¡Piratas! - Volvemos a surcar los mares

Título Original: The Pirates! Band of Misfits

Año: 2012

Duración: 88 minutos

País: Reino Unidos

Director: Peter Lord, Jeff Newitt

Guión: Gideon Defoe (Libros: Gideon Defoe)

Música: Theodore Shapiro

Reparto: Hugh Grant, Martin Freeman, Imelda Staunton, David Tennant, Jeremy Piven, Black Bellamy, Salma Hayek

A pesar del entusiasmo que le pone a oficio, al Capitán Pirata no le gusta tener que aparentar ser malvado, aunque no tiene más remedio que ser así si quiere ser respetadopor sus rivales. Secundado por una tripulación bastante desastrosa, el Capitán sueña con vencer a sus adversarios: Black Bellamy y Cutlass Liz, para así conseguir el máximo galardón dentro del mundo de la piratería: el de "Pirata del año". 

Ese será el punto de partida de esta increíble aventura que comienza a orillas de Blood Island y termina en las oscuras y nebulosas calles de Londres. Ahí, el grupo de intrépidos piratas, se asociará a un científico de nombre Charles Darwin, y para defenderlo tendrán que enfrentarse a mil peligros, incluido el de sobrevivir a la mismísima reina Victoria, que va tras ellos porque odia a los de su condición.

Desde hacía un tiempo (años, en realidad), el género de aventuras asociado a los piratas y sus travesuras en los mares, venia de capa caída, con un fracaso tras u otro (por mencionar una, ‘La isla de las cabezas cortadas’), y si levantar cabeza. Entonces, Gore Verbinsky, asociado con Jerry Bruchkeimer, nos traía a un pirata un tanto extraño, (la pesadilla gay de Disney como dijo Billy Crystal en los Oscar), pero con una gracia muy especial que nos enamoro a todos (y ya de paso le dio la fama mundial a Depp, que ya era hora). El caso es que el cine de piratas volvió a la palestra, y había que aprovecharse.

Entonces Aardman Animation y Peter Lord se asociaron creando esta maravillosa historia de piratas, con mucho humor y mucha mala baba, con ese característico humor británico que tanto gusta, dentro y fuera. Lo que más me ha gustado de la película es que, escondida detrás de una cinta para niños, hay muchísimo más, hay una película para los adultos, y eso es de agradecer, la verdad. Además que no tratan a los niños como personas tontas, como muchas películas hay por ahí, sino como personas normales, y eso es fenomenal.

Lo interesante es que los piratas que se retratan no son los típicos que se pueden ver, sanguinarios, son de lo más peculiar, que se preocupan más por llevarse el premio al mejor pirata del año que por saquear de verdad, simplemente por el hecho de hacerlo.

La historia se sitúa en el Londres del siglo XIX, con una reina Victoria muy cruel que desea adueñarse de todo el mundo, y por supuesto, acabar con todos los piratas del mundo. Mientras tanto, estos piratas están inmersos en el Premio Anual al Mejor Pirata, demostrando que no son unos perdedores (aunque en realidad lo sean, solo hay que mirar a la tripulación). Para lograr su objetivo, se meterán en una fascinante aventura, con pájaros Dodos incluidos (y no extinguidos) y con un Charles Darwin obsesionado por llevarse el merito de un tremendo descubrimiento (y por encontrar una novia).

Es una delicia poder disfrutar de vez en cuando de películas stop-motion, porque estamos en una época en la que se usan tantos las tecnologías y los ordenadores que todo está digitalizado. Pero de vez en cuando llegan pequeñas sorpresas como estas (y hace poco ‘Frankenweenie’), que te hacen disfrutar de la película el doble. Lleva mucho más tiempo hacerla, pero vale la pena, porque es una pequeña maravilla. Tiene sus errores, claro que sí, pero si miras todo el conjunto, la sonrisa que tienes en la cara en cada momento es lo que realmente vale la pena.

Disfrutamos con ‘Wallace & Gromit’, nunca habíamos visto nada así, y gusto mucho. Volvieron a enamorarnos con ‘Chicken Run’, y su pequeño tributo a ‘Evasión en la granja’, y ahora han vuelto a hacerlo. No cuentan con el mayor presupuesto del mundo, ni tampoco con las instalaciones más grandes, pero no hace falta, porque nos hacen soñar con sus historias, y sobre todo disfrutarlas. Y esta se disfruta. Aunque si hay algo que se pueda poner en negativo es un poco mas de mala leche, sobre todo en sus gags, que a veces se quedan algo light. Hubiese dado mucho mas juego, pero bueno, se perdona, como dije antes.

Visualmente es muy colorida. Retrata muy bien los bajos fondos de Londres, con mucho detalle, pero dentro de lo malo que pueda parecer ese ambiente, tiene un punto de encanto que no es fácil de conseguir, ese punto que te hace pensar ‘quiero conocer ese lugar, quiero ir con los piratas a ese lugar’. Hay un equilibrio perfecto entre los muñecos de plastilina y la digitalización por ordenador, lo que le da un aspecto mejor. Es cierto que no es Pixar, u otra productora grande con grandes películas, pero no le hace falta, porque con sus propias armas sabe seducirnos a todos.

Los personajes son adorables, sobre todo los piratas, a cada cual mejor. No es sin duda la mejor tripulación del mundo, porque en realidad son todos unos perdedores, incluido el Capitán, que es de lo  más ignorante del mundo, pero eso no les quita la ilusión por todo lo que hacen, incluso presentarse a premios en los que, está clarísimo, que no tienen ninguna oportunidad. El mono es súper gracioso, no se puede decir de otra manera, en cada película de animación tiene que haber un personaje gracioso y a la vez adorable, y esta vez le toco a él. Incluso los malos tienen su punto bueno.

Es una película que enseña valores, como todas las de animación. En este caso son el de no perder la ilusión ni la esperanza ante nada, porque las cosas se pueden conseguir. También nos enseña que la ambición no es nada buena, y hace que, al final, por querer tanto no te quedes con nada. Y sobre todo, que la amistad está por encima de todo lo demás: si tienes amigos, tienes un tesoro más reluciente que todo el oro del mundo.

Recomendable al 100%, porque es una película para todos los públicos, desde los más pequeños a los más grandes.