jueves, 13 de febrero de 2014

Dallas Buyers Club - 'El perfecto ejemplo de como una película pequeña puede convertirse en algo grande'



Titulo Original: Dallas Buyers Club
Año: 2013
Duración: 117 minutos
País: Estados Unidos
Director: Jean-Marc Vallée
Guión: Craig Borten, Melisa Wallack
Música: -
Reparto: Matthew McConaughey, Jared Leto, Jennifer Garner, Steve Zahn, Dallas Roberts, Denis O’Hare, Griffin Dunne, Kevin Rankin, Lawrence Turner, Jonathan Vane
Premios: 2013: Globos de Oro, Mejor actor (McConaughey) y mejor actor secundario (Leto)
2013: Critics Choice, Mejor actor y mejor actor secundario. Nominada a Mejor Película
2013: Círculo de Criticos de Nueva York, Mejor Actor Secundario
2013: Premio Gotham, Mejor Actor
2013: National Board of Review, Top 10 peliculas independientes
2013: Independent Spirit Awards, Mejor Actor y Mejor Actor Secundario
2013: Satellite Awards, 2 nominaciones incluyendo Mejor Actor
2013: Sindicato de Guionistas, nominado a Mejor guión original



Basada en la vida real de Ron Woodroof, un tejano cowboy de rodeo, drogadicto y mujeriego, al que en 1986 le diagnosticaron SIDA y le pronosticaron un mes de vida. Woodroof comenzó a tomar AZT, el único medicamento disponible para luchar contra la terrible enfermedad en aquella época. 

Hay dos clases de actores/actrices: aquellos que comienzan bastante bien, haciendo papeles interesantes, mas o menos, con algunos muy buenos, para después meterse de lleno en el fanganoso terreno de las comedias estúpidas y romanticotas. Un ejemplo de este tipo es Gerard Butler, un actor con un talento innato que se deja llevar por lo que no debe. Luego tenemos a otro tipo de actor, aquel que se ha curtido su carrera en papeles románticos para, llegado el momento, dar el salto a un cine mas ‘adulto’ (por llamarlo así), regalándonos actuaciones maravillosas y demostrando que él lo vale. Este es el caso que nos ocupa en esta crítica, es decir, Matthew McConaughey, que se esta llevando todos los premios habidos y por haber gracias a su interpretación (excepto en los BAFTA, que le han olvidado), que es una de las partes buenas de esta película. Porque no es la única, y es que es una gran película.

Ron Woodroof es un tipo que se dedica simplemente a vivir la vida, eso si, no de la mejor manera posible. Se dedica al rodeo, a apostar todo lo que tiene a ello, a las drogas, y a las mujeres. Hasta que un día, esa idílica vida que él cree que lleva se trunca al enterarse de que tiene sida. Es entonces cuando todo su mundo cambia, y decide luchar contra su enfermedad, ayudando a los demás, y como consecuencia a si mismo.

Esta es ese tipo de películas que yo, y muchos mas como yo, reivindicamos de vez en cuando. No solo
queremos blockbusters, películas sin sentido llenas de efectos especiales y digitalizadas al máximo, esas que ya no te permiten diferencias la realidad de la ficción. Queremos de vez en cuando películas realistas, que nos cuenten cosas que les pasan a personas sin necesidad de usar demasiado presupuesto. Simplemente personas que nos cuentan su vida. Personas hablando y mostrando sus sentimientos (por eso me encanto ‘Agosto’). Jean-Marc Vallée, su director, lo ha conseguido con esta historia sobre segundas oportunidad, sobre recapacitar en nuestra vida y sobre ayudar a los demás. Todo de manera real, cercana, empática. Al fin y al cabo es un biopic de un señor que sufrió todo lo que se nos cuenta, no es alguien ficticio. Y un biopic muy real, sin necesidad de suavizar los actos y decisiones de sus personajes, mostrándolos tal y como fueron, con sus defectos, sus aciertos, por muy duros que sean. Y es que a estas alturas de la vida, ya poco nos puede asustar. Punto a su favor.

La historia es muy interesante, que bien podría contarse en nuestros tiempos, ya que el problema que plasma sigue hoy (aunque no tan arraigado en cuanto al conocimientos de las personas de su vía de transmisión). Este tema lo hemos visto mucho en el cine, personas con sida, pero no todos están contados de manera correcta. En esta ocasión si lo esta, con un gran guión, muy buen ritmo y unas actuaciones que la engrandecen aun mas. No enseña como dan con una cura para esta enfermedad, porque a día de hoy aun no se sabe cual es, lo que si demuestra es el afán de las farmacéuticas para hacer dinero, sin importar si el efecto que su medicamento en los pacientes es positivo o negativo, nada más que buscando el dinero fácil. No aceptan que un mindundi haya encontrado una manera de paliar sus efectos, aunque sea por un tiempo, de hacer el camino más fácil a los afectados, y que encima este ganando dinero con ello. Para ellos eso es algo que no pueden aceptar, llegando incluso a ilegalizar fármacos que no son mas que ‘hierbas curativas’. Es increíble el poco amor que se siente por el prójimo cuando sabemos que a nosotros no nos afecta. Que harían en su misma situación. Eso es algo que nos hace preguntarnos. La ambición es muy mala, y siempre lo será. De esta manera nuestro protagonista viaja cruzando fronteras para traer medicamentos que en EEUU no existen o no están legalizados, aun sabiendo en lo que se mete, solamente por ayudar a aquellos que, como él, están sufriendo esta enfermedad. Lo realmente interesante es que sus métodos funcionan mejor que los que se venden o dan en hospitales, que solo hacen matar más rápido a los que las usan. Pero los países se mueven por el dinero, y permitir eso es perder ese dinero.

También trata la manera en la que las personas reaccionaban a la enfermedad. Hoy en día sabemos cual es su vía de transmisión, y sabemos que podemos convivir con esas personas perfectamente (teniendo cuidado en lo que se debe de tener), pero entonces las cosas no estaban tan claras, y era mejor despreciar a esas personas y llamarles ‘maricones’ (para ellos, la única manera de contagio eran las relaciones homosexuales, cosa que no es cierto, como bien sabemos) que convivir con ellas, ayudarlas y darles apoyo.


Mención especial también para sus actores. Por una parte tenemos a Jared Leto, un actor que llevaba seis años sin actuar, y que no ha podido volver en mejor forma (por decir algo, sabemos de su perdida de peso y de su ‘cambio de sexo’), enseñándonos que es un gran actor que no le tiene miedo a nada. Nosotros que se lo agradecemos. Y luego esta el señor McConaughey, ese señor por el que ahora damos oro para poder verle en pantalla, aunque sean cinco minutos (como en ‘El lobo de Wall Street’). Ha creado un personaje que recordaremos durante mucho tiempo, real, verdadero, un poco loco, pero perfecto en su conjunto. Bien merecidos son los premios que ambos actores están recibiendo, y que seguirán recibiendo, porque creo que el Oscar le tienen más que asegurado ambos (Leto sobre todo). All right!


Una película real, cercana, que te hará sentir en tus carnes el sufrimiento de los personajes y que, a pesar del tema que trata, te dejará un buen sabor de boca. Lastima que en España se estrene tan tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario