Extinction

Título original: Extinction

Año: 2015

Duración: 110 min.

País: España

Director: Miguel Ángel Vivas

Guion: Alberto Marini, Miguel Ángel Vivas (Novela: Juan de Dios Garduño)

Música: Sergio Moure 

Reparto: Matthew Fox, Jeffrey Donovan, Ahna O’Reilly, Quinn McColgan, Clara Lago.

Nueve años después de que una infección convirtiese a gran parte de la humanidad en criaturas salvajes y sin intelecto, Patrick, Jack y Lu, una niña de nueve años, sobreviven en aparente tranquilidad en Harmony, un rincón olvidado, cubierto por nieves perennes. Sin embargo, algo terrible ocurrió entre Patrick y Jack y un odio profundo pervive entre ellos. Cuando las criaturas vuelven a aparecer, Patrick y Jack deberán dejar atrás el rencor para proteger lo que más quieren.

“Extintiction”, anteriormente conocida por el título de “Welcome to Harmony” (que personalmente me gustaba más, pero el cambio será por cosas del marketing, digo yo…) es una película Española, rodada en inglés con actores americanos (a excepción del breve papel de Clara Lago) y basada en la famosa novela de Juan de Dios Garduño, “Y pese a todo”.
Aunque leo bastante ‘literatura zombi’, justamente esta novela no la he leído, así que de fidelidad no puedo hablaros.
La película no partía con buenas críticas previas (¿será porque en el fondo, es española? Y ya sabemos que aquí nos encanta tirarnos piedras sobre nuestro propio tejado…), cosa que nunca me echa para atrás. Y además, yo veo todo lo que el género zombi me ofrece y me lo pasé estupendamente en el cine viéndola (adolescentes sentados detrás de mí con el intelecto de un mono deficiente me la fastidiaron un poco, pero…).

La acusan de ser algo lenta y con momentos en los que no sucede nada, pero esto no es una película de tripas y casquería variada, no hay que equivocarse al ir a verla. Se centra más bien en el desarrollo psicológico de sus tres protagonistas, de cómo intentan mantener su identidad humana en un mundo que ya ha desaparecido. Y aun así, veréis más zombis aquí y hasta más acción que en cualquier capítulo del bodrio de “The Walking Dead”, así que…

Sigue el esquema típico de cualquier producción de este corte, desde su inicio a su final (el más usado para todo aquello que tiene que ver con zombis). Y aunque bien es cierto que se centra en la psicología de sus protagonistas, estos suelen ser arquetipos también de este tipo de producciones.

Decir que podían haberla agilizado quitando momentos de cháchara, sería cambiar la película por otra muy diferente. A mí no es algo que me moleste, pero incido en que hay que saber de antemano que es lo uno espera de lo que va a ver y esto es lo que yo esperaba.

Un aspecto a tener en cuenta es el nuevo diseño de los zombis, muy currado y atractivo. Con esa piel blanca, los dientes puntiagudos, manchados de sangre, con sus ojos ciegos y esos oídos tan desarrollados. Sin contar su gran velocidad, agilidad y violencia. Desde luego, a mí me han gustado mucho y convencido totalmente.
A raíz de lo dicho, como los zombis comen humanos, hablemos ahora de mi tema favorito: la casquería. Ya he comentado antes que es una película que carece de ella, pero a cambio, si tiene sustos. Los zombis aparecerán agazapados en la oscuridad, o camuflados en la nieve, y provocarán sustos al saltar y abalanzarse sobre nuestros protagonistas. Si eres muy asustadizo/a igual alguno te da algún susto, pero no es nada destacable para los que ya estamos versados. Son bastante predecibles y propios de las películas de sustos y fantasmas.

Otro punto que me gusta es la estética, que es una pasada y muy currada. Cuenta con una fotografía estupenda y una ambientación muy chula. De un futuro en el que el mundo se ha terminado y se ha instalado la nieve y el frío de forma permanente (estampa que me encanta).

Y no podemos dejar de hablar de los actores, todos están muy bien en sus papeles y muy creíbles. Tenemos a Matthew Fox como el ‘vecino excéntrico’ y a Jeffrey Donovan como el padre sufridor y capaz de todo por su hija. Ambos con historia turbia por detrás, por supuesto. Pero hay que destacar a la pequeña Quinn McColgan, que brilla por encima de todos. La cría lo hace de lujo.

En definitiva, estamos ante una cinta de epidemias zombis bastante típica y fiel al género, de narración relajada, muy intimista, centrada en la visión de sus tres protagonistas. Y que cuenta con muy buena factura técnica, tanto en ambientación, efectos, diseños y actores. Hay que saber qué es lo que vas a ver y desde luego, no estoy de acuerdo con esas reseñas que la tiran por los suelos… no será la película del año, ni la mejor con zombis, pero está muy bien y te hace disfrutarla.

Y como curiosidad final, muchas reseñas de esta película que he leído la comparan con la anterior cinta de su director, “Secuestrados” (no sé qué tendrán que ver, pero lo hacen). Poniendo a esta por las nubes y a “Extinction” por los suelos… yo también he visto la primera, y a mí me pareció muy mala, aburrida y bastante mal interpretada. Y esta, sin embargo, me ha gustado. Seré la rara yo…