lunes, 6 de abril de 2015

La fuerza de la venganza








Titulo Original: Avenging Force 
Año: 1986
Duración: 104 min.
País: EE UU
Director: Sam Firstenberg
Guión: James Booth
Música: George S. Clinton
Reparto: Michael Dudikoff, Steve James, James Booth, William Wallace, John P. Ryan, Karl Johnson, Marc Alaimo, Allison Gereighty, Loren Farmer, Rick Boyle








Matt Hunger, agente del servicio secreto retirado, decide volver con sus antiguos compañeros para investigar el asesinato de un amigo. 


En 1987 la mítica productora Cannon nos deleitó con una nueva chusta surgida de la calenturienta mente de Sam Firstenberg, artífice de la mejor saga de acción de la historia (El guerrero americano). Aprovechando el tirón que estaban teniendo en el mercado, esta vez nos traen de vuelta a la pareja de oro formada por Michael Dudikoff y Steve James, dispuestos a liársela pardísima a una sociedad secreta de tintes neonazis (“Los Pentágonos”). Dudikoff interpreta a un ex-agente secreto, Matt Hunger, que vive retirado en el rancho de sus padres para cuidar de su hermanita de 12 años (Sara) y er agüelo Jimmy. Hasta aquí todo normal, pero de repente, los malos (la hermandad de Cazadores de los Pentágonos) que son bastante cabroncetes y un poco nanzis deciden boicotear la campaña política de Larry (Steve James), que es un afroamericano candidato a senador y ya de paso, liquidarle a él y a toda su familia. Con semejante argumento en manos de la Cannon, la película se convierte en la obra maestra más infravalorada del cine de los años 80 del pasado siglo.

Al lío. Pues resulta que en la película, “Los Pentágonos” tratarán en todo momento de evitar que Larry llegue al poder en el Ayuntamiento de Nueva Orleans y en sucesivos atentados y escaramuzas consiguen dar el pasaporte a toda la familia de Larry, incluyéndole a él. Por ejemplo, la primera muerte (uno de los hijos de Larry) se produce durante la celebración del Mardi Gras y como todas las que aparecerán en el filme es más falsa que la ardilla disecada que lleva Nicolás Cage para taparse el cartón. Es que tu lo ves y dices, mira, el niño cae muerto en los brazos de Steve James antes de que suenen los disparos... Se ha hecho uno con La Fuerza antes de que lo liquiden, como Obi-wan Kenobi. Otra de las muertes penosas que guardo en la retina es la del otro hijo de Larry, durante el atentado contra la casa del candidato. Resulta que Matt (Dudikoff) se tira desde el tejado de la casa al suelo con el niño, que parece que el césped está mullido y la caída no duele si no te ries. Si os véis toda la escena, está tan mal hecha y es tan cutre que parece un sketch antiguo de La Cuadrilla del programa Vaya Semanita... Es como cuando tiran a Josepo por la ventana al final de cada episodio, que tú ves al típico monigote de goma volando por los aires para simular la caída. Total, que en esta película vemos al doble de Dudikoff y al monigote de goma despeñándose desde el tejado, lo que supone una partida de caja brutal cuando lo ves. Luego tenemos la muerte de Larry, que es como... “me disparan un par de veces, me tiran un flechazo pero me da tiempo a subir las escaleras ardiendo de mi casa y cuando cojo al niño, digo... ay, que me vuelo toda, adiós, me precipito al vacío y muero para siempre”.
Momentos cumbres hay cientos en La fuerza de la venganza. Uno de los mejores se produce cuando  rednecks de los pantanos de Nueva Orleans para rescatar a su hermanita Sara. Total, que le vemos haciendo cosas ninjas mientras nada por el pantano para llegar al pueblo (en vez de ir en coche o algo así) y al llegar, se encuentra con un travieso que se llama Fifí y que le pone ojitos tiernos. Total, que resulta que este trans, que es un hacha para prostituir niñas, le guía hasta su hermana y cuando Matt decide llevarse a Sara -que la han pintado la cara Parkinson Style y parece Lola La Piconera-, saca su verdadera naturaleza de Manolo y tiene un par de palabras con Dudikoff, quien lo arroja por la ventana con precipitación y alegoría.
nuestro amigo Matt se acerca a un poblado de

La idea es que “Los Pentágonos”, tras acabar con Larry y su familia, deciden chantajear a Matt para que participe en su juego de cazar personas y se convierta en su presa, durante una cacería en los pantanos de Nueva Orleans. Para conseguirlo, no se les ocurre nada mejor que llevarse a su hermana a un poticrús de pueblo y ponerla bajo la custodia de un travelo que primero se quiere tirar a Matt y luego se le pone farruco. Semejante detalle, suficiente para encumbrar La fuerza de la venganza al Olimpo de las películas ochenteras, será el punto de partida para presentarnos al grupo de “Los Pentágonos” en toda su gloria y a cada cual más bello y simpático: un calvo aficionado al leather y las máscaras de masoca, un ninja vestido de mecánico y máscara de verbena, un soldadito que va vestido para jugar alpaintball y luego está el jefe de todos ellos, Elliot Glastenbury, que lleva una máscara genial de Pokemon, aficionado a los cables para estrangular y los gatitos. Dicho esto, lamento profundamente que nadie cogiera estos personajes tan míticos y se currara un spin-off a la altura de este largometraje, porque es la mejor banda de malvados malignos de la historia del cine.

A pesar de sus esfuerzos, nuestro amigo Matt consigue cargarse a casi todos y después acude a la casa del jefe de los malos (Glastenbury) para presentarle sus respetos y de paso pegarle de collejas en la cepa de la oreja. En ese momento, la película se transforma para dar lugar al duelo más épico, a la acción más desenfrenada, a la lucha entre la luz y la oscuridad... Vamos, una puta mierda, apestosa y humeante como el zurullo de un elefante con colitis. El malo se nos pone estupendo y nos enseña que es una máquina artrítica de pelear con espadas, lanzas, mazas, etc mientras que Dudikoff se defiende a la desesperada, con tan buena suerte que consigue exterminar a su enemigo utilizando el mobiliario de la casita de Glastenbury. Con esta muerte tan cutre, nuestro amigo consigue terminar con “Los Pentágonos”, aunque sospecha que puede haber más por ahí sueltos.

Muy recomendable, siempre que la ponen en Paramount Channel dejo lo que esté haciendo para echarme unas risas con esta maldita bazofia.


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