The Descent

Titulo original: The descent

Año: 2005

Duración: 100 min.

País: Reino Unido

Director: Neil Marshall

Guión: Neil Marshall

Música: David Julyan

Reparto: Shauna Macdonald, Natalie Jackson Mendoza, Alex Reid, Saskia Mulder, Nora-Jane Noone, MyAnna Buring, Oliver Milburn, Molly Kayll, Craig Conway.

Un grupo de seis amigas, que se reúne cada año para hacer deportes extremos, han decidido descender a una cueva desconocida. El problema viene cuando se pierden en ella y no hay manera de salir, pero ese no será el único, unas extrañas criaturas las persiguen.

La película cuenta con una segunda parte dirigida por Jon Harris y con la misma protagonista.

 

Cuando leí las críticas de esta película, que hablaban de ella de una manera sublime, con cosas como que: “había un brillante análisis psicológico de los personajes, grandes actuaciones por parte de sus prácticamente desconocidas actrices, una cinta de terror verdadero...” pues esperaba eso, una película de terror de verdad. Nada más lejos de la realidad. Ni una de las premisas que leí eran ciertas.

“The descent” es una peli gore y además de las bestias. ¿Análisis psicológico de los personajes? Si se refieren a los típicos roles repetidos hasta la saciedad, pues entonces si hay. Sólo que aquí no hay roles masculinos, porque no hay hombres, pero los de las mujeres los tenemos todos. La tímida buenaza, la protagonista seria, la loca, la lanzada...

Lo de grandes actuaciones, pues no sabría yo deciros, no vi nada destacable, más bien correcto.

Y lo de terror verdadero, ni de coña. Bueno, si os da verdadero pánico el gore… pero yo no considero el cine gore de esa manera. Igual es cosa mía y de ahí viene el problema.

  

Todos sabéis que adoro el cine gore, pero claro, en esta ocasión tenia otra idea en mente y en cuanto empecé a ver tripas por todos lados, ojos reventados, sangre, huesos que salen... y unos monstruos sádicos (muy parecidos a Gollum y a Voldemort, el hijo de ambos sería uno de los bichos de aquí) fruto de la evolución dentro de la cueva, pues me di cuenta que esto es una película más de cine gore.
Que no es algo malo, y menos para mí, pero claro, yo tenía otra idea en mente cuando empecé a verla y como realmente el gore tarda en llegar me tenía un poco descolocada, porque no pensaba que iba a ser así. Ya que su comienzo no lo indica, parece que será una película más de ¿terror psicológico? cuando el grupo de chicas se quedan encerradas y perdidas en la cueva y empiezan a sacar los trapos sucios entre ellas.
Y claro, yo que la veía acompañada y juraba y perjuraba que esta vez no les había traído una cinta gore, que había leído otra cosa de ella… no me van a creer nunca más después de ver el final de esta cinta.

 
 

 

Seguramente, si no hubiese tenido esa “confusión inducida” previa, estaría escribiendo una reseña bastante diferente. Porque las escenas gore son geniales, y la atmósfera de opresión y miedo que se vive dentro de la cueva es genial.
Pero claro, es que el giro final de la película es curioso, porque cambian hasta las protagonistas, que se vuelve súper mujeres, cuando antes no lo eran y hacen cada pelea a muerte que no veas.

 

Realmente es un producto pasable y para que no te calientes la cabeza, porque yo a los monstruitos “gollumescos” no los entendía muy bien. Vale, son seres (¿qué seres? ¿Son humanos? Estilo el relato de terror de Los hombres topo quieren tus ojos, de Frederick C. Davies) que han perdido la vista por estar en la cueva oscura durante generaciones, pero ¿también han perdido el tacto, el olfato y el oído? Pues en ocasiones, una chica le pega una patada una piedrecita y se la comen en tres segundos y otra que va corriendo por ahí, gritando a lo Heidi no la oyen, ni huelen ni nada… y eso que supuestamente los bichacos estos salían a la superficie a cazar lobos. Eso si, correr, corren mucho.

 

 

¿Recomendada? Si te gusta el gore si. Pero no me gusta hablar de una cinta y mentir sobre ella. Esta gustará a todos los fans del cine de casquería, los demás absteneros.
El caso es que si hubiese ido avisada de lo que era en realidad, me habría divertido más (aunque, ya os digo que el gore tarda un poco en salir, pero cuando llega... ¡llega a lo bestia!)