta desde el tráiler… el empeño de la gente en ver cosas diferentes a lo que se nos ofrece es estúpido. Es como ver una película de acción, de esas de tiroteos y hostias, y esperar una crítica acidad y mordaz de nuestra forma de ser. Pues no, no va a ser así.
Hay que dejarse llevar: las imágenes, la bonita historia, la música que acompaña de forma perfecta a las situaciones… si te metes, adorarás la película. Pero si no eres capaz de emocionarte, si lo analizas todo fríamente y le buscas tres pies al gato, no es tu cinta, avisado estás ya.

Yo la recomiendo, y mucho. Sólo por ese gran positivismo con el que sales de verla, ya merece la pena. Es muy entretenida, es emotiva y tiene su punto cómico. Y si encima eres fan (o simplemente te gusta) Ben Stiller, pues ni lo dudes. Viaja con Walter, acompáñale en su vuelta al mundo, en su aventura, y… en sus sueños.
Por cierto, en cierta manera, me recuerda a “El gran año” de Jack Black, ambas me hicieron ver la película con una sonrisa en la boca y ese regusto de positivismo que dejan al final es perfecto. Fotografías impresionantes, historias emotivas y… dos humoristas que me encantan.