Titulo Original: Crying Freeman
Año: 1995
Duración: 100 minutos
País: Francia
Director: Christophe Gans
Guión: Christophe Gans & Thierry Cazals (Cómic: Kazuo Koike & Ryoichi Ikegami)
Música: Patrick O'Hearn
Reparto: Mark Dacascos, Julie Condra,Rae Dawn Chong,Byron Mann,Masaya Kato,Yoko Shimada,Tcheky Karyo
Freeman pertenece a un culto antiguo de guerreros chinos llamados “Los hijos del dragón”. Él es su verdugo y su único hombre, porque es tal su poder que no necesitan a otro.
En 1995, el director Christophe Gans sorprendió a la peña con la adaptación cinematográfica del manga setentero Crying Freeman, uno de los más famosos de la época en Japón , surgido de la mano del maestro Kazuo Koike. La narración nos cuenta la historia de Yo, asesino que vive una perpetua encrucijada en su alma al tiempo que cumple sus obligaciones con la hermandad de Los Hijos del Dragón, secta china encargada de aliñar a todos aquellos que atentan contra sus intereses en el mundo. Mark Dacascos, artista marcial y fucker de la función, se convierte aquí en el protagonista al interpretar a Yo, que en un momento dado se rebela contra su organización al salvar a la mujer que tenía que asesinar, Emu O´hara (Julie Condra). Total, que aquí en la película se da por supuesto que manda a tomar por culo a Los Hijos del Dragón y se caga en sus calaveras más recientes, me imagino que para hacer de Yo un tipo todavía más chungo... Sin embargo, en el manga se queda de jefazo de la secta y sigue cumpliendo con esa gente sin mayor problema: a Emu O´Hara también la reclutan en Los Hijos del Dragón y ya está, de hecho también la convierten en una asesina profesional.
Sea como sea, la peli de Gans nos muestra el primer arco del manga, en el que Yo se pone las pilas
para dar el pasaporte a una familia de yakuzas muy poderosa, la mafia japonesa. ¿El resultado? Pues una peli de acción de puta madre, con guiños al cine made in Hong-Kong y el heroic bloodshed, historias llenas de personajes oscuros y acción, con tiroteos, hostias y sangre hasta en los subtítulos. Me encantan las películas de este director, lo mismo te hace una peli de terror acojonante como Silent Hill que se mete con las adaptaciones de cómic: siempre le da un acabado fantástico a todo y suele cuidar hasta el último detalle de sus productos.
Como decíamos, Yo, Crying Freeman, casi es asesinado por sus socios al no cumplir con su tarea y para más enjundia la yakuza le pisa los talones. Sin embargo, el tipo que le encarga las misiones le termina echando un cable y entre los dos la lían parda en la casa de la familia de yakuzas: sin embargo, la jefa del tinglado, Kimi Hanada (Yoko Shimada) se encabrona cosa mala al ver el putiferio que se ha montado y decide ir a la cabeza de los malosos para hostiarse con el Freeman. A Yoko Shimada la recordaréis por la serie de televisión Shogun, donde interpretaba a la churri del protagonista.
En cuanto al romance que mantienen Yo y Emu hay que decir que se adapta perfectamente al guión: una relación seria, sin mongadas ni chorradas cursis. Al correr serio peligro de que les encuentren, pues lo típico, se van a una isla japonesa desierta donde Hirohito pegó las tres voces y allí se montan su nidito de amor, que está decorado en plan zen (con un Buda del IKEA, nada menos) y con un edificio que está lleno de armas y demás chatarrería para que no se aparezca por ahí algún cuñado pesado o los testículos de Jervás, que también podría ser. Aún con todo eso, los cabrones de la yakuza consiguen dar con ellos y allí tenemos a Yo repartiendo hostias y tiros a discrección y en fila india. Todo muy sobrio, pero con una ambientación perfecta para ser una película de un presupuesto no demasiado alto.
Lo que me encanta de esta película es que tiene un toque de seriedad que el manga no tenía, lo leí hace bastante del tirón y con cada arco argumental nuevo la cosa pierde mucho fuelle... Digamos que cada vez se vuelve más surreal, con unas tontunas y unas idas de olla que te partes la caja torácica según avanza la trama. Sin embargo, no puedo decir que no me gustara toda esa caída al infierno de la saga, es una fumada digna de recordar. Si no lo habéis leído y os gusta el mundillo del cómic, dadle una oportunidad.
Volviendo a la peli, me gustó mucho cómo plasma la duda existencial del prota, los palos que le
dieron durante su adiestramiento y la buena química que hay entre Freeman y Emu. Aquí sale Dacascos en el apogeo de su éxito peliculero y aunque después hizo cosas como la serie de TV de El Cuervo o El Pacto de los lobos, no puedo recordar un papel mejor que este. Su partenaire, Julie Condra, tampoco me suena que hiciera alguna otra cosa relevante.
Como digo es una buena adaptación, que únicamente se excede en una escena de acción que no existe en el manga (sobre el final del film) pues realmente no se trata de una película de acción al uso, si no una de yakuzas y mafias. Todos los actores están correctos sin más, y la dirección es buena, respetando en lo posible el material original (que tiene mucho más sexo y violencia que el film) Es cierto que no es un peliculón, pero es entretenida.
Sea como sea, la peli de Gans nos muestra el primer arco del manga, en el que Yo se pone las pilas
para dar el pasaporte a una familia de yakuzas muy poderosa, la mafia japonesa. ¿El resultado? Pues una peli de acción de puta madre, con guiños al cine made in Hong-Kong y el heroic bloodshed, historias llenas de personajes oscuros y acción, con tiroteos, hostias y sangre hasta en los subtítulos. Me encantan las películas de este director, lo mismo te hace una peli de terror acojonante como Silent Hill que se mete con las adaptaciones de cómic: siempre le da un acabado fantástico a todo y suele cuidar hasta el último detalle de sus productos.
Como decíamos, Yo, Crying Freeman, casi es asesinado por sus socios al no cumplir con su tarea y para más enjundia la yakuza le pisa los talones. Sin embargo, el tipo que le encarga las misiones le termina echando un cable y entre los dos la lían parda en la casa de la familia de yakuzas: sin embargo, la jefa del tinglado, Kimi Hanada (Yoko Shimada) se encabrona cosa mala al ver el putiferio que se ha montado y decide ir a la cabeza de los malosos para hostiarse con el Freeman. A Yoko Shimada la recordaréis por la serie de televisión Shogun, donde interpretaba a la churri del protagonista.
En cuanto al romance que mantienen Yo y Emu hay que decir que se adapta perfectamente al guión: una relación seria, sin mongadas ni chorradas cursis. Al correr serio peligro de que les encuentren, pues lo típico, se van a una isla japonesa desierta donde Hirohito pegó las tres voces y allí se montan su nidito de amor, que está decorado en plan zen (con un Buda del IKEA, nada menos) y con un edificio que está lleno de armas y demás chatarrería para que no se aparezca por ahí algún cuñado pesado o los testículos de Jervás, que también podría ser. Aún con todo eso, los cabrones de la yakuza consiguen dar con ellos y allí tenemos a Yo repartiendo hostias y tiros a discrección y en fila india. Todo muy sobrio, pero con una ambientación perfecta para ser una película de un presupuesto no demasiado alto.
Lo que me encanta de esta película es que tiene un toque de seriedad que el manga no tenía, lo leí hace bastante del tirón y con cada arco argumental nuevo la cosa pierde mucho fuelle... Digamos que cada vez se vuelve más surreal, con unas tontunas y unas idas de olla que te partes la caja torácica según avanza la trama. Sin embargo, no puedo decir que no me gustara toda esa caída al infierno de la saga, es una fumada digna de recordar. Si no lo habéis leído y os gusta el mundillo del cómic, dadle una oportunidad.
Volviendo a la peli, me gustó mucho cómo plasma la duda existencial del prota, los palos que le
dieron durante su adiestramiento y la buena química que hay entre Freeman y Emu. Aquí sale Dacascos en el apogeo de su éxito peliculero y aunque después hizo cosas como la serie de TV de El Cuervo o El Pacto de los lobos, no puedo recordar un papel mejor que este. Su partenaire, Julie Condra, tampoco me suena que hiciera alguna otra cosa relevante.
Como digo es una buena adaptación, que únicamente se excede en una escena de acción que no existe en el manga (sobre el final del film) pues realmente no se trata de una película de acción al uso, si no una de yakuzas y mafias. Todos los actores están correctos sin más, y la dirección es buena, respetando en lo posible el material original (que tiene mucho más sexo y violencia que el film) Es cierto que no es un peliculón, pero es entretenida.
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