lunes, 3 de febrero de 2014

La leyenda dal samurai (47 Ronin) - 'Toc, toc Neo...los ninjas llaman a tu puerta'









Título original: 47 Ronin
Año: 2013
Duración: 119 min.
País: Estados Unidos
DirectorCarl Erik Rinsch
Guión: Hossein Amini, Chris Morgan
Música: Ilan Eshkeri







Esta semana le toca el turno a la crítica de nuestro colaborador Kuroko NIN.


Basada en una leyenda japonesa. Siglo XVIII. Kai (Keanu Reeves) es un paria que se une a Oishi (Hiroyuki Sanada), el jefe de los 47 Ronin. Su objetivo es vengarse del traidor que mató a su señor y los condenó al destierro. Para recuperar el honor perdido, los guerreros emprenden una aventura que les obligará a superar duras pruebas.

La leyenda del samurai (47 Ronin) es el último y fallido intento de contar una historia oriental empleando los recursos de un relato de aventuras demasiado genérico y trillado con situaciones y escenas que ya hemos visto en numerosas ocasiones. El artificio visual del que hace gala y la cuidada puesta en escena, por desgracia, son las únicas virtudes del film que nos ocupa: por decirlo de alguna manera, la leyenda del samurai sigue la estela de otras películas como 300, en la que se partía de un hecho histórico pero adornado con elementos fantásticos y una imaginería visual atrayente, modernizada para el consumo de los espectadores actuales.

La película comienza con una secuencia animada en la que se explica brevemente la estructura social que regía la vida de los samurais y el vasallaje que debían rendir ante la figura del Shogun como autoridad suprema. Esta introducción nos lleva al punto de partida de una historia que ya forma parte de la tradición literaria y teatral de Japón, Chushingura: una obra de ficción inspirada en el incidente protagonizado por 47 leales samurais que en el siglo XVIII llevaron a cabo su venganza personal por la injusta muerte de su señor Asano Naganori. La película que nos ocupa utiliza la obra de Chushingura como base de la historia pero con numerosas concesiones al cine fantástico y la mitología nipona, de tal forma que aparecen seres tales como brujas, espíritus, monstruos y dragones.

Por desgracia, el épico periplo de los fieles guerreros convertidos en ronin (samurais sin amo) no es tan épico como debería. En primer lugar, los personajes son excesivamente planos, los diálogos muy manidos en este tipo de cine y las escenas nos remiten todo el rato a otras películas de corte similar. Al margen de las actuaciones de Rinko Kikuchi (la malvada bruja Mizuki) y Keanu Reeves (Kai, el guerrero mestizo que acompaña al grupo de ronin), totalmente predecibles e insustanciales en sus respectivos roles, el papel más destacado es el de Cari Hiroyuki-Sanada (Oishii, el líder de los ronin), actor japonés que lleva toda la vida desempeñando esta clase de personajes y cuya convicción en sus líneas de diálogo ensombrece la falta de carácter transmitido por el resto del reparto.

En cuanto a las secuencias de acción podemos señalar que cumplen su función de entretener al espectador aunque no sorprenden ni emocionan, es más, como ya hemos mencionado, el efecto de “deja-vú” es patente a lo largo del metraje. Como decirlo... Enfrentarme a esta película ha sido como ver representado en la gran pantalla la hipotética expansión japonesa de un juego de rol tan clásico como es D&D: las luchas entre los protagonistas y los seres fantásticos son tan genéricas que lastran el resultado final en vez de aportar emoción, al contrario de lo que pasaba en sagas como “El Señor de los Anillos”. Las batallas y combates de la película, que son la salsa y el alma de este tipo de cine, solo muestran algo de su potencial en el choque final entre las fuerzas de los vengativos ronin y los enemigos de éstos.

Como conclusión, hay que resaltar que sobra mucho metraje en la película, escenas innecesarias y/o mal planteadas que están metidas con calzador: incluyo aquí la secuencia de la visita al pueblo de los forjadores de espadas o la trama que se desarrolla en el bosque de los espíritus Tengu. Por desgracia, la cuidada puesta en escena no ha tenido la suerte de contar con un guión más sólido o trabajado que conjugase con habilidad la tradición de Chushingura y los elementos fantásticos. Para pasar la tarde de domingo si la echan por la tele.

1 comentario:

  1. A mi la pelicula no me parece tan mala, lo que pasa que Keanu Reeves en mi opinión va cuesta abajo.

    Un saludo

    ResponderEliminar