Título original: Creed II
Año: 2018
Duración: 130 min.
País: EEUU
Director: Steven Caple Jr.
Guion: Sylvester Stallone, Ryan Coogler
Música: Ludwig Göransson
Reparto: Michael B. Jordan,
Sylvester Stallone,
Tessa Thompson,
Dolph Lundgren,
Florian Munteanu,
Phylicia Rashad,
Wood Harris,
Kristina Aponte,
Andre Ward,
Russell Hornsby,
Gina Destra,
Brigitte Nielsen.
Adonis Creed se debate entre las obligaciones personales y el entrenamiento para su próxima gran pelea, con el desafío de su vida por delante. Enfrentarse a un oponente que tiene vínculos con el pasado de su familia solo intensifica su inminente batalla en el ring. Afortunadamente Rocky Balboa está a su lado a lo largo de todo el camino, y juntos se cuestionarán por lo que vale la pena luchar y descubrirán que nada es más importante que la familia...
Secuela de "Creed", el spin-off de Rocky que en 2015 obtuvo muy buenas críticas y dio inicio a una nueva saga.
Secuela de "Creed", el spin-off de Rocky que en 2015 obtuvo muy buenas críticas y dio inicio a una nueva saga.
Ya hablé sobre la primera “Creed” cuando se estrenó, en 2016. Fue una de esas vueltas que salen redondas, porque la película además de todo un éxito de público, también lo fue de crítica. Volvió a lo grande, con una historia al nivel y que exploraba otros terrenos a pesar de mantener la misma esencia de siempre.
Yo siempre he sido muy fan de Stallone y su saga Rocky, es más, tenía muchas ganas de ver esta segunda parte, y esta vez ya sin el miedo de la última vez. Y debo a decir que me ha vuelto a encantar. Es más, tengo muchísimas ganas de hacer un maratón de películas de Rocky.
Creed II retoma justo donde nos dejó la anterior y trae de vuelta a uno de los iconos de la saga, a Ivan Drago (Dolph Lundgren). Que, al igual que Rocky ha apadrinado en la enseñanza del boxeo a Adonis Creed (hijo de Apollo Creed), este ha entrenado a su hijo: Viktor Drago (Florian Munteanu). El enfrentamiento entre ambos será inevitable y traerá las rencillas del pasado al presente. Porque, para el despistado que no lo recuerde, Viktor mató en combate a Apollo, ya que Rocky decidió no tirar la toalla y dejarle que luchase, cosa que Rocky nunca pudo olvidar y con la que ha cargado siempre en su conciencia.
Yo siempre he sido muy fan de Stallone y su saga Rocky, es más, tenía muchas ganas de ver esta segunda parte, y esta vez ya sin el miedo de la última vez. Y debo a decir que me ha vuelto a encantar. Es más, tengo muchísimas ganas de hacer un maratón de películas de Rocky.
Creed II retoma justo donde nos dejó la anterior y trae de vuelta a uno de los iconos de la saga, a Ivan Drago (Dolph Lundgren). Que, al igual que Rocky ha apadrinado en la enseñanza del boxeo a Adonis Creed (hijo de Apollo Creed), este ha entrenado a su hijo: Viktor Drago (Florian Munteanu). El enfrentamiento entre ambos será inevitable y traerá las rencillas del pasado al presente. Porque, para el despistado que no lo recuerde, Viktor mató en combate a Apollo, ya que Rocky decidió no tirar la toalla y dejarle que luchase, cosa que Rocky nunca pudo olvidar y con la que ha cargado siempre en su conciencia.
Es curioso como en esta película se han humanizado bastante a los personajes ‘malvados’ y se ha dejado de lado un poco el binomio: malo malísimo y bueno beatifico. Se muestra a los Drago con sus problemas, sus luces y sus sombras, y como han vivido la deshonra. Ivan perdió su título ante Rocky, y con ello, toda su credibilidad en su país. Además, su mujer la abandonó y se quedó sin dinero. Así que le tocó criar a su hijo él solo y ambos vivieron como repudiados, cosa que ha afectado al carácter de Viktor, que ha sido criado en el odio y la sed de venganza y casi utilizado como arma por su padre.
Y todo esto es algo que le une bastante al personaje de Adonis, ya que él se crio sin un padre, con la marca de ser el hijo ilegitimo de Apollo y de no merecer su apellido. Luchó por el junto a Rocky en la primera peli y ahora le toca seguir defendiéndolo y enfrentarse a parte de su pasado.
Y todo esto es algo que le une bastante al personaje de Adonis, ya que él se crio sin un padre, con la marca de ser el hijo ilegitimo de Apollo y de no merecer su apellido. Luchó por el junto a Rocky en la primera peli y ahora le toca seguir defendiéndolo y enfrentarse a parte de su pasado.
Como he dicho, por primera vez se muestra al personaje de Dolph con sentimientos humanos, no como una masa de músculos con la única ambición de matar. Y hace que empatices con él, no terminas de querer que Adonis le gane y comprendes por lo que está pasando. Y eso es gracias también a la interpretación de Dolph, que está vez ha podido dotar a su personaje de más vida y motivaciones. Y la verdad es que está de lujo (me encanta este hombre, ¿vale?).
Su hijo en la ficción está interpretado por Florian Munteanu, un actor novato que se defiende genial en el ring, pero no tanto cuando debe actuar en momentos clave más dramáticos, pero que junto a la actuación de Dolph hace un buen trabajo y apenas se nota.
No puedo dejar de mencionar el emotivo final tras la batalla Viktor Vs. Apolo, es muy bonito, y redime a ambos personajes, además de unirlos.
En cuanto al resto del reparto, repetimos con Stallone como Rocky (por supuesto) y con Michael B. Jordan como Adonis, la química entre ambos es fabulosa y es gran parte del éxito de la película. Además, el personaje de Rocky ha ido evolucionando muy bien con los años y se ha sabido reflejar en las películas de forma estupenda. También Tessa Thompson tiene muy buena química con ambos y se nota.
Es una película bastante coral, en las que todos los personajes tienen momentos importantes. Ya sea mostrando la paternidad, la relación padre-hijo o la necesidad de retomar la relación con la familia (y el boxeo, por supuesto).
Su hijo en la ficción está interpretado por Florian Munteanu, un actor novato que se defiende genial en el ring, pero no tanto cuando debe actuar en momentos clave más dramáticos, pero que junto a la actuación de Dolph hace un buen trabajo y apenas se nota.
No puedo dejar de mencionar el emotivo final tras la batalla Viktor Vs. Apolo, es muy bonito, y redime a ambos personajes, además de unirlos.
En cuanto al resto del reparto, repetimos con Stallone como Rocky (por supuesto) y con Michael B. Jordan como Adonis, la química entre ambos es fabulosa y es gran parte del éxito de la película. Además, el personaje de Rocky ha ido evolucionando muy bien con los años y se ha sabido reflejar en las películas de forma estupenda. También Tessa Thompson tiene muy buena química con ambos y se nota.
Es una película bastante coral, en las que todos los personajes tienen momentos importantes. Ya sea mostrando la paternidad, la relación padre-hijo o la necesidad de retomar la relación con la familia (y el boxeo, por supuesto).
El guion está muy currado, sabe repetir la historia base que siempre ha enganchado en las películas de la saga, pero añadiendo más humanidad gracias a una descripción profunda y muy bien narrada de todos los personajes y sus motivaciones. Hay multitud de tramas y subtramas, todas muy centradas en las relaciones entre los personajes (no todo son combates). La amistad, la familia, el ser padre…
Y además de todo esto, los combates están muy bien rodados (aunque esta vez, no tenemos ese magnífico plano secuencia de la primera) que te hacen sentirte allí mismo y emocionarte como en un combate de verdad.
La verdad es que la película engancha. Quizás, como único defecto, mencionaría el reciclaje de muchas ideas ya vistas anteriormente en la saga, la reiteración de muchas escenas dramáticas y el exceso de búsqueda de emotividad, en ocasiones es constante y no hace falta tanto. Y si, tiene abundantes clichés, pero bueno, no importa.
Y además de todo esto, los combates están muy bien rodados (aunque esta vez, no tenemos ese magnífico plano secuencia de la primera) que te hacen sentirte allí mismo y emocionarte como en un combate de verdad.
La verdad es que la película engancha. Quizás, como único defecto, mencionaría el reciclaje de muchas ideas ya vistas anteriormente en la saga, la reiteración de muchas escenas dramáticas y el exceso de búsqueda de emotividad, en ocasiones es constante y no hace falta tanto. Y si, tiene abundantes clichés, pero bueno, no importa.
En definitiva, una película que va a encantar a los fans de Rocky. Digna sucesora de Creed y buena adquisición para la saga.
Volver a ver a Stallone dando vida al mítico boxeador no tiene precio, sus historias siguen emocionando y la fórmula sigue funcionando a pesar de llevar ya tanto recorrido a sus espaldas. No se centra ya solo en Rocky, si no que evoluciona y nos muestra a nuevos personajes, además de traer de vuelta a uno de los más míticos.
Un gustazo disfrutarla en pantalla grande. Buen guion, buenos actores, combates de boxeo impresionantes y toques de la mítica BSO que ya todo conocemos.
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