Año: 2016
Duración: 103
minutos
País: Estados
Unidos
Director: Tim
Miller
Guión: Rhett
Reese, Paul Wernick (Personajes: Rob Liefeld, Fabian Nicieza)
Música: Junkie
XL
Reparto: Ryan Reynolds, Morena Baccari, Gina Carano, T.J. Miller, Ed Skrein, Rachel Sheen, Brianna Hildebrand, Paul Lazenby, Sean Quan, Ben Wilkinson, Naika Toussaint, Olesia Shewchuck, Kyle Cassie, Style Dayne, Fabiola Colmenero, Stan Lee
Basado en el anti-héroe menos convencional de la Marvel, Deadpool narra el origen de un ex-operativo de la fuerzas especiales llamado Wade Wilson, reconvertido a mercenario, y que tras ser sometido a un cruel experimento adquiere poderes de curación rápida, adoptando Wade entonces el alter ego de Deadpool. Armado con sus nuevas habilidades y un oscuro y retorcido sentido del humor, Deadpool intentará dar caza al hombre que casi destruye su vida.
Ryan Reynolds era un tipo sin suerte en el mundo del cómic, por más que el pobre lo intentase. Su primer incursión fue como Hannibal King en 'Blade: Trinity', película entretenida sobre el cazavampiros, pero sin duda la peor de la trilogía. Ryan quería algo más, así que, en compañía de Hugh Jackman, y contándonos los orígenes de este ultimo, fue Wade Wilson en la cinta sobre Lobezno. Un error descomunal, por otra parte, ya que el personaje que nos mostraron distaba mucho de lo que es Masacre en realidad. Pero el joven Reynolds no se daba por vencido, y como dice el refrán, probó suerte una tercera vez, esta vez pasándose a DC y encarnando a Linterna Verde en la película homónima. ¿Resultado? Un fiasco aun mayor que la anterior, y que todas ellas juntas: guion nefasto, efectos ridículos y una actuación cuanto menos buena. Cualquiera en sus cabales hubiese abandonado su cruzada, pero el señor Ryan Reynolds es cabezón como el solo, y vio el potencial de Deadpool. Una vez más, lo ha intentando, y, por fin, dio en el clavo.
Wade Wilson lleva una vida 'normal' dentro de su profesión: es un mercenario sin escrúpulos que se dedica a poner a cada uno en su lugar. Un día recibe una mala noticia: tiene cáncer. Para evitar morir se somete a un tratamiento mutante que le deja desfigurado y con muchas ganas de venganza. Así comienza una particular cruzada para encontrar al tío que le ha dejado así.
Seamos sinceros: las cintas de superhéroes que van de serias por la vida nos llegan a cansar. Que ellos sean totalmente rectos en sus moralidades (ejemCapitánAméricaejem), o que vayan de atormentados por la vida debido a todo lo que han sufrido en su camino (ejemBatmanejem), pues esta muy bien, para que vamos a negarlo,y dependiendo del héroe que nos muestren o de la historia que nos cuenten, nos pega, pero de vez en cuando nos encanta cuando alguno de estos tipos es de lo más normal del mundo, y se dedican a esto por puro placer. El año pasado, 'Ant-Man' nos demostró que, con un buen guion y un poco de humor, el presupuesto es lo menos importante. Los responsables de 'Deadpool' han ido más allá, convirtiendo la película en una guasa constante, de principio a fin, y con mucha mala baba. Y por supuesto, un presupuesto de lo mas reducido. Estamos acostumbrados a grandiosidad y pomposidad en este género, y muchos efectos especiales. Aquí eso no es lo importante: tenemos efectos especiales, por supuesto, pero bastante limitados (y apenas se nota, en serio), escenas de acción y lucha muy bien rodadas y echando mano del slowmotion, pero todo esto no serviría gracias a un gran guion: esta es la clave de 'Deadpool'.
Desde que comienza la cinta nos damos cuenta de que no estamos ante una historia de superhéroes al uso. Los créditos son una maravilla, en serio, con referencias a cada uno de los actores y responsables geniales (los guionistas se llaman a si mismos 'los putos amos') y que te harán soltar las primeras carcajadas. Pero es que la cosa no queda ahí. En esta ocasión, Deadpool es tan cual vemos en el cómic, no le han tapado la boca como antes paso, sino que le dejan campar a sus anchas por la historia, diciendo todo lo que se le ocurre por esa cabecita suya, sin filtros que valgan, siendo mordaz, obsceno y muy, muy imaginativo. La multitud de referencias al mundo del cómic (Linterna verde hace su aparición al menos en dos ocasiones; Lobezno también es mencionado..), y las referencias a Hollywood y al mundo en general (hay que ir pillando cada una de ellas), construyen una película que lo único que hace es reírse de si misma (incluso el actor se ríe de si mismo), rompiendo la cuarta pared una y otra, y otra vez, haciéndonos cómplices de todo lo que vamos viendo. ¿Que cansa tanto chiste, tanta comedia? Para nada, es su punto fuerte, ellos lo saben, y lo explotan al máximo, aunque sin exagerar.
Pero un buen guión no funciona por si solo, tiene que ir ligado a un actor que sepa dar vida a ese personaje irreverente que ellos han creado. Ryan Reynolds parece haber nacido para ello, y es el dueño y señor de todo este sarao. Cierto que hay secundarios, si, cierto que hay un interés amoroso, si, todo lo que queráis, pero aquí el verdadero protagonista es él, y en cuanto deja de aparece en pantalla, se le echa de menos. ¿Que habrá secuelas? Por supuesto, por mucho que él mismo nos diga que no en la escena post-créditos. Y si la campaña de publicidad es tan buena como lo ha sido esta, su éxito estará garantizado.
Una pequeña maravilla, nada más se puede decir de ella: divertida, violenta y muy obscena. No es para niños, papás, así que mejor no lleven a sus hijos a verla. Para el resto de mortales, una pasada. En mi lista de mejores películas de 2016 ya esta apuntada, y eso que este año hay mucho cine de superhéroes por llegar; estoy segura de que esta será una de las mejores, sino la mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario