Buscando a Dory (Finding Dory)

Título original: Finding Dory

Año: 2016

Duración: 103 min.

País: EEUU

Director: Andrew Stanton, Angus MacLane

Guion: Victoria Strouse (Personajes: Andrew Stanton)

Música: Thomas Newman

Reparto: Animación. 

Han pasado unos meses tras los acontecimientos de "Buscando a Nemo", y ahora la aventura se centrará en la amnésica Dory, que iniciará un trepidante viaje a lo largo de toda la costa de California para intentar encontrarse con su familia.

Parece mentira que fuese hace ya 13 años cuando fui al cine, con 12 añitos, a ver “Buscando a Nemo” (2003). Desde luego, esta es una de esas secuelas tardías en las que por mucho que se ha ido anunciando a lo largo de los años, como nunca se llegaba a concretar nada real sobre ella, parecía que nunca llegaría. Y ahora, de repente, estamos a 2016 y “Buscando a Dory” es el estreno mayúsculo del verano para Disney/Pixar.
Yo ya tengo unos cuantos años más, pero el cine de animación me encanta y es algo que no dejaré de ir a ver al cine. Lo disfruto tanto como ir a ver una película más ‘acorde’ a mi edad. Y si Disney y/o Pixar están involucradas, es una cita ineludible.

Dory fue un personaje muy querido en “Buscando a Nemo” y la propia película gustó mucho en su día y sigue gustando. Así que era casi inevitable que acabasen haciendo una segunda parte con uno de los secundarios (no es nada nuevo, los pingüinos de Madagascar han tenido más fama que la propia “Madagascar”, de donde eran secundarios).
Así que para esta ocasión, Dory empieza a recordar a su familia, pero como con su mala memoria es difícil concretar mucho, y menos que se centre en algo. Así que pedirá ayuda a Nemo y Marlin para que la ayuden a buscar a sus padres. Esto, les llevará a un viaje por todo el océano para averiguar que fue de ellos y poder reencontrarse.

Uno de los grandes puntos de la película es que aunque usamos un poco la historia principal de la cinta original (la búsqueda sigue estando presente), la película no recicla apenas nada. Todo es nuevo y se nota todo el esfuerzo por crear algo freso y novedoso, nuevos personajes, nuevas personalidades, nuevos gags… y claro, algún cameo de viejos conocidos (las gaviotas, la mantaraya, los compañeros de colegio de Nemo, las tortugas…). Por no repetir, ni vamos a volver a los mismos escenarios, viajaremos hasta un centro de rehabilitación de animales marinos y hasta conduciremos por la carretera.

Y aprenderemos los mensajes de cuidar a la naturaleza, respetar a los animales (esperemos que esta vez, que lo han remarcado aún más, la gente no vaya como loca a comprar de mascota un pez cirujano, como paso con los peces payaso), querer a la familia, luchar, aceptarse tal como se es y no rendirse.

Me han gustado mucho los flashbacks de Dory. Y me encanta el diseño tan sumamente ‘cuqui’ y adorable de la pequeñaja de Dory (van a vender los peluches a puñados, si alguien me quiere regalar uno…). Es la parte más triste (esas que nos cuela Pixar de vez en cuando) pero bonita, ver a esos padres preocupados por el problema de su hija, como intentan enseñarle a valerse por sí misma, pero como acaba perdiéndose y con el tiempo, olvidándolos… hasta que los recuerdos vuelve a ella.

El ritmo de la película es envidiable y funciona muy bien, siendo más caótica que su predecesora, pero esa es la idea, ¡que la protagoniza Dory!

¡Es Becky! :D

En cuanto a la calidad de la animación, esto sobraría decirlo, porque se me acaban los sinónimos de magnifico para las obras de Disney/Pixar y es algo obvio. Pero es que, las texturas, los dibujos, los fondos, el color… son una pura maravilla.
Y para esta segunda parte, contaremos con más animales. Conoceremos al pulpo Hank, un animal solitario y cascarrabias que acabará robando el corazón de los espectadores. El pájaro pirado, Becky (me he informado, es un colimbo. Y en la película mola mucho). El tiburón ballena Destiny, la beluga Bailey o el trio de leones marinos. ¡Y el camuflaje de voz de Sigourney Weaver!
Y en cuanto al doblaje, para su versión española repetimos con Anabel Alonso como Dory y José Luis Gil como Marlin. Ellos captaron sus voces de forma excelente hace ya 13 años y repiten tan estupendos como entonces, Anabel Alonso supo darle una personalidad a Dory increíble. Y el resto de voces, igual de bien puestas.

Vaya, película que encantará a los peques y a los mayores. Como es habitual, hay guiños para los más mayores, pero la cinta es tan entretenida y carismática en todo momento, que hará las delicias de cualquier público. El tiempo pasa volando mientras la ves.
Eso sí, nota a los padres: por favor, antes de ir a ver la película informaros un poquito de cómo se llama cada animal, no confundamos las especies de animales al explicárselos al niño y lo liemos al pobre, dato: los leones marinos tienen orejitas, las focas no, así no falláis (la mujer de mi fila me estaba poniendo nerviosa…).
Y no puedo terminar esta reseña sin hablar de “Piper”, el corto que nos ofrecen antes de ver la película. A mí (y prácticamente a todos) me enamoran sus cortos y este de un pequeño pajarito (¡con lo que adoro las aves!) que tiene que aprender a conseguir su comida sin empaparse cada vez que va al mar, es estupendo. Un amor.