Titulo
original: Spider-Man:
Far From Home
Año: 2019
Duración: 129 minutos
País: Estados Unidos
Director:
Jon Watts
Guion:
Chris McKenna, Erik
Sommers
Música:
Michael Giachinno
Reparto: Tom Holland, Samuel L. Jackson, Jake Gyllenhaal, Marisa Tomei, Jon Favreau, Zendaya, Jacob Batalon, Tony Revolori, Angourie Rice, Remy Hii, Martin Starr, J.B. Smoove, Jorge Lendeborg Jr., Cobie Smulders, Numan Acar, Yasmin Mwanza, Joshua Sinclair-Evans, Toni Garrn, Peter Billingsley, Nicholas Gleaves, Claire Rushbrook, Michael de Roos, Jeroen van Koningsbrugge, J.K. Simmons, Joseph Long, Hiten Patel
Peter Parker decide irse junto a MJ, Ned y el resto de sus amigos a pasar unas vacaciones a Europa. Sin embargo, el plan de Parker por dejar de lado sus superpoderes durante unas semanas se ven truncados cuando Nick Fury contacta con él para solicitarle ayuda para frenar el ataque de unas criaturas elementales que están causando el caos en el continente. En ese momento, Parker vuelve a ponerse el traje de Spider-Man para cumplir con su labor.
Cada vez que sale una nueva película de Marvel, la gente
se revoluciona, como es normal, pero también se presenta la típica frase de ‘es
la mejor película de Marvel hasta la fecha’, y eso es una cantinela que se
repite una y otra vez. Esta vez no iba a ser diferente, por supuesto, aunque a
mi me da la sensación de que esto se ha convertido ya en algo tan común que
realmente la gente no piensa en condiciones lo que dicen. No siempre la ultima
será la mejor: ya ocurrió con ‘Black Panther’ y ahora ha ocurrido con esta.
¿Significa eso que esta cinta es mala? ¿Qué no está a la altura de las
expectativas? Que va, nada más lejos de la realidad, pero si que tenemos que
admitir que ha habido cintas mejores (soy una fiel, pero que muy fiel,
defensora de ‘Thor: Ragnarok’, para mi una de las mejores en solitario de un superhéroe),
pero vamos a analizarla en detalle.
Para ser sinceros, ‘Spider-Man: lejos de casa’ tenia un
peso encima bastante grande, y por varios motivos. Por un lado, esta cinta
supone el cierre de la Fase 3 de Marvel, y claro, venir después de ‘Vengadores:
Endgame’, y estar un poco a la altura de todo lo que vimos en ella (a mí me encanto,
que le vamos a hacer), pues era bastante complicado. No solo es una secuela de ‘Spider-Man:
Homecoming’, sino que también supone una especie de continuación a lo que vimos
en ‘Endgame’, por lo tanto, todos los cabos tienen que estar bien atados, y no
dejar nada al azar, porque ya sabemos que somos muy críticos con todo y no
dejamos pasar una.
Voy a dar por hecho que estáis leyendo esta critica
habiendo visto ‘Endgame’, y aviso porque quizás, sin querer o queriendo, pueda
soltar algún pequeño spoiler, y no quiero que me matéis por ello, así que os
aviso, y si no la habéis visto, dejar de leer ahora (este párrafo al menos).
Toda la película, o al menos casi toda, es un homenaje a Tony
Stark, y, por ende, a Robert Downey Jr, y no me extraña, porque es,
probablemente, el personaje mas querido de Marvel (aunque a mi me mole más
Thor). Todos sabemos que al final de ‘Endgame’, Tony Stark se sacrificaba por
todos, demostrando que al final no era tan frio como dejaba ver. Aquí vemos como
de grande es la huella que ha dejado, como todos están expectantes por ver
quien será el próximo Iron Man, y, sobre todo, el marrón enorme que tiene
encima el pobre de Peter Parker, al que se le exige demasiado, y ya no solo por
la presión de querer ser un Vengador en condiciones, sino también por el hecho
de que Stark confiaba tantísimo en él para ser el próximo Iron Man que el pobre
no sabe ni que hacer, sobre todo teniendo en cuenta que es un adolescente, y
aun no sabe ni la mitad de lo que significa la vida.
Es en este punto cuando podemos empezar a hablar de Peter
Parker, de su evolución, de su madurez repentina (porque si, esos cinco años que
han pasado él no estaba, sigue siendo el mismo a su vuelta), y de ver como su
parte adolescente, esa que piensa solo en sus amigos, en chicas, y en fiestas
por Europa, lucha de forma feroz con su parte mas adulta, su parte de superhéroe,
de Vengador, que es lo que es, aunque él no lo quiera admitir (con regañinas
incluidas, por supuesto). Esa dualidad es el hilo conductor de toda la trama, y
es que viene a reflejar, en forma de metáfora, el paso, en este caso
obligatorio, a la vida adulta, a saber, defenderse por si mismo, a ser
consciente de tus actos y a pagar por aquello que has hecho mal e intentar
arreglarlo siempre que sea posible, a ser útil para la sociedad, de una manera
y otra; en definitiva, a ser un adulto. Sigo pensando, y más después de ver
esta cinta, que Tom Holland es el mejor Spider-Man que hemos podido ver en la
gran pantalla, y es que supo hacerse con el personaje desde el comienzo, y a
darle una profundidad que antes no habíamos visto.
Para esta ocasión echan mano de un viejo conocido de
Spider-Man en los comics, Mysterio, en esta ocasión para aliarse con él y hacer
frente a los villanos por antonomasia de esta entrega, los Elementales. La elección
de Jake Gyllenhaal como misterio es, probablemente, lo mejor de la película de lejos
(y mirad que tiene partes buenas), y es que el actor, un grande donde los haya,
se hace con el personaje a la perfección, y sin mucho ruido, con la película
entera, robando el protagonismo al propio Spider-Man en mas de una ocasión. La química
que tiene ambos actores, y sus personajes, es sin duda clave para que todo lo bueno
que tiene la cinta, sea aun mejor: es algo así como una buddy movie superheroica.
Ambos funcionan a la perfección, se complementan muy bien, y eso se refleja en
el resultado final.
Lo bueno que tiene ‘Spider-Man: Lejos de casa’ y que ya
vimos en ‘Spider-Man: Homecoming’, es una simpleza y una frescura que funciona
a la perfección. Se complementan ambas cosas perfectamente, y sin necesidad de
un efectismo exagerado en cuanto a guion e historia se refiere, nos sorprende
con cada puesta en escena. Todo en ella es ágil, entretenido y divertido, muy
divertido. Echa mano, como es habitual en Marvel, de la comedia, pero lo hace en
un tono diferente, quizás no tan adulto como lo vemos en entregas anteriores,
pero sin caer en el infantilismo. Hay problemas de adolescentes, esta clarísimo,
pero no son pesados como puede ocurrir con facilidad, sino que te hacen ser
participes de ellos y no sentir ningún tipo de odio por los personajes (no
soporto a los adolescentes, es así). La historia está contada de tal manera,
que es como si no hubiesen pasado esos cinco años desde el chasquido, y todo
siguiese igual, aunque se nota la madurez de los personajes.
Una película muy digna, una sucesora mas que perfecta de
lo que hemos visto hasta ahora, y un cierre magnifico para una era que nos ha
hecho soñar a lo grande. No esperéis grandes despliegues, historias cruzadas o
cosas por el estilo: es simple y directa, y es ahí donde radica su mayor
acierto. Muy recomendable.
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