Título original: The BFG (The Big Friendly Giant)
Año: 2016
Duración: 117 min.
País: EEUU
Director: Steven Spielberg
Guion: Melissa Mathison (Cuento: Roald Dahl)
Música: John Williams
Reparto: Mark Rylance,
Ruby Barnhill,
Penelope Wilton,
Jemaine Clement,
Rebecca Hall,
Bill Hader,
Rafe Spall,
Adam Godley,
Matt Frewer,
Ólafur Darri Ólafsson,
Haig Sutherland,
Michael Adamthwaite.
Premios:
2016: Festival de Cannes: Sección oficial largometrajes (fuera de concurso).
Adaptación del cuento de Roald Dahl sobre una niña que se alía con la Reina de Inglaterra y con un gigante bonachón para impedir una invasión de malvados gigantes que se preparan para comerse a todos los niños del país.
Con que hayáis leído un poco el blog, algunas reseñas o especiales de recomendaciones, sabréis que me encanta Roald Dahl. Adoro sus libros desde que era pequeña y me gustan mucho las adaptaciones que se han hecho de ellas, desde “Charlie y la fábrica de chocolate” (en sus dos versiones, la de Mel Stuart con Gene Wilder y la de Tim Burton con Johnny Depp), pasando por “Matilda” o “La maldición de las brujas”. Simplemente, Dahl sabía conectar con los niños y narrar historias con moraleja, pero sin dulcificar demasiado, tenían siempre ese punto oscuro que tanto me gustaba (y gusta, suelo releer algunos de sus libros anualmente).
Ahora, es Spielberg el que ha adaptado una de sus novelas (“El gran gigante bonachón”), aunque justo una de las que no leí (ese libro no lo tenían en la biblioteca y tampoco me lo regalaron nunca…), aun así, he disfrutado como una niña de su visionado.
Ahora, es Spielberg el que ha adaptado una de sus novelas (“El gran gigante bonachón”), aunque justo una de las que no leí (ese libro no lo tenían en la biblioteca y tampoco me lo regalaron nunca…), aun así, he disfrutado como una niña de su visionado.
La historia nos cuenta como Sofía, una huérfana que vive en un orfanato, ve una noche a un gigante desde su balcón. Cuando este se da cuenta de que la ha visto, decide llevársela a su mundo, para que no pueda hablar de su existencia al resto de humanos. Allí Sofía descubre que su amigo el gigante es bueno, pero que el resto de gigantes son malvados y piensan salir de su mundo para comerse a todos los niños. Así que ambos, niña y gigante, deberán volver a Inglaterra y pedirle ayuda a la mismísima reina para que ayude ante esta invasión.
La cinta es una película familiar de la vieja escuela (fábula de tintes clásicos), de esas que ya casi no se hacen. Con mucha ilusión infantil, magia, ternura, comedia para los peques y sin guiños o chistes para adultos (que ya sabemos que últimamente les gusta ponerlas en todas las cintas).
La cinta es una película familiar de la vieja escuela (fábula de tintes clásicos), de esas que ya casi no se hacen. Con mucha ilusión infantil, magia, ternura, comedia para los peques y sin guiños o chistes para adultos (que ya sabemos que últimamente les gusta ponerlas en todas las cintas).
La ambientación y todo el estilo que destila es puramente Spielberg. La forma de contar la historia recordará a “E.T.” (cinta que por cierto, odiaba de pequeña, no me gustaba nada…), debido a la estructura, una niña pequeña que conoce a un ‘monstruito’, pasando por la relación que hay entre ellos y la aceptación del resto. No por nada, ambas comparten a la guionista, Melissa Mathison, que tristemente falleció antes de poder ver este proyecto finalizado (DEP). Pero no os preocupéis si tampoco erais de los que “E.T.” os convencía mucho, a mí tampoco, y he disfrutado esta película, a la que he encontrado mucho menos ñoña que la del ‘marcianito’.
Los efectos especiales son estupendos, el colorido del mundo de los gigantes contrastando con el gris de Londres, sumando a la animación de los gigantes, que es muy realista, hace que todo quede estupendo. Es una obviedad, siendo Spielberg, decir esto, pero nunca está de más…
Los efectos especiales son estupendos, el colorido del mundo de los gigantes contrastando con el gris de Londres, sumando a la animación de los gigantes, que es muy realista, hace que todo quede estupendo. Es una obviedad, siendo Spielberg, decir esto, pero nunca está de más…
Sí que es verdad que tiene algún que otro problema de ritmo en ciertos momentos, en parte, debido a la manía de siempre (el señor Stephen King puede hablar de ello) de adaptar libros muy cortitos a la gran pantalla en películas de 2h de duración. Y es algo que se nota, en especial en el tramo central, cuando la niña y el gigante entablan relación. Le cuesta arrancar (más que nada, porque lo que se quiere narrar es como se fragua la amistad entre ambos) y eso puede perder a parte del público, pero si sabes entrar en su juego se hace muy disfrutable.
Desde luego, las escenas en el palacio con la reina, sus perritos y los pedos me hicieron llorar de risa (a mí, y a la sala, tendríais que haber oído a la peques que había allí).
Y en cuanto a los actores, no tenemos muchos. A destacar a la pequeña, y debutante en el mundo del cine, Ruby Barnhill como Sofía. Que francamente, lo hace realmente bien.
El gigante bonachón es Mark Rylance mediante captura de movimientos y está fantástico, muy tierno y adorable, se hace querer. Y la reina es interpretada de forma muy graciosa por Penelope Wilton.
Desde luego, las escenas en el palacio con la reina, sus perritos y los pedos me hicieron llorar de risa (a mí, y a la sala, tendríais que haber oído a la peques que había allí).
Y en cuanto a los actores, no tenemos muchos. A destacar a la pequeña, y debutante en el mundo del cine, Ruby Barnhill como Sofía. Que francamente, lo hace realmente bien.
El gigante bonachón es Mark Rylance mediante captura de movimientos y está fantástico, muy tierno y adorable, se hace querer. Y la reina es interpretada de forma muy graciosa por Penelope Wilton.
En definitiva, una película muy tierna, de ritmo pausado en ciertos momentos, con chistes muy graciosos, que se hace muy disfrutable. Es infantil, claro, pero no creo que sea un problema. En la sala de cine los niños lloraban de risa y salieron encantados (uno le preguntaba a su madre que “cuando harían la 2 y si irían a verla”… joder, hay que ver que asumido tienen los críos lo de las secuelas, más que nosotros los mayores).
Vaya, que a Spielberg se le da bien tratar con los niños en sus películas y con “Mi amigo el gigante” vuelve a conseguirlo, llevando a ellos temas como la aceptación, la tolerancia, la lucha por tus sueños… vaya, que yo también me lo pasé como una cría viéndola.
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